la revelacion de jesucristo, estudio del libro Apocalipsis
Una vida destruida
1.
2. índice
Un hombre de confianza
Frentes estratégicos
24 horas de mayordomía
Sermonario de mayordomía para culto de adoración y culto joven
Una vida destruida
¡Cristo es el líder!
Creados para multiplicar
Usemos lo que tenemos
Nombrado para gobernar la vida
Un pacto de oración
Vida saludable en el siglo XXI
Gimnasia espiritual
Reflectores de su gracia
Pacto de fidelidad a la Biblia
A la sombra de su sabiduría
¿Cuál es mi salario?
El dueño del mundo
Cansados de esperar
Una obligación mayor
¿Existe algún futuro en sus planes?
Dueño de mi adoración
Comprometidos con el reino
Inmensamente ricos
Un pueblo próspero
Notas
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25.-
3. El pueblo había experimentado una
reforma espiritual extraordinaria reciente-
mente a manos del nuevo joven rey. Las
cosas comenzaron a funcionar más rápido
de lo que ellos imaginaban, y se percibía
un clima completamente diferente,
positivo y reflexivo en cada habitante del
pueblo. Sin embargo; pronto pasarían por
una prueba durísima. El ejército enemigo
era conocido por su crueldad y excesiva
vileza al tratar con todos sus opositores.
Nadie lo había derrotado hasta aquel
momento. Todos preferían negociar y
pagar pesados tributos a cambio de
preservar sus vidas. El joven rey contaba
con un pequeño ejército, pocas armas y
muchas desventajas; no existía forma de
equipararse con el ejército enemigo.
Empero; había algo que tenía este rey que
inspiraba. Sin mayor pérdida de tiempo
reunió al pueblo y organizó a su ejército y
les dijo: “Esforzaos y animaos; no temáis,
ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de
toda la multitud que con él viene; porque
más hay con nosotros que con él. Con él
está el brazo de carne, mas con nosotros
está Jehová nuestro Dios para ayudarnos,
y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo
confianza en las palabras de Ezequías rey
de Judá” 2 Crónicas 32:7-8
Éste nuevo rey tenía algo que pocos
tienen, pero que marca la diferencia:
CONFIANZA. Ezequías confiaba en Dios.
No tenía a nadie más. No contaba con un
gran ejército, no contaba con sofisticadas
armas, no contaba con dinero, y menos
Unhombrede
Confianza
Apreciado
Director de Mayordomía
________________________________
3
4. aún contaba con experiencia. Pero
Ezequías contaba con Dios. ¡Suficiente!
Quien cuenta con Dios cuenta con todo.
¿Ya te preguntaste quién es un mayordo-
mo? Te respondo. Un mayordomo es un
HOMBRE DE CONFIANZA, es alguien
que confía en Dios completamente. Es
alguien que aunque la adversidad se
muestre durísima, él confía y confía, y
sigue confiando en Dios. Pero hay algo
más. ¿Notaste cómo termina el versículo
ocho? Dice: “Y el pueblo tuvo confianza
en las palabras de Ezequías rey de Judá”.
Un hombre que confía en Dios, también
es un hombre de confianza para su
pueblo. Si Ezequías decía que se podía,
entonces el pueblo le creía. Un mayordo-
mo es un hombre de confianza para Dios
y para su pueblo.
¿Quieres otro ejemplo? ¿Recuerdas la
historia de José? Nota lo siguiente: “Así
halló José gracia en sus ojos, y le servía; y
él le hizo mayordomo de su casa y entre-
gó en su poder todo lo que tenía” Génesis
39:4
José era un esclavo, un extranjero, un
desconocido. Pero Potifar le entregó todo
lo que tenía a él ¿Por qué? Porque Potifar
confiaba en él, y porque José era un
hombre de confianza. No se olvide: Un
mayordomo es un hombre que confía en
Dios y es un hombre de confianza para
Dios y para su pueblo.
La iglesia lo eligió a usted para liderar un
área delicada y con mucho desafío porque
cree que usted es un hombre de confian-
za. Dios ha puesto sus ojos en usted
porque confía en que usted hará un
extraordinario trabajo. Dios confía que
usted es la persona que faltaba para que
todo resulte en su iglesia. Dios quiere
utilizarlo poderosamente. Por favor; no
deje de confiar en Dios, porque Dios ya
colocó toda su confianza en usted.
Bienvenido al equipo de Mayordomía
Cristiana.
Pr. DANIEL VILLAR E.
Ministerio de Mayordomía Cristiana
Unión Peruana del Sur
4
5. Estratégicos
El 2015 continuaremos trabajando con
cinco estrategias claras en mayordomía
cristiana:
1. Seminarios de Enriquecimiento Espiri-
tual. Después que una persona es
bautizada inmediatamente debe
realizar el SEE I y de esta manera
consolidar su nueva vida espiritual.
Además; daremos un énfasis especial
para toda la feligresía con el SEE V
“Comunión y Profecía”.
2. Probad y Ved. Cada sábado los
testimonios “Probad y Ved” deben ser
proyectados. Ninguna iglesia urbana
tiene justificación para dejar de proyec-
tarlos. Además; ningún programa de
aniversario, ceremonia, u otra liturgia
debe desplazar la visualización de estos
testimonios.
3. 24 Horas de Mayordomía. Cada tercer
sábado o según indique el calendario
denominacional desarrollamos un
sábado completo a la educación y
promoción de la mayordomía cristiana
por medio de la Recepción de Sábado,
Estudio en Grupos Pequeños, Sermón
del Culto de adoración y Sermón para
Culto Joven.
4. Semana de Mayordomía. Durante el
año tenemos 02 semanas de mayor-
domía: Revive2.0 y el Impacto Mayor-
domía. Revive es la semana de mayor-
domía vía satélite; aquí un solo pastor
Frentes
Mayordomía
24 Horas de
experimentado en mayordomía llega a
todas las iglesias por medio del satélite
durante las noches; mientras las familias
son visitadas durante el día. Por otra
parte; Impacto mayordomía tiene un
predicador para cada iglesia durante las
noches y un equipo especial de
visitación durante el día. Además; cada
campo selecciona una zona o ciudad
para realizar el impacto durante la
semana y cerrar con un programa
estelar el sábado final por la tarde.
5. Equipo Distrital de Mayordomía. Los
EDM ya comenzaron en un 30% a
40% de los distritos de cada campo.
Los distritos con EDM tienen el desafío
de llegar a la iglesia 1 a 2 veces al año
con el programa “Un Día de Reaviva-
miento”.
Ahora permítame detallar en qué consiste
24 horas de mayordomía. Como mencio-
namos anteriormente cada tercer sábado
del mes, o según indicare el calendario
denominacional, dedicamos 24 horas al
estudio, promoción, y predicación del
ministerio de mayordomía cristiana, por
medio de devocionales, estudios interacti-
vos y sermones a través de cuatro
actividades básicas:
a. Recepción de sábado. Cada viernes se
recibe el sábado en Familia utilizando el
libro “Meditaciones para la Recepción
de Sábado”.
5
6. Sermonario de
Mayordomía para
Culto de Adoración
y Culto Joven
b. Estudio de Mayordomía en Grupos
Pequeños. Cada tercer viernes del
mes, o según indique el calendario
denominacional, se desarrolla un tema
de mayordomía en Grupos Pequeños
utilizando el libro “Estudios para
Grupos Pequeños”.
c. Sermón de Mayordomía para Culto de
Adoración. Cada tercer sábado del
mes o según indique el calendario
denominacional se predica el sermón
de mayordomía para la iglesia utilizan-
do el libro “Sermonario de Mayordo-
mía para Culto de Adoración y Culto
Joven”.
d. Sermón de Mayordomía para Culto
Joven. Cada tercer sábado del mes o
según indique el calendario denomina-
cional se predica el Tema de Mayordo-
mía para el Culto Joven [antes llamada
Sociedad de Jóvenes Adventistas]. Aquí
nuevamente utilizamos el libro
“Sermonario de Mayordomía para
Culto de Adoración y Culto Joven”.
Los sermones de mayordomía han sido
seleccionados de diferentes fuentes como
la Unión Mexicana Central, Union Colle-
ge, División Euroafricana, Loma Linda
University y Unión Peruana del Sur, en su
mayoría y otros. Agradecemos la colabo-
ración de quienes participaron de la
producción de estos enriquecedores
temas.
A continuación presentamos algunas
recomendaciones:
CULTO DE ADORACIÓN
a. El sermón de mayordomía debe ser
predicado en el Culto de Adoración el
sábado de mañana y según indique la
fecha establecida.
b. Puede ser predicado por el Director de
Mayordomía de la iglesia local o por
algún otro líder o hermano. Lo impor-
tante es que quien predique se prepare
cabalmente y con responsable anterio-
ridad.
c. Si ya existe un rol de predicadores para
su iglesia local comparta el sermón
correspondiente del mes con la perso-
na responsable, y anímelo a predicar
fervorosamente.
d. Antes de los anuncios y después de la
Escuela Sabática, el área de Tesorería
podría dar un pequeño informe de
diezmos, ofrendas y nuevos donantes.
Este informe no debería durar más de
10 minutos.
e. Antes de la recepción de diezmos y
ofrendas no olvide proyectar los
testimonios “Probad y Ved”. Nunca
debe pasarse por alto esta sección. Hay
hermosos e impactantes testimonios
que visualizados en 3 a 5 minutos
podrían ayudar a un hermano que está
luchando por ser fiel.
CULTO JOVEN
a. El sermón de mayordomía para Culto
Joven debe ser predicado como
6
7. mensaje central del Culto Joven el
sábado por la tarde, y según indique la
fecha establecida.
b. Puede ser predicado por el Director de
Mayordomía, Director de Jóvenes u
otro líder o hermano de la iglesia local.
Lo importante es que quien predique
se prepare cabalmente y con responsa-
ble anterioridad.
c. Comparta el sermón correspondiente
del mes con el Director de Jóvenes o la
persona responsable, y anímelo a
predicar fervorosamente.
d. Inmediatamente después del Sermón
debería proyectarse los testimonios
“Probad y Ved”. Luego los diáconos
pueden recibir las ofrendas.
Cada sermón para el Culto de Adoración
como Culto Joven es sugerente. Sin
embargo; esperamos que quien predique
en el día de 24 horas de Mayordomía
predique también sobre mayordomía.
Recuerde que es el único sábado que se
habla de mayordomía durante el mes. A
veces nos sorprenden visitas o predicado-
res itinerantes; a veces también algún
programa de la iglesia local compite con
este sábado de mayordomía. Nuestro
ruego es que usted como Director de
mayordomía coordine previamente con
el pastor distrital y el anciano de turno
para que se cumplan los objetivos de
mayordomía en cada sábado correspon-
diente del mes.
Que Dios lo bendiga ricamente. Desde la
Unión Peruana del Sur estaremos orando
por usted y su familia; por su vida espiritual
y por su mejor desempeño en este
ministerio.
Pr. DANIEL VILLAR E.
Ministerio de Mayordomía Cristiana
Unión Peruana del Sur
7
8. INTRODUCCIÓN
En poco tiempo Saúl olvidó de dónde
había venido. Descendía de la tribu más
pequeña, la de Benjamín; además, dentro
de las tribus, su familia era una familia
común. Aunque era el más alto de todos,
su autoestima era pequeña. Sin embargo;
pronto cambiaría su vida. Después de
recibir de parte de Dios, los honores
como rey y tener una posición, su vida dio
un giro completo. De ser sencillo y humil-
de se volvió en un hombre soberbio y
petulante; de un ser tímido en un hombre
amenazador; de seguro y tranquilo en un
hombre celoso y desesperado. Demasia-
do pronto se olvidó quién era y de dónde
había venido; pero sobretodo se olvidó
de Dios. Saúl no supo administrar las
bendiciones y privilegios que Dios le había
concedido. Dios le otorgó un nombre, un
lugar, reconocimiento, y mucho más;
pero él no supo ser un fiel mayordomo de
todo lo que Dios le regaló.
Dios le daría a Saúl repetidas oportunida-
des para cambiar, repetidas ocasiones
para comenzar de nuevo; lamentable-
mente las desaprovechó todas. En su
inmenso amor Dios le habló una y otra
vez. Dios siempre habla, lamentablemen-
te el hombre no siempre escucha.
Escuchó la reprensión de Dios por medio
del profeta Samuel, por medio de su hijo
Jonatán, por medio de su hija Mical, por
medio de su ejército israelita, por medio
de batallas perdidas, por medio de su vida
salvada por quien él consideraba su mayor
enemigo, David; pero todo esto sólo trajo
CULTO DE ADORACIÓN
Sábado 24 de enero
Unavida
Destruida
TEXTO BÍBLICO
1 Crónicas 10.
8
9. apenas un pequeño momento de
reflexión, o quizá mejor un momento de
remordimiento de unos cuantos días de
duración; pero pronto ese sentido de
reflexión fue ahogado por el sentimiento
de celos irracionales, por un espíritu de
persecución sin sentido a un hombre
inocente.
CONTENIDO
El capítulo 10 de 1 Crónicas es muy
similar al capítulo 31 de 1 Samuel. Existen
apenas pequeños detalles que suman la
historia; pero en su mayoría son casi
idénticos. 1 Crónicas describe el ocaso de
un rey que por sus malas decisiones, su
testarudez, su obstinación, su rebeldía
absurda, su resistencia al Espíritu Santo, y
su persistencia en hacer su propia volun-
tad, trajo ruina para su vida, para el pueblo
de Israel y para su propia familia. Ojalá las
consecuencias del pecado cayeran sólo
sobre el pecador. Ojalá sólo el pecador
afrontara con su desdicha; pero esto no es
cierto. El pecado siempre arrastra conse-
cuencias sobre otros; y muchas veces
sobre quienes más amamos. Una mala
administración o mayordomía de la vida
misma trae grandes pérdidas.
UN PUEBLO DESTRUIDO
El v. 1 comienza describiendo la derrota
de los israelitas a mano de los filisteos.
Sólo ser derrotado ya es un gran motivo
de tristeza; pero tener que huir del
enemigo es más humillante. Parece que
filisteos e israelitas protagonizaban una
batalla clásica de sus tiempos. Perder ante
su clásico rival duele más. Ahora; en
aquellos tiempos la derrota de una nación
no era apenas la derrota de un pueblo. En
el Antiguo Cercano Oriente (ACO) las
batallas significaban la lucha de los dioses
mismos. Por lo tanto; aquí no se trataba
apenas de filisteos e israelitas sino de
Jehová versus Dagón.
El texto bíblico narra que los israelitas
fueron heridos y cayeron finalmente en el
monte de Gilboa. El líder de Israel era
Saúl. El responsable en gran medida de las
victorias o derrotas de su nación era él
mismo. El pueblo llega hasta donde el
líder alcanza. Si tan sólo Saúl hubiera
buscado a Jehová, entonces, Jehová lo
hubiera librado de todas sus batallas. Pero
quien decide alejarse de Dios queda a
merced de sus enemigos. Estar lejos de
Dios le costó la derrota de su misma
nación.
UNA FAMILIA DESTRUIDA
El v. 2 registra de forma intencional que
los filisteos no estaban contentos con
ganar sólo la batalla, ellos querían al rey y
sus hijos. No quedarían satisfechos sólo
con ganar, ellos los seguirían hasta
destruirlos. Aquél día morirían los tres
hijos de Saúl: Jonatán, Abinadab y Malqui-
súa. Seguramente al oyente le dolerá más
la muerte de Jonatán ¿Por qué tuvo que
morir un valiente y buen hijo? No
podemos explicarlo. Pero la terca y oscura
vida espiritual de Saúl trajo destrucción
también para su familia. Así es el pecado.
No sólo afecta al hijo consumidor de
drogas, afecta también a la dignidad de sus
padres; no sólo afecta al esposo borracho,
afecta también a la salud de la esposa; no
sólo a la mujer celosa, también a la estabi-
lidad de los hijos; no sólo al feligrés con un
mal testimonio, también al buen nombre
de la iglesia. Las consecuencias de un
pecado nunca son aislados. Un pecado
puede destruir una familia, una empresa,
9
10. un equipo, una nación, una sociedad, el
mundo entero. Por el pecado de Saúl sus
tres hijos murieron en un mismo día.
UN REY DESTRUIDO
Los vv. 3-4 describen los minutos finales
de la existencia del rey Saúl. El texto
bíblico es ahora más enfático y declara que
la batalla arreciaba contra Saúl mismo.
Parece que los filisteos no descansarían
hasta verlo muerto. Los flecheros lo
alcanzaron a cierta distancia mientras él
huía. Entonces una flecha atraviesa parte
de su cuerpo. Ahora sólo queda pedir
auxilio divino. Seguir huyendo es casi
imposible. Sólo queda quebrantarse ante
Dios, confesar todos los pecados y pedir
la misericordiosa mano de Dios.
Saúl al igual que Sansón, en la última
oportunidad de su vida, pudo haber
implorado el perdón de todos sus
pecados y solicitar la ayuda divina, pero no
lo hizo. Saúl no sería el único rey que
registrase la Biblia que haya sido herido en
batalla: Josías (2Crónicas 35:23), y Acab
también pasaron la misma experiencia.
Incluso Manasés; considerado el peor de
los peores reyes de Israel después de ser
capturado por los asirios y llevado a
Babilonia con cadenas y puesto en angus-
tias, se humilló y oró al Señor. Después de
haberse humillado Jehová le restauró el
reino y el rey comenzó una reforma
completa en todo su gobierno. Por lo
tanto; Saúl no estaba aún perdido. Dios le
estaba concediendo una última oportuni-
dad. Lamentablemente él no quiso
aceptarla. Prefirió suicidarse que rendirse
en el último momento a Dios. Prefirió
quitarse la vida que entregarla a Jehová.
UN SERVIDOR DESTRUIDO
Es triste que aún en su misma muerte Saúl
influyó en su escudero para morir también
(v. 4). El suicidio de uno generó el suicidio
de otro. Pareciera el noticiero de las
10:00 pm o la portada del diario principal
de la ciudad: “Rey se suicida y su protector
también”. La muerte de Saúl no acabaría
allí. Aún muerto siguió trayendo muerte
para otros. En vez de inyectar vida en
otros ocasionó dolor, sufrimiento y
muerte.
UN TERRITORIO DESTRUIDO
Aquella batalla no solamente terminaría en
pérdida de hombres. Los israelitas se
llenaron de miedo y huyeron al igual que
su líder Saúl. El pánico se apoderó de ellos
y abandonaron sus ciudades. El enemigo
no sólo ganó la batalla, ganó también más
territorio. Los filisteos se apoderaron de
las ciudades fronterizas y habitaron en
ellas (v. 7). Ésta batalla no fue una más.
Esta batalla golpeó fuerte sobre el honor y
dignidad de los israelitas ¡Cuántas cosas se
perdieron por causa de un hombre terco
e insensible a la voz de Dios! ¡Cuántas
cosas perdemos por ser egoístas y autosu-
ficientes! Cuando no le damos a Dios el
lugar que le corresponde y lo que él nos
pide siempre perdemos. Y a veces lo
perdemos todo.
UN TESTIMONIO DESTRUIDO
Anteriormente mencionamos que en el
contexto del ACO las batallas significaban
la lucha de los dioses. Era la batalla entre
Jehová y Dagón. Lamentablemente los
filisteos, ahora, tenían la excusa perfecta
para no creer en Jehová. Si su rey y su
pueblo no nos pueden vencer, razonaban
los filisteos, cómo vamos a creer en su
10
11. Dios. Saúl fue el hazmerreír de los
filisteos. A Saúl le cortaron la cabeza, y
juntamente con sus armas, fueron a parar
en el templo de Dagón, como señal de
quien es el más fuerte (vv. 8-10). Muchas
veces nuestro Dios es cuestionado por los
incrédulos por causa de nuestros actos.
Saúl fue levantado por Dios para ser un
testimonio poderoso para las naciones,
pero terminó trayendo desgracia e
incredulidad sobre ellos. Ahora; creer en
Jehová como el único y verdadero Dios
sería más objetable para los filisteos.
Empero, los de Jabes de Galaad vindica-
rían el nombre de Jehová al recuperar el
cuerpo de Saúl y sus hijos (vv. 11-12).
SÍNTESIS DE UNA VIDA DESTRUIDA
Los vv. 13-14 resumen brevemente las
causas del ocaso del rey Saúl. En primer
lugar el cronista destaca la primera causa
de muerte de Saúl: la Rebelión; y especifi-
ca que esa rebelión fue a la palabra de
Jehová, al no obedecerla. Algunas versio-
nes traducen rebelión como infidelidad.
Un hijo o hija de Dios necesita escuchar la
voluntad divina cada mañana por medio
de su Palabra. Pero no es suficiente
escuchar, se necesita obedecer la Palabra,
ser fiel a los preceptos del Señor. El profe-
ta Samuel fue muy específico con las
ordenanzas de Jehová para con Saúl.
Samuel le reveló detalladamente qué
quería Dios. Pero Saúl quiso hacer como
a él le parecía, quiso que prevalezca su
voluntad; y cuando su voluntad era descu-
bierta, quiso justificar sus decisiones. La
rebelión es un rechazo a la autoridad
divina. Saúl no fue un fiel mayordomo
porque desobedeció a Dios en su palabra.
Hoy podemos cometer el mismo pecado
de Saúl: establecemos nuestros propios
horarios para guardar el sábado, y luego
nos justificamos; devolvemos parte del
diezmo o lo desviamos como ofrenda o
simplemente no lo devolvemos, y luego
nos justificamos; vamos a una fiesta sólo
para “saludar” y luego terminamos bailan-
do, y luego nos justificamos, ingerimos un
poco de cerveza para no quedar mal
socialmente, luego nos justificamos; nos
comprometemos sentimentalmente con
un hombre o mujer no adventista, y luego
nos justificamos. Es la misma actitud de
Saúl: Rebelión, hacer mi propia voluntad,
lo que yo quiero. Como resultados
somos hallados infieles mayordomos ante
el Señor.
La segunda causa de muerte de Saúl fue:
no consultar a Jehová. Esta falta está
íntimamente relacionada con la primera;
quien se rebela a la autoridad no la consul-
ta. Cuando no respetamos a alguien no le
pedimos permiso. Si un hijo de Dios no
consulta a Jehová ¿a quién consulta enton-
ces? ¿A sus amigos? ¿A sus asociados?
¿Escuchó alguna vez la historia de
Roboam? Salomón había muerto y en sus
últimos años había sido muy duro con el
pago de los impuestos. Entonces los
líderes de las tribus israelitas pidieron que
él sea más clemente. Entonces; Roboam
consultó a los ancianos y ellos le aconseja-
ron que accediera al pedido del pueblo y
ganaría inmediatamente su corazón. Sin
embargo; Roboam cometió el error de
consultar también a sus amigos. Sus
inexpertos amigos le recomendaron que
fuera más duro todavía que su padre, para
ganarse el respeto y autoridad. Resultado:
Roboam perdió el reino y se quedó
11
12. solamente liderando a la tribu a la cual
pertenecía. ¿A quién consulta usted sus
decisiones? ¿Es Dios el principio de sus
decisiones? ¿Prefiere consultar a quienes
les dirán sí a todo lo que usted pide?
Saúl fue más lejos. Saúl no sólo dejó de
consultar a Jehová en varios episodios de
su vida, sino que cuando Jehová no le
quiso responder le consultó al enemigo
de Dios. Aunque el profeta Samuel ya
estaba muerto, y Jehová no contestaba
por ningún sacerdote no era justificación
para consultar a una adivina. La adivina le
dijo todo lo que Dios ya había determina-
do sobre él. No dijo nada nuevo. Pero su
pecado consistió en recurrir al enemigo
de Dios ¿Qué consejo puede dar el
enemigo de Dios a un hijo de Dios? Hoy
los enemigos de Dios te pueden aconse-
jar: ¡Pero si es sólo un vaso! ¡Dios te va a
perdonar! ¡Si se aman pueden tener
relaciones sexuales! ¡Pero si en un mes ya
estarán casados! ¡Es sólo un examen en
sábado, Dios comprenderá! ¡Mejor entre-
gue el diezmo a los pobres, ellos lo
necesitan más! ¡Mejor utilicemos el
diezmo para construir el templo, acaso no
es lo mismo!
Lea con cuidado el versículo catorce. La
Biblia dice que Jehová mató a Saúl. Al
repasar la historia vemos que Saúl se
suicida solo ¿Qué quiso decir el cronista?
Así como Dios proveyó oportunidades
para que Saúl se arrepintiese, así también
Dios determinó su fin para siempre. Es
cierto el dicho que dice: “mientras hay
vida hay esperanza”. Saúl no se humilló
después de ser herido, tampoco lo haría si
Dios lo salvaba. Por lo tanto; su muerte
estaba determinada. Saúl en un mismo día
perdió la batalla, perdió sus ciudades,
perdió a su escudero, perdió a su familia,
perdió su reino y perdió para siempre su
vida. Saúl lo perdió todo en un mismo día.
LLAMADO
La vida de Saúl nos enseña que no
podemos rebelarnos ante Dios impune-
mente. Dios es bueno. Dios es misericor-
dioso, y más de lo que imaginamos. Pero
la gracia de Dios también tiene un límite.
No podemos ser infieles a Dios todo el
tiempo. Cuando la gracia de Dios se retira
entonces los juicios caen inminentemen-
te.
Hoy podemos tomar una decisión definiti-
va: terminar nuestra vida como la de Saúl,
o comenzar una nueva vida al lado de
Dios. Esto significa serle fieles, en todo. En
el más mínimo detalle. En la comunión
diaria cada mañana y durante el resto del
día, en la observancia del día sábado, en la
abstinencia de todo lo que dañe nuestro
cuerpo, en la vigilancia de todo lo que
ingresa por nuestros sentidos, en la
devolución fiel del diezmo, en la entrega
generosa de las ofrendas, en el cumpli-
miento de la misión, en permanecer
puros hasta el matrimonio, en mantener
nos fieles dentro del matrimonio, etc…
Mayordomía significa una vida de fidelidad
completa a Dios. Mayordomía es agradar
a Dios en todo. Entonces, nuestra vida no
terminará destruida sino que será un claro
y poderoso testimonio en favor de Dios,
de la iglesia y de los hombres.
Pr. DANIEL VILLAR E.
Ministerio de Mayordomía Cristiana
Unión Peruana del Sur
12
13. Líder!
¡Cristo
esel
TEXTO BÍBLICO
1 Corintios 1:12.
«Yo sigo a Pablo; otros afirman:
Yo, a Apolos; otros: Yo,
a Cefas; y otros:Yo, a Cristo».
CULTO JOVEN
Sábado 24 de enero
Un líder es aquel que tiene seguidores.
De acuerdo al texto bíblico, Pablo, Apolos
y Cefas, eran líderes, y sus seguidores se
hallaban entre los miembros de la iglesia
primitiva de hace unos dos mil años; pero
es hasta finales del siglo XX que el tema
del liderazgo adquirió renombre en el
mundo de las organizaciones. Es hasta
entonces que surgen los expertos en
liderazgo, y con sus consejos inundaron el
mercado con miles de libros, proponien-
do enfoques de liderazgo capaces de
conducir al éxito individual y organizacio-
nal. El impacto de estos pensadores es tan
poderoso, que los más influyentes fueron
elevados a la categoría de «gurús», palabra
de origen hindú que significa, «maestro»,
«guía».
Una empresa llamada Leadership Gurus
International, algo así como, «Gurús
internacionales de liderazgo», se dedica a
hacer encuestas mundiales para estable-
cer quiénes son los 30 gurús del liderazgo
más influyentes. Así es como John
Maxwell, un experto en liderazgo que ha
vendido unos 14 millones de sus libros, ha
ocupado el primer lugar de la lista. Otros
gurús en los primeros lugares son Robin
Sharma,Tom Peters, Stephen Covey, Ken
Blanchard y Warren Bennis. Estos
hombres son tan influyentes en el mundo
de las organizaciones, que por ejemplo,
13
14. Tom Peters, ha sido llamado, «gurú de
gurús»; y a Warren Bennis, la revista
Forbes, una publicación especializada en
negocios y finanzas, lo describe como, «el
decano de los gurús de liderazgo».
Individuos y organizaciones, todos necesi-
tamos de un líder a quien seguir, un líder
que nos marque el rumbo, y en la iglesia
de Corinto sus miembros no eran la
excepción. Pero había confusión entre
ellos, pues no estaban seguros del
modelo a seguir. Por eso unos decían: «Yo
sigo a Pablo»; y otros afirmaban: «Yo, a
Apolos»; pero otros decían: «Yo, a Cefas»;
y otros, acertadamente afirmaban: «Yo, a
Cristo».
Entonces, ¿a quién seguir? ¿Quién es mi
líder? ¿Quién se ha ganado mi confianza y
obediencia, para hacer todo cuanto me
mande, a fin de triunfar en la vida?
CRISTO ES EL MODELO
Como cristianos es fácil decir que Cristo
es nuestro líder, que obedeceremos los
principios de su reino. Pero, antes de
comprometernos, primero analicemos
cuatro poderosas razones por las que en
verdad Cristo es el modelo a seguir.
Después de ser persuadidos por estas
razones, entonces sí, podremos compro-
meternos a obedecerle, y lo haremos
porque habremos probado que no hay
líder como él.
Por cierto, son los mismos gurús del
liderazgo quienes coinciden en señalar
estas cuatro características que definen a
un verdadero líder. Número uno: Visión;
dos: generador de cambio; tres: trabajar
en equipo, y cuatro: conocimiento de sí
mismo.
Ahora vamos a repetir estas características
una por una, y a medida que lo vayamos
haciendo veremos si se aplican al lideraz-
go de Cristo. Si comprobamos que se
aplican y si aún van más allá, entonces no
habrá duda: él es el líder por excelencia, y
es a él a quien debemos seguir. Vamos a la
primera característica: visión. Los exper-
tos enseñan, que el líder debe tener una
visión más allá de sus fronteras y abarque
el mundo entero. Entonces, si los gurús
del liderazgo proponen una visión
mundial, ¡la de Cristo es universal! Si la
segunda característica es que el líder debe
ser un generador de cambio, pues
Jesucristo cambió la historia en antes y
después de Cristo, y es más espectacular
el cambio que genera en el corazón del
hombre al hacerlo nacer a una nueva vida.
¡Qué líder humano podría generar un
cambio así! Si en tercer lugar un líder debe
saber trabajar en equipo, Jesús no solo
armó un poderoso equipo de trabajo,
sino que nos integró a ese equipo, orando
para que fuéramos uno entre nosotros y
uno con él. Y en cuarto lugar, si un líder
debe tener conocimiento de sí mismo,
Jesús lo tenía, sabía que era el Mesías, y
cuando se presentaba como tal, ¡hasta los
demonios temblaban!
Allí tenemos las cuatro características
aplicadas al liderazgo de Cristo. Desde el
punto de vista de los expertos, ¿son
suficientes para probar que Jesús es el
líder incomparable? ¡Absolutamente!
Queda demostrado: Jesús es el Líder.
Cuando en 2008 la economía mundial
entró en recesión, un perspicaz director
de recursos humanos de cierta compañía
hacía observar, que como por arte de
14
15. magia los gurús del liderazgo desaparecie-
ron, y no había siquiera uno capaz de
aportar soluciones para sacarnos de la
crisis económica. Sarcástico agregaba, que
en cuanto volviera la bonanza financiera,
entonces los gurús volverían a aparecer.
Este ejecutivo concluía su análisis con esta
pregunta: «¿Es que no hay nadie capaz de
guiarnos?». Cuando las grandes crisis de la
vida aparecen, no hay ser humano que
pueda resolverlas. Sólo Cristo tiene el
poder para hacerlo.
CRISTO, GARANTÍA DE ÉXITO
Cuando elegimos a un ser humano como
modelo de liderazgo, Pablo advierte que
estamos «actuando con criterios huma-
nos» (1 Corintios 3:4). Él mismo, sabien-
do que era humano, se pregunta: «¿Qué
es Apolos? ¿Y qué es Pablo?» (vers. 5).
Con esta pregunta deja constancia de que
Apolos, Cefas o él mismo, eran solo seres
humanos, simples mortales incapaces de
resolver nuestros grandes problemas. Por
eso, para apartar nuestra mirada de los
hombres y hacer que pongamos nuestros
ojos en Jesús, nos hace saber, que «Dios
ha dado el crecimiento», y que «no cuenta
ni el que siembra ni el que riega, sino solo
Dios, quien es el que hace crecer» (vers.
6, 7).
Subrayemos dos conceptos básicos
enseñados en estos versículos. Primero:
Dios es el que hace crecer, no el hombre.
Si afirmo que Jesús es mi líder, y luego
obedezco su consejo, entonces el resulta-
do será crecimiento, desarrollo, multipli-
cación y bendición en las diferentes áreas
de mi vida. Y todo esto es el resultado de
una fiel mayordomía. Segundo: «no
cuenta ni el que siembre ni el que riega,
sino solo Dios, quien es el que hace
crecer». Es decir, para que hubiera
crecimiento, Apolos regaba, Cefas
también; el mismo apóstol Pablo lo hacía,
pero a pesar de sus influyentes liderazgos,
eran solo instrumentos que Dios usaba
para el crecimiento de su iglesia. Por lo
tanto, Pablo concluye dándole todo el
crédito a Dios: «no cuenta ni el que
siembra ni el que riega, sino solo Dios,
quien es el que hace crecer». El
crecimiento individual u organizacional, la
multiplicación, el desarrollo, eso lo da
Cristo, el líder. Por eso la gloria es solo
para él.
Los expertos proponen varios modelos
de liderazgo. Cada uno asegura, que si
usted sigue sus principios, el éxito está
asegurado. Entonces, ¿qué modelo
seguir? ¿El del apóstol Pablo o el de John
Maxwell, el de Stephen Covey o el de
Cristo? Cuando una organización es
establecida, sus fundadores lo hacen
pensando en el éxito, jamás en el fracaso.
Igual sucede con las personas; también
vivimos pensando en el éxito, en lograr las
metas de nuestras vidas. Para lograrlo, ¿los
consejos de quién vamos a seguir? En
1989, Stephen Covey, uno de los gurús
del liderazgo, publicó un libro titulado: Los
7 hábitos de la gente altamente efectiva.
Una de sus secciones lleva el siguiente
título: Pensar en ganar/ganar. Con solo
estos datos, ¿cuál se imagina usted es el
propósito del libro? ¡Por supuesto!
¡Mostrarle a las personas cómo pueden
llegar a triunfar en la vida, cómo ser
exitosos! El mismo Covey ha tenido tanto
éxito con esta publicación, que se ha
15
16. convertido en uno de los libros más
vendidos de todos los tiempos: ¡unos 15
millones de ejemplares! ¿Por qué? Porque
las personas anhelan triunfar, ser exitosas,
y desean que alguien les enseñe cómo
serlo, y cuando por ahí aparece un líder
que sea convincente, multitudes están
dispuestas a comprar sus secretos y
obedecer sus consejos.
OBEDECEMOS A UN MODELO
Vivimos en un mundo dominado por la
economía capitalista. Si no somos
cuidadosos, podemos fracasar en el
manejo de nuestras finanzas. ¿Hay conse-
jo en Jesucristo, nuestro líder para
librarnos de esta amenaza? ¡Por supuesto!
Por ejemplo, si lo material te causa
ansiedad, en Mateo 6:31 al 34, el líder
Jesucristo dice qué debemos hacer para
protegernos de ese mal: «No se preocu-
pen diciendo: ¿Qué comeremos? o ¿Qué
beberemos? o ¿Con qué nos vestiremos?
Porque los paganos andan tras todas estas
cosas, y el Padre celestial sabe que
ustedes las necesitan. Más bien, busquen
primeramente el reino de Dios y su
justicia, y todas estas cosas les serán
añadidas». Si usted sigue el consejo de su
líder, entonces vivirá confiado, sin
ansiedad material.
Otro ejemplo: si alguien siente compul-
sión enfermiza por acumular riqueza, en
Mateo 6:19 y 20 el líder Jesucristo dice
qué hacer: «No acumulen para sí tesoros
en la tierra, donde la polilla y el óxido
destruyen, y donde los ladrones se meten
a robar. Más bien, acumulen para sí
tesoros en el cielo». Si usted sigue este
consejo, ¿dónde estará su corazón? ¡En el
cielo!
¿Tiene problemas con deudas? Probable-
mente no puso en práctica el consejo que
en Romanos 13:8 su líder Jesucristo le da:
«No tengan deuda pendiente con nadie, a
no ser la de amarse unos a otros». Si usted
sigue este consejo, las deudas no lo
ahorcarán. ¿Ha sido fiador de alguien que
le quedo mal? Posiblemente pasó por alto
el consejo que en Proverbios 22:26 y 27
le da tu líder Jesús: «No te comprometas
por otros ni salgas fiador de deudas ajenas;
porque si no tienes con qué pagar, te
quitarán hasta la cama en que duermes».
¿Es sabio este consejo? ¡Por supuesto!
Entonces haga lo que su líder le aconseja.
¿No tiene ahorros, una provisión para
hacerle frente a emergencias? En Prover-
bios 21:20 el líder Jesús nos habla sobre la
sabiduría de ahorrar: «En casa del sabio
abundan las riquezas y el perfume, pero el
necio todo lo despilfarra». En Proverbios
13:11 hay otro consejo: «El dinero mal
habido pronto se acaba; quien ahorra,
poco a poco se enriquece». Ponga en
práctica este consejo, y luego cuénteme si
le fue bien. ¡Le irá bien!
¿Experimenta conflictos en su conciencia
relacionados con su fidelidad a Dios?
Quizás no está practicando el siguiente
principio enseñado por el líder Jesús en
Lucas 20:25: «Denle al César lo que es
del César, y a Dios lo que es de Dios».
Pruebe este consejo, devuelva el diezmo
fielmente y podrá contar a otros el resulta-
do. ¿Trabaja solo para usted, y se siente
mal porque no comparte con otros?
Seguro que está pasando por alto un
principio financiero que en Deuterono-
16
17. mio 16:16-17 nos enseña nuestro líder
Jesús. Dice: «... Y ninguno se presentará
delante de Jehová con las manos vacias;
cada uno con la ofrenda de su mano,
conforme a la bendición que Jehová te
hubiere dado». Si usted practica este
principio financiero, no solo será genero-
so con otros, sino que tendrá paz en tu
corazón.
CONCLUSIÓN Y LLAMADO
El liderazgo de Cristo como modelo a
seguir; el obedecer sus principios y
enseñanzas para triunfar en la vida; la
multiplicación y el crecimiento que solo él
pueda dar; la gloria y alabanza que solo a
él corresponde por hacernos crecer y
bendecirnos todo esto es principio y
fundamento de la mayordomía. Si
tomamos estos principios y los colocamos
como pilares en la construcción de
nuestra vida cristiana, estaremos edifican-
do sobre la roca que es Cristo, ¡EL LÍDER!
Podrán soplar vientos de destrucción,
sobrevenir toda clase de crisis, pero su
casa estará firme, sobre la Roca.
Quién quiere venir a Cristo, el líder, y
decirle: «yo te seguiré oh Cristo, donde-
quiera que estés; donde tú me guíes sigo.
Yo Señor, te seguiré.» ¿Quién quiere
seguirlo? ¿Quiere pasar al altar?
FUENTE:
Unión Mexicana Central
17
18. CULTO DE ADORACIÓN
Sábado 21 de febrero
Creadospara
Multiplicar
TEXTO BÍBLICO
Génesis 1:28
«Sean fructíferos y multiplíquense».
Este día traigo conmigo dos exquisitas
frutas (o algo saludable). Uno es para un
niño y el otro para una niña. Se los van a
ganar contestando dos preguntas fáciles.
Veamos, levante la mano el niño y la niña
que van a contestar las preguntas. Muy
bien, ya tenemos a los dos. La primera
pregunta es a la niña: ¿Cuánto es cinco
más cinco? Ahora la pregunta para el niño:
¿Cuánto es cinco por cinco? Excelente:
cinco más cinco es igual a diez, y cinco por
cinco es igual a veinticinco. Observen la
gran diferencia: ¡Cuando multiplicamos
cinco por cinco obtenemos un 150 por
ciento más que cuando sumamos cinco
más cinco!
Esta mañana queremos mostrar que el
principio milagroso de la multiplicación es
divino. Si en términos humanos la multipli-
cación es una operación matemática, en
términos bíblicos la multiplicación es una
operación divina. Vamos a mostrar que en
términos del reino de los cielos, el
significado de la multiplicación difiere del
significado que se le da en términos de la
tierra. ¿En qué consiste esta diferencia? En
que Dios multiplica para bendecir a otros,
en tanto que el hombre multiplica para sí
mismo.
18
19. ORIGEN DEL CONCEPTO DE
MULTIPLICACIÓN
Se dice que Pitágoras, un filósofo griego
que vivió en el siglo VI antes de Cristo, fue
el primer matemático puro de la historia.
A él se le atribuye la invención de las tablas
de multiplicación que todos aprendemos
en la escuela primaria, y por eso, de
alguna manera, se asocia su genio
matemático con los orígenes de la
multiplicación. Sin embargo, antes de
Pitágoras, Dios ya era Dios, y al remontar-
nos a la semana de la creación, lo encon-
tramos dando origen al principio bíblico
de la multiplicación.
En efecto, en la semana de la creación,
Dios ordenó que todo fuera multiplicado.
La orden se cumplió, y efectivamente
todo fue multiplicado. ¿Ha sido curioso en
preguntarse por qué Dios ordenó que
todo fuera multiplicado? ¿Será que lo hizo
para beneficio de sí mismo, como tende-
mos a hacer los seres humanos? ¡No!
Dios multiplicó para bendición de todos
los seres que poblarían la tierra, es decir, a
favor de los demás.
Por ejemplo, cuando usted lee Génesis
capítulo uno, encuentra que en el tercer
día de la creación Dios hizo la vegetación,
que incluye hierba, plantas y árboles de
toda especie, la cual debía producir semilla
para multiplicarse: «Y dijo Dios: ¡Que haya
vegetación sobre la tierra!; que esta
produzca hierbas que den semilla, y
árboles que den su fruto con semilla,
todos según su especie» (Génesis 1:11).
Pero toda esta creación vegetal, aún
desde la humilde hierba, debían producir
semilla para multiplicarse con un claro
propósito: que animales y seres humanos
tuvieran siempre alimento. Dios dijo: «Yo
les doy de la tierra todas las plantas que
producen semilla y todos los árboles que
dan fruto con semilla; todo esto les servirá
de alimento. Y doy la hierba verde como
alimento a todas las fieras de la tierra, a
todas las aves del cielo y a todos los seres
vivientes» (Génesis 1:29, 30).
En realidad, todos sin excepción, debían
multiplicarse. Cuando en el quinto día
Dios hizo las aves y los peces dijo: «Sean
fructíferos y multiplíquense; llenen las
aguas de los mares. ¡Que las aves se
multipliquen sobre la tierra! (Génesis
1:22). Al día siguiente, el sexto de la
creación, Dios hizo a los animales terres-
tres según su especie, porque también
debían multiplicarse: «Que produzca la
tierra seres vivientes; animales domésti-
cos, animales salvajes, y reptiles según su
especie» (Génesis 1:24). Así que por
donde se mire, el relato de la creación
está saturado de un principio que es de
origen divino: la multiplicación; y la
abundancia que resulta por el efecto
multiplicador del Dios Creador, es para
beneficiar de una u otra manera a todas
sus criaturas. ¡Alábenlo! Porque Dios es
bueno.
EL HOMBRE Y LA MULTIPLICACIÓN
Pero el hombre no podía quedar fuera del
efecto multiplicativo de la bendición del
Creador. Por eso, después de crearlos, el
relato bíblico nos dice que Dios «los
bendijo con estas palabras: Sean fructífe-
ros y multiplíquense» (Génesis 1:28).
Entiéndase bien lo que acabamos de leer.
El texto dice que Dios bendijo al hombre
con dos palabras: fructificar y multiplicar;
por lo tanto, la capacidad de fructificar, de
19
20. multiplicar, le ha sido dada al hombre
como una bendición de su Creador. Es
crítico y vital que este punto quede bien
claro en nuestra mente: ¡Dios nos creó
con la capacidad de fructificar y multiplicar!
Por otro lado, debemos aclarar, que esta
bendición multiplicativa no solo implicaba
que el hombre y la mujer podían engen-
drar hijos, sino que también incluía que
fueran fructíferos en la administración de
los vastos recursos que Dios recién había
creado. La palabra de Dios dice, que él
sometió al dominio del hombre todo lo
creado, poniéndolo «en el jardín del Edén
para que lo cultivara y lo cuidara»
(Génesis 2:15). Por eso es que Dios le dio
la capacidad de fructificar y multiplicar,
pues para que el hombre pudiera cultivar
y cuidar aquellos vastos recursos, debía
tener capacidad administrativa para hacer-
los productivos. Por ejemplo, solo piense
en la enorme capacidad que Adán y Eva
debían tener para inventariar todos esos
recursos. ¡Imagínelo!
Como efecto del pecado, el principio
bíblico de la multiplicación fue alterado en
el hombre. A esto se debe que tendamos
a multiplicar para nosotros mismos, en
lugar de hacerlo para beneficiar a otros,
como lo hace Dios. El hombre, ha tenido
que reaprender los fundamentos de la
multiplicación a lo largo de su historia. Por
ejemplo, aunque los babilonios gozan del
reconocimiento de haber sido grandes
recopiladores de tablas aritméticas, y se
les reconoce su mayor gusto por la
multiplicación que por la división, su
dominio de la ciencia de multiplicar era
rudimentario.
Los griegos gozan del prestigio de haber
hecho de la multiplicación su guía para
ordenar su conocimiento matemático.
Pitágoras era griego, pero aun así, la
multiplicación seguía en pañales. Si
dejamos el viejo continente y nos traslada-
mos a América, antes de que fuera coloni-
zada por los españoles, es cierto que
encontramos que entre los nativos del
Perú y otros pueblos había dominio de
ciertos conocimientos básicos sobre la
multiplicación, pero también eran
rudimentarios. En nuestro tiempo, es
hasta que vamos a la escuela primaria,
entre el segundo y tercer grado, que se
nos enseñan los fundamentos de la
multiplicación. Esto ocurre alrededor de
los ocho años de edad.
Ahora bien, todo este desarrollo del
conocimiento sobre la multiplicación a lo
largo de la historia, y luego el dominio de
sus fundamentos en la escuela primaria, es
cierto que es básico e importante, pero el
principio de aprender a multiplicar como
lo hace Dios, que multiplica para hacer
crecer su obra redentora y para beneficiar
a otros, es mucho más importante y
básico, por lo que debe ser aprendido en
cualquier etapa de la vida y practicado a lo
largo de toda la vida.
EL HOMBRE DEBE SABER
MULTIPLICAR
Cuidar y cultivar los recursos, es adminis-
trarlos con eficiencia multiplicativa,
fructífera. Dios mismo es fructífero en
todo cuanto hace. Su plan para la creación
del mundo fue fructífero. Su plan para la
salvación del pecador es fructífero, pues
cada día se siguen añadiendo a la iglesia los
20
21. nombres de los que serán salvos. A su hijo
Jacob, que es Israel, su pueblo, le garanti-
za diciendo: «Yo te haré crecer, y te
multiplicaré » (Génesis 48:4). Por eso
usted y yo somos parte del crecimiento y
la multiplicación que da Dios. La capacidad
de multiplicar, de hacer fructificar ya nos
ha sido dada, pero no estamos solos para
lograrlo, pues Dios ha empeñado su
palabra de hacernos crecer y multiplicar-
nos en todas las áreas del desarrollo
humano y cristiano.
Cuando Jacob bendice a su hijo José le
dice: «Rama fructífera es José, rama
fructífera junto a una fuente» (Génesis
49:22). Luego José trasladó esta bendi-
ción multiplicativa a su descendencia por
medio de su segundo hijo, a quien llamó
Efraín, que significa « ¡fructífero!». Note,
observe, que el ser fructífero sigue siendo
una bendición, exactamente de acuerdo a
la intención de Dios al bendecir al hombre
dándole la capacidad de fructificar y
multiplicar cuando lo creó. Jacob colocó
sus manos sobre su hijo José para bende-
cirlo diciéndole: «Rama fructífera es José,
rama fructífera junto a una fuente.» ¿Se
cumplió esa bendición? ¿Fue fructífero
José? ¡La Biblia dice que «el Señor estaba
con José y lo hacía prosperar en todo!»
(Génesis 39:3).
Pero José quiso asegurarse de trasladarle
esta bendición a su hijo. Sabemos lo
significativo que eran los nombres en la
antigüedad, y José, al buscar un nombre
para su hijo, encontró uno en el que iba la
semilla de la multiplicación: Efraín, «fructí-
fero ». Esa fue la herencia que había recibi-
do de su padre; esa fue la herencia que le
legó a su hijo. Es que la consigna de ser
fructíferos y multiplicativos, se transmite
de generación en generación, desde Adán
y hasta nuestros días. Por eso, a los que
vivimos en esta generación, se nos ha
heredado la capacidad de fructificar y
multiplicar que Dios le dio al hombre al
crearlo, y esto, con un claro propósito:
cuidar y cultivar con efecto multiplicativo
todo lo que Dios ha puesto bajo nuestra
mayordomía. Usted es Efraín, «fructífero»,
porque esa es la herencia que le ha legado
su padre que está en los cielos. Lo hizo
desde los días de la creación.
CONCLUSIÓN Y LLAMADO
Jesús, en cuyo nombre Dios redime a su
pueblo, nació en una pequeña aldea
llamada «Belén Efrata». ¿De dónde viene
lo de «Efrata»? Le viene de Efraín, «fructí-
fero », lo cual indica que de su seno, no
pudo nacer nada más fructífero que Jesús,
el Autor de nuestra salvación. ¿Puede
haber algo más fructífero que esto?
Cuando José fue nombrado gobernador
de Egipto, bajo la bendición del Dios
multiplicador, la Biblia dice que «juntó
alimento como quien junta arena del mar,
y fue tanto lo que recogió que dejó de
contabilizarlo. ¡Ya no había forma de
mantener el control!» (Génesis 41:49).
¿Puede usted creerlo? Solo Dios puede
multiplicar de tal manera que ya no haya
forma de contabilizar tanta abundancia. En
otra ocasión, Jesús tuvo que echar mano
de su capacidad multiplicativa, para
alimentar a una multitud de cinco mil
hombres hambrientos, sin contar las
mujeres y niños.
21
22. Estos dos eventos ilustran, que cuando
Dios multiplica lo hace de manera geomé-
trica. ¡Hace sobreabundar! Sí, Dios está
empeñado en fructificarnos y multiplicar-
nos, porque somos parte de la descen-
dencia que él prometió hacer crecer y
multiplicar; y ya sabemos que lo que él
promete, lo cumple. «Yo te haré crecer, y
te multiplicaré», dice el Señor en Génesis
48:4.
Uno de los requistos bíblicos que Dios
exige para multiplicar su benciones en
usted y para otras personas, es el diezmo.
Dios lo bendice a usted dándole un
trabajo, una pensión, o alguna otra bendi-
ción. Luego usted al diezmar multiplica la
bendición de Dios para otros; porque con
el diezmo se sustenta el avance del
evangelio en muchos lugares; y aún en
zonas remotas e inaccecibles, y si alcanza
a personas que nunca conocieron de
Jesús.
¿Quién desea que el Señor lo haga crecer?
Levante su mano por favor. ¿Quién quiere
que el Señor le multiplique? Diga, «yo
quiero», levantando su mano. Ahora bien,
hay alguien que quiera decirle al Señor:
«Señor, sé que me has bendecido con la
capacidad de fructificar y multiplicar. Por
favor, te ruego que me ayudes a ser como
Jacob, como José, como Efraín. Ayúdame
a ser fructífero, a ser multiplicador de
bendición, para beneficiar a tu iglesia y a
los demás.» ¿Hay alguien que quiere
hacerle esta oración al Señor? Por favor,
póngase en pie y acérquese al altar todo
aquel que quiera hacerle esta oración al
Señor. Vamos a orar.
Fuente: Unión Mexicana Central
22
23. CULTO JOVEN
Sábado 21 de febrero
Usemosloque
Tenemos
TEXTO BÍBLICO
Mateo 25: 14-30.
Suena como jactancia, ¿verdad? El primer
siervo contestó: «¿Qué he estado hacien-
do? Bien, tú me diste cinco y yo gané
cinco más». El segundo siervo, de modo
semejante, informó: «Me diste dos y
conseguí dos más». Es como si estos dos
hombres vinieran a su amo y quisieran
que él notara sus realizaciones. «Mira lo
que hemos hecho. ¿No estás orgulloso de
nosotros?».
Pero eso no es lo que realmente ocurrió.
La historia es la siguiente: Un hombre salió
de viaje y dejó sus bienes a sus siervos
más leales. Sencillamente dividió su
riqueza entre ellos. No les dijo que volve-
ría. No les dijo que invirtieran el dinero.
No les dijo que iban a ser juzgados por lo
que hicieran con lo que les daba. No les
dijo que quería el dinero cuando regresa-
ra. Sin embargo, en alguna forma ellos
sabían estas cosas. Tal vez estaba implícito
que el amo «más grande» diera sus bienes
a los siervos «más pequeños». Tal vez se
debió a que conocían su personalidad y
sabían lo que implicaban sus dones.
Cuando regresó, estaban preparados para
devolverle lo que les había dado. El
primer siervo regresó con sus cinco
talentos y cinco más. El amo estaba
satisfecho. El siguiente siervo volvió con
dos talentos adicionales además de los
que el amo le había dado. La felicitación
23
24. «bien hecho» sonó en sus oídos.
El tercer siervo, sin embargo, volvió con
un solo talento. No había hecho nada con
lo que el amo le había dejado. El amo se
disgustó mucho, no simplemente porque
necesitaba el interés sobre su dinero, sino
porque este siervo, por temor; no había
hecho nada. Así que el amo dio ese
talento al que tenía diez y despidió al
tercer siervo. No podía aceptar el servicio
de alguien que le temiera.
CONTEXTO DEL JUICIO
Al contar este relato, Jesús lo puso en el
contexto del juicio y de la preparación.
Estaba diciéndonos que no sabemos
cuándo ocurrirá el juicio, de modo que
debemos estar preparados. Entonces
explicó cómo hemos de estar preparados.
Nos recuerda que debemos estar prepa-
rados, no prepararnos. Prepararse es para
los no cristianos. Los que no conocen a
Cristo y su salvación necesitan prepararse.
Pero los cristianos que conocen la fuente
de su salvación reciben la instrucción de
estar preparados, lo que implica un estado
de preparación. En Colosenses 1: 12 nos
habla acera del «Padre que nos hizo aptos
para participar de la herencia de los santos
en luz».
Esto no implica negligencia ni letargo. Al
contrario, somos vigorizados con alegría
ante la perspectiva de nuestro futuro: un
futuro asegurado en el Padre y el Hijo por
medio del ministerio del Espíritu Santo.
Por causa de esto, permitiremos que Dios
termine la obra que comenzó en
nosotros cuando nos convertimos. Nues-
tros caracteres son transformados, el
pecado es atacado y vencido en su fuente
y el amor se expresa mediante nuestras
acciones y reacciones.
LA FIGURA DE UN ESCLAVO
Jesús usa tres palabras descriptivas en esta
historia para transmitir la verdad que
quería enseñar. El primer cuadro que
pinta es el de un siervo. En realidad, esta
persona es un esclavo. Es propiedad total
de su amo. De todo lo que podamos
imaginar respecto de qué es ser un
esclavo, el aspecto más fundamental es
que un esclavo es impotente. Y tal vez
éste es el punto crucial del relato de Jesús.
Estos tres esclavos, aunque impotentes,
reciben suficiente riqueza para cambiar
sus vidas completamente. El uso que cada
uno de ellos hizo de su riqueza reveló su
carácter.
Algunos psicólogos dicen que uno de los
impulsos básicos de nuestra humanidad es
el ansia de poder. Luchamos por el poder;
porque con el poder podemos proteger-
nos a nosotros y a nuestros amados, y
también influir sobre nuestro ambiente de
modo que podamos controlar a otros.
No podemos escapar del trato con el
poder. O estamos sufriendo los intentos
de otra persona para obtener poder, o
tratando de obtener poder nosotros
mismos. Pero ser un esclavo significa ser
impotente. Si, usted y yo, estamos descri-
tos en este relato, nuestra impotencia
llega a ser un principio fundamental. No es
extraño que muchos cristianos quieran
apartarse del llamamiento de Dios al
servicio. A nadie le gusta ser impotente.
Sin embargo, esto es lo que se necesita.
Un esclavo no tiene poder propio, pero
tiene el poder de su amo a su disposición,
24
25. si va a realizar la obra de su amo.
John R. W. Stott, en la página 106 de su
libro The Preacher´s Portrait [Retrato del
predicador], dice que «el primer paso
hacia una dotación de poder es el humilde
reconocimiento de nuestra falta de él.
Necesitamos poder –escribe- no sólo en
nuestras vidas sino en nuestro ministerio.
Nunca comenzaremos a buscar el poder
de Dios hasta que lleguemos a ver la
inutilidad de intentar proclamar la Palabra
de Dios sólo con la debilidad del
hombre».
EL MENSAJE DE LOS TALENTOS
El segundo cuadro que Jesús pinta es el de
los talentos. No importa de qué manera
calculemos la cantidad de dinero que
recibieron, percibimos que aún un talento
es mucho más de lo que los esclavos
alguna vez poseyeran. El amo fue verda-
deramente generoso. Dio a cada uno una
cantidad que excedía por mucho sus
cálculos más grandes.
Siendo esclavo usted no tiene derecho a
nada. Del mismo modo, Dios, al compar-
tir los talentos con nosotros, nos otorga
un espectro amplio de talentos y habilida-
des que cada creyente puede desarrollar.
Y cada uno de nosotros puede compartir
entusiastamente a un Dios que nos da
algo que excede nuestros sueños más
inalcanzables. Si él no nos diera los
talentos, no tendríamos nada de valor en
nosotros mismos, Si añadimos nuestra
inutilidad a nuestra impotencia, podemos
comenzar a entender el estado de un
esclavo. Pero para el cristiano hay una
diferencia. Nuestro amo es generoso,
amable, y nos conoce tanto que nos da en
armonía con lo que nos hará más comple-
tos y felices. A algunos les da cinco
talentos; a otros les da dos; y a algunos les
da uno. Pero no importa qué nos dé, nos
hace increíblemente felices, o por lo
menos debería hacerlo.
RETRATO DEL AMO
El cuadro importante es aquí el del amo.
Demasiado a menudo vemos la autoridad
como un cargo elegido o designado.
Nuestros «amos» tienden a ser seres
humanos que de alguna manera tienen
autoridad sobre nosotros. Esto no es
bíblico. ¿Quién posee autoridad de acuer-
do con la Biblia? ¿Quién es el «Amo»? De
acuerdo con la Escritura, usted y yo no
tenemos autoridad. Hay sólo una autori-
dad: Jesucristo.
Nosotros somos esclavos que nacimos sin
poder ni valor. Es el amo el que nos da
poder y valor. Nuestro problema es la
dificultad que tenemos en saber cómo
permitirle ser la cabeza de todo. En forma
equivocada, pensando que él nos ha
señalado como cabeza, intentamos
conducir nuestro ministerio mediante
nuestros propios dones y habilidades. Sin
embargo, lo que se nos ha llamado a
hacer es someternos a él, percibiendo
que los talentos que tenemos son de él.
Los dones que tenemos son de él.
Cuando comprendemos este principio
comenzamos a entender la verdadera
libertad. Mientras Jesús nos habla de la
respuesta de los esclavos a su generosi-
dad, vemos otra vez la libertad en acción.
Los primeros dos esclavos informaron al
25
26. amo en términos que al principio parecen
jactancia: «Tú me diste cinco talentos. Tú
me diste dos talentos. Y mira lo que
hemos hecho con ellos. Los hemos
duplicado». ¿Realmente los duplicaron?
No. Porque solamente Dios da la ganan-
cia. Entonces, ¿por qué dieron un informe
tan entusiasta? Ellos sabían que el amo
quedaría contento.
COMPARTIR LAS BUENAS NUEVAS
¿Recuerda usted la ocasión en que
compartió buenas noticias con sus padres
o con alguna persona significativa en su
vida? Tal vez fue una libreta de calificacio-
nes de primer grado, un éxito en los
deportes, o el ingreso a la Universidad. Su
gozo sería fortalecido solamente si sus
padres o amigos se unían con usted. Y al
compartir con ellos su buena suerte, sus
sonrisas le demostraban que ellos le
asignaban valor y que todos estaban
participando de su gozo. «Dios es el que
nos da diferentes dones y habilidades
basados en su propio poder y valor. Un
Dios entusiasta y sonriente espera
ansiosamente que compartamos su
gozo».
Estos dos esclavos sintieron lo mismo para
con su amo. Ellos sabían que podían
compartir su entusiasmo por las ganancias
con él, porque sabían que él sonreiría con
aprobación y se uniría a ellos en la
celebración. Todo el cielo se uniría en su
gozo. El máximo gozo de Cristo es que su
pueblo comparta su gloria (véase Testimo-
nios para los ministros, págs. 20, 21). Pero
el tercer esclavo nunca conoció esta
libertad. Escondió su talento en el suelo
con estas palabras: «Tuve miedo» (Mat.
25: 25). Sintió que no podía compartir su
entusiasmo con el amo. El temor al
fracaso y al amo le impidió experimentar
el gozo resultante de usar los talentos al
servicio del amo.
El temor es el mayor inhibidor del
servicio. Dios nos provee abundantemen-
te con dones y capacidades. Pero en la
medida en que tenemos miedo o
estamos inseguros de él, dejamos de usar
esas capacidades y dones. Podemos
entender que como cristianos se nos
llama para usar nuestros dones como
puentes hacia todos los segmentos de
nuestra sociedad. Podemos entender que
todo proviene de Dios.
Podemos reconocer a Jesús como
nuestro Señor y amo. Podemos tener
muchos dones, más que uno o dos.
Podemos saber que no hemos de quedar
ociosos mientras esperamos el regreso de
Cristo. Podemos reconocer que hay
personas a quienes Dios ha puesto en
nuestra esfera de influencia y a quienes
podemos alcanzar para Cristo con más
facilidad que ninguna otra persona. Pero si
tenemos temor, nos esconderemos y
rehusaremos arriesgarnos por miedo al
fracaso.
El llamamiento a hacer algo con nuestros
talentos y dones es primero un
llamamiento para conocer al amo. Por
esto Jesús dijo, durante todo su ministerio,
que si conocíamos la verdad, la verdad
nos haría libres (Juan 8: 32). Una y otra
vez, Jesús dice a sus discípulos: «No
temáis». Y en 1 Juan 4: 19 nos recuerda
que «el perfecto amor echa fuera el
26
27. temor».
La revolución del servicio y el reaviva-
miento que esperamos se basa sobre la
búsqueda de la verdad, la verdad de que
como esclavos somos impotentes y sin
valor. Dios es el que nos da los diferentes
dones y habilidades, basados en su propio
poder y valor. Un Dios entusiasta y
sonriente espera ansiosamente que
compartamos su gozo. ¿Necesitamos
hacer algo? Primeramente, busquemos la
verdad acerca de Dios con renovado
vigor y determinación. Entonces él nos
dará dones y talentos, con los cuales
pueda realizarse una revolución de
servicio.
_______________________________
BOV BRETSCH, al escribir este mensaje
era pastor de la iglesia de College View en
el campus del Union College, Nebraska,
Estados Unidos. Su esposa Bev comparte
con él su ministerio.
27
28. CULTO DE ADORACIÓN
Sábado 14 de marzo
Nombradopara
gobernarla
Vida
TEXTO BÍBLICO
Daniel 2:48.
«Luego el rey puso a Daniel en un puesto
prominente… lo nombró gobernador
de toda la provincia de Babilonia».
Según el Salmo 90, nuestro promedio de
vida es de 70 años. No queremos
alarmar, pero cuando una persona cumple
35 años, de acuerdo al promedio, le
quedaría el 50 por ciento de vida. Al
cumplir 50 años habrá vivido el 71 por
ciento, restándole un 29 por ciento por
vivir. Lo cierto es que sin importar los años
vividos, solo usted puede dar cuenta de la
manera cómo se vivieron. Esto es porque
a lo largo de su vida, usted es el único
responsable de sus decisiones. Como
escribiera el gran poeta Amado Nervo:
«Porque veo al final de mi rudo camino,
que yo fui el arquitecto de mi propio
destino».
La toma de decisiones es un proceso
administrativo que consiste en elegir una
alternativa entre varias. El libre albedrío
que Dios nos dio, la libertad de elegir, lo
ponemos en acción cada vez que
tomamos una decisión, individual o
empresarial, familiar o financiera, o de
cualquier otro tipo. No creemos en el
destino, esa idea de que lo que somos,
que las cosas que nos ocurren, han sido
determinadas por un poder sobrenatural
que nadie puede evitar ni modificar. Dios
nos dio la libertad de administrar nuestras
vidas tomando nuestras propias decisio-
nes, pero sin olvidar, que al final del rudo
28
29. camino, cada uno como arquitecto de su
propio destino, verá los resultados de lo
que en vida construyó.
Debido a esta verdad, el autor del Salmo
90 ora al Señor suplicando: «Enséñanos a
contar bien nuestros días, para que
nuestro corazón adquiera sabiduría»
(Versículo 12). Si los días de nuestra vida
son 70 años, cada uno de ellos debe ser
contado y administrado con sabiduría. Así
vivió el profeta Daniel, consciente, desde
muy joven, de que sus decisiones deter-
minarían el éxito o fracaso de su vida. Así
es como llegó a ser un triunfador. ¿Cuál
fue su secreto para tomar buenas decisio-
nes? ¿Cómo adquirió la sabiduría para
contar y administrar sabiamente los años
de su vida? ¿Qué nivel de éxito alcanzó
como resultado de sus acertadas decisio-
nes?
LA DECISIÓN DE SER FIEL
Cuando Daniel llegó a Babilonia tenía
unos 14 años de edad, apenas un adoles-
cente. Había sido arrancado con violencia
de su hogar en Jerusalén, y ahora era un
prisionero de guerra. Cuando el rey
Nabucodonosor pidió que se llevara ante
su presencia a algunos de los israelitas
traídos como cautivos, indicó el perfil que
debían tener. Daniel 1:4 presenta las
cuatro características exigidas: Uno:
«debían ser jóvenes apuestos y sin ningún
defecto físico»; dos: que «tuvieran aptitu-
des para aprender de todo»; tres: «que
actuaran con sensatez»; y cuatro: debían
ser «sabios y aptos para el servicio.» Si
observamos, la primera característica
tiene que ver con el parecer físico, pero
las otras tres están relacionadas con el
carácter. Hay una palabrita que hace la
gran diferencia entre estas características:
decisiones. ¿Por qué? Porque Daniel no
tuvo que decidir ser apuesto y no tener
ningún defecto físico, pues así había
nacido, pero tener aptitud para aprender
de todo sí exigió de él una decisión;
comportarse con sensatez fue una
decisión, y su disposición para el servicio
también fue el resultado de una decisión.
Daniel llegó a Babilonia como esclavo,
pero esta condición no impidió que llegara
a ser un triunfador. Sus decisiones
construyeron ese éxito. Había decidido
aprovechar toda oportunidad para apren-
der; había decidido actuar con sensatez, y
había decidido hacer del servicio una
misión en la vida. Decisiones como estas
lo convirtieron en el arquitecto de su
propio destino. Cuando en Daniel 1:8
leemos que el jovencito «se propuso no
contaminarse con la comida y el vino del
rey», tan solo estaba reafirmando una
decisión que ya había tomado, la de ser
fiel a Dios, la más grande decisión que se
pueda tomar en la vida. Daniel nació con
buen parecer físico, pero no nació siendo
fiel a Dios; tuvo que decidirlo. Esa fidelidad
dio los resultados que a continuación
vamos a mostrar.
DANIEL, EL PROFETA TRIUNFADOR
En Daniel 2:48 leemos, que «el rey puso
a Daniel en un puesto prominente»:
Nabucodonosor «lo nombró gobernador
de toda la provincia de Babilonia». Sin
embargo, antes de este nombramiento,
otro Rey ya lo había nombrado para un
puesto todavía más prominente: El Rey de
reyes lo nombró gobernador de su propia
29
30. vida, responsable de sus propias decisio-
nes, administrador diario de una empresa
llamada vida. Cuando Daniel decidió ser
un fiel mayordomo ante Dios, al no conta-
minarse con la comida de Nabucodono-
sor, tan solo estaba dando evidencia de
que había aprendido a administrar su vida
con sabiduría. Estaba preparado para
triunfar. De principio a fin y contra toda
oposición, la vida de Daniel siempre fue
exitosa. Enfrentó adversidad, pero su
decisión de ser fiel le aseguró la continua
bendición del Señor. Cuando Nabucodo-
nosor murió, Daniel fue marginado por el
nuevo rey, Belsasar; pero en Daniel 5:29
leemos que este mismo rey terminó
ordenando, «que se vistiera a Daniel de
púrpura… y que se le nombrara tercer
gobernante del reino». ¿Es esto éxito?
Después de la caída del imperio babilóni-
co, Daniel 6:1, 2 nos dice que el rey Darío
«consideró prudente nombrar a ciento
veinte sátrapas y tres administradores,
uno de los cuales era Daniel». Ahora
gobernaban los reyes medo persas, y la
decisión de
Daniel de seguir siendo fiel a Dios
continuo asegurándole éxito total; tanto,
que en el versículo 3 leemos, que «tanto
se distinguió Daniel por sus extraordina-
rias cualidades administrativas, que el rey
pensó en ponerlo al frente de todo el
reino».
La vida de Daniel contiene grandes leccio-
nes relacionadas con la administración,
tanto de la vida pública, como también de
la vida privada. Los varios reyes que le
conocieron se dieron cuenta de sus
«extraordinarias cualidades administrati-
vas», y por ello le confiaron altas respon-
sabilidades públicas que Daniel desempe-
ñó con fidelidad. Pero Daniel también fue
siempre fiel en la administración de su vida
privada. Cuando vivía en Jerusalén, antes
de su cautiverio, había decidido ser fiel. En
la época de los babilonios, siguió siendo
fiel. En el periodo de los medos persas,
reafirmó su decisión de ser fiel; y cuando
llegó al final de sus días, su vida fue sellada
como un monumento a la fidelidad.
DANIEL Y SU SECRETO PARA
TRIUNFAR
Así de eficiente fue Daniel en la adminis-
tración de su vida. ¿Cuál fue el secreto de
su éxito? ¿Qué lo calificaba para tomar
buenas decisiones? En el capítulo 6 de su
libro hay un acontecimiento que nos
ayuda a encontrar la respuesta. Resulta
que, debido a las «extraordinarias cualida-
des administrativas» que había en Daniel,
un grupo de funcionarios que administra-
ban el reino junto con él, celosos de su
éxito, tramaron asesinarlo. Hicieron que
el rey Darío firmara un decreto, según el
cual, durante treinta días, nadie podía
adorar a ningún otro dios sino solo al gran
rey Darío. Por supuesto, Daniel se dio
cuenta de que todo aquello era un
complot para asesinarlo. ¿Qué decisión
tomó Daniel al enterarse de semejante
amenaza? El versículo 10 contiene la
respuesta: «Cuando Daniel se enteró de
la publicación del decreto, se fue a su casa
y subió a su dormitorio, cuyas ventanas se
abrían en dirección a Jerusalén. Allí se
arrodilló y se puso a orar y alabar a Dios,
pues tenía por costumbre orar tres veces
al día».
30
31. Daniel llegó a Babilonia siendo un adoles-
cente. Posiblemente vivió hasta un poco
más de los cien años de edad. Durante su
larga vida enfrentó toda clase de amena-
zas, celos, envidias, complots; pero nunca
pudieron hacerlo fracasar. Siempre fue un
triunfador. ¿A qué se debe ese éxito? ¿A
sus «extraordinarias cualidades administra-
tivas»? ¿O será que se debe a la total
dependencia de su hábito de orar tres
veces al día? ¡Por supuesto! Lo primero en
lo que Daniel era eficiente y exitoso era
en la administración de su vida espiritual.
El desarrollo de sus «extraordinarias
cualidades administrativas», lo sabio que
era para tomar decisiones correctas, todo
era consecuencia de su hábito de orar tres
veces al día. Su eficiente relación con
Dios le aseguraba el éxito en todo lo
demás.
En el año 2009 Sergio Marchionne fue
nombrado presidente de Chrysler, una
empresa automotriz al borde del fracaso
financiero. Lo nombraron por el éxito que
había tenido como presidente del Grupo
Fiat, otro fabricante de autos en Europa.
Esto significa que poseía extraordinarias
cualidades administrativas. Así que, basado
en estas cualidades ya probadas en Fiat,
cuando fue nombrado para administrar
Chrysler, seguro que Marchione analizó
todo lo que debía hacer para repetir en
Chrysler el éxito que había tenido en Fiat.
Tenía que tomar grandes decisiones. Su
prestigio de buen administrador estaba en
juego. ¿Qué fue lo primero que hizo el
señor Marchione al enfrentar el nuevo
reto? ¿Será que se fue a orar para pedir
sabiduría al Dios del cielo? Y usted, ¿qué
es lo primero que hace cada día del año
para enfrentar sus propios desafíos?
Durante 365 días tiene que administrar su
estilo de vida, sus hijos, su ministerio en la
iglesia, su dinero, sus estudios, su
matrimonio, sus bienes. Usted y yo
hemos sido nombrados mayordomos o
administradores, no necesariamente para
administrar un reino como Daniel, ni una
compañía como Chrysler, pero si para
administrar una empresa que se llama
vida. El éxito o fracaso de esta empresa,
dependerá de la sabiduría que usted
muestre en la toma de decisiones. Puede
decidir administrarla como el señor
Marchionne, usando su habilidad humana,
o puede hacerlo como Daniel, orando
tres veces al día y usando todo el poder
de Dios.
CONCLUSIÓN Y LLAMADO
La empresa de la vida es más grande que
el reino de Babilonia; infinitamente más
grande que Chrysler. Por eso exige, para
administrarla con éxito, la más grande
entrega espiritual al Señor. Si el éxito es el
objetivo buscado por cualquier empresa,
la vida se administra con el mismo fin.
¿Cómo lograrlo? Decidiendo caminar por
la senda de la fidelidad a Dios, como lo
decidió Daniel. Haciendo de la oración un
hábito de todos los días, para recibir
sabiduría y tomar decisiones acertadas en
toda circunstancia, buena o mala. Este es
el secreto de una vida triunfadora. Lo vivió
Daniel, y quedó probado para que en
nosotros se repita el mismo éxito, si lo
imitamos.
Daniel fue un triunfador, un gran hombre;
pero más grande fue su inquebrantable
decisión de ser fiel a Dios. Un foso lleno
de leones hambrientos no pudo quebran-
31
32. tar aquella decisión. A lo largo de su vida
en esta tierra fue muy bien recompensado
por reyes y monarcas, pero a lo largo de
la eternidad el Rey y Soberano del univer-
so le cumplirá esta promesa: «Al final de
los tiempos te levantarás para recibir tu
recompensa» (Daniel 12:13). ¿Puede
haber éxito más grande? Y todo como
resultado de una decisión. ¿Qué decisión?
La que leemos en Salmo 119:30: «He
optado por el camino de la fidelidad». Por
lo tanto, «sé fiel hasta la muerte, y yo te
daré la corona de la vida», promete el
Señor en Apocalipsis 2:10. ¿Quieres hacer
tuya esa promesa? Entonces opta, decide,
«por el camino de la fidelidad». ¿Cuántos
desean alcanzar del éxito de Daniel?
¿Puedo ver las manos? Entonces «sé fiel
hasta la muerte» en gobernar tu vida, y sin
duda, «al final de los tiempos te levantarás
para recibir tu recompensa».
Fuente: Unión Mexicana Central
32
33. Oración
Unpacto
de
TEXTO BÍBLICO
1 Timoteo 5:8.
«Porque si alguno no provee para los
suyos, y mayormente para los de su casa,
ha negado la fe, y es peor que un incrédulo»
CULTO JOVEN
Sábado 14 de marzo
Si la misión de la iglesia es evangelizar al
mundo, el propósito de la vida cristiana es
alcanzar una estrecha relación con Dios.
En la medida que el cristiano profundice
su relación personal con el Señor, se
fortalecerá su compromiso con el cumpli-
miento de la misión de la iglesia y de
cualquier otro deber. Por supuesto para
profundizar nuestra vida espiritual hemos
de cultivar una vida de oración y estudio
diario de las Escrituras. Estas son las dos
principales herramientas que el Señor nos
ha proporcionado para fortalecer nuestra
vida espiritual.
En este sermón vamos a ver, que en
términos estrictamente bíblicos, la mayor
riqueza a la cual un cristiano puede aspirar
es mantener una íntima relación con Dios;
y vamos a conocer los grandes beneficios
de entrar en una relación de pacto con el
Señor. En realidad vamos a conocer tres
pactos: En primer lugar, un Pacto de
Oración, que lo haremos hoy al final del
tema. En segundo lugar, un Pacto de
Fidelidad al estudio de la Biblia, que lo
haremos en un próximo mes. En tercer
lugar, un Pacto de Compromiso Total con
la causa del establecimiento del Reino de
los cielos. Iniciemos pues con nuestro
Pacto de Oración, mediante el cual usted
decidirá cuánto tiempo diario le dedicará a
la oración, a fin de adueñarse de una
33
34. riqueza contra la cual no hay devaluación
ni crisis económica.
¿El uno por ciento para orar?
La vida es un período de tiempo extrema-
damente breve. Job dice que «pocos son
los días, y muchos los problemas que vive
el hombre» y que «es como las flores, que
brotan y se marchitan» (Job 14: 1, 2, NVI).
Una imagen todavía más impactante es la
de la sombra, en efecto, para Job la vida
«es como efímera sombra que se esfuma»
(vers. 2, NVI).
Lo efímero de la vida se hace evidente
cuando el hombre «muere y pierde su
fuerza; exhala el último suspiro, y deja de
existir. Y así como del mar desaparece el
agua, y los ríos se agotan y se secan, así los
mortales, cuando se acuestan, no se
vuelven a levantar» (vers. 10-1 2, NVI).
De hecho, para el Salmista la vida es tan
fugaz, que «se esfuman nuestros años
como un suspiro» (Salmo 90: 9, NVI).
Según este Salmo, «algunos llegamos
hasta los setenta años, quizás alcancemos
hasta los ochenta, si las fuerzas nos acom-
pañan » (vers. 10, NVI). Debido a esta
increíble brevedad, asombrado el Salmista
suplica al Señor: «Enséñanos a contar bien
nuestros días, para que nuestro corazón
adquiera sabiduría» (ver. 12, NVI). Es justo
lo que el apóstol Pablo dijo usando otras
palabras: «Aprovechando bien el tiempo,
porque los días son malos» (Efesios 5: 16).
Debido a la extrema brevedad de la vida
lo más importante es cultivar una estrecha
relación con el Señor, el apóstol Pablo
invita con esta solemne amonestación:
«Despiértate, tú que duermes, levántate
de entre los muertos, y te alumbrará
Cristo » (Efesios 5: 14). Administrar con
sabiduría ese breve tiempo es una obliga-
ción primordial de todo ser humano
consciente. Por eso Pablo nos aconseja:
«Así que tengan cuidado de su manera de
vivir. No vivan como necios sino como
sabios» (ver. 15, NVI).
Si de acuerdo con el Salmo 90 el prome-
dio de vida son setenta años, al calcularlo
en minutos el total sería 36.792,000. Si ya
los años son breves, ¡no digamos los
minutos! ¿Cómo vivirlos sabiamente y no
como necios? Vamos a echar un vistazo a
una tabla que compendia de las activida-
des básicas que realizamos todos los días y
el total de minutos que le dedicamos a lo
largo de nuestra vida. Así podremos
tomar conciencia de la facilidad con que se
nos puede escapar el poco tiempo de vida
que nos toca, en actividades que son
necesarias, pero poco productivas.
Estas actividades poco productivas son
como una especie de impuesto que
tenemos que pagar por el derecho de
vida. Son inevitables, y hay que deducir
estos impuestos del total de minutos de
vida que nos toca. Para que la idea de la
tabla quede clara, pensemos por ejemplo
en los primeros tres años de vida, de los
cuales nadie conserva recuerdo por sí
mismo. Son indispensables, pero poco o
nada productivos. Es un impuesto que hay
que pagar por vivir. El cálculo matemático
de nuestra tabla quedaría así:
34
35. Expectativa de
vida (70 años)
36,792,000 minutos
Porcentaje del
total del tiempo
Primeros tres años 1.576,800 4.28%
Dormir 11.738,400 31.90%
Necesidades biológicas 2.934,600 7.97%
Pausa y movilidad 2.934,600 7.97%
Vacaciones 1.728,000 4.69%
Tiempo restante 15.879,600 43.16%
El día tiene 1,440 minutos, si los multipli-
camos por 365 días del año, tenemos un
total de 525,600 minutos. Si multiplica-
mos estos minutos por los primeros tres
años de vida, nos da 1.576,800 minutos.
• Las horas diarias de sueño hemos
considerado que son:
8 horas
• Las necesidades biológicas cotidianas
(comer, aseo, vestirse, etc.):
2 horas
• El tiempo diario de pausa y movilidad:
2 horas
• Vacaciones anuales durante 40 años
de trabajo:
30 días
Los cálculos son aproximados, pero
suficientemente representativos para
nuestro propósito. Así que el tiempo que
nos queda para dedicarlo a la vida produc-
tiva es el 43%. Ahí tendríamos que
colocar las horas de trabajo, el tiempo de
estudio y otras actividades productivas.
Como puede verse, no es mucho. Por
eso Dios nos aconseja vivir, «aprovechan-
do al máximo cada momento oportuno,
porque los días son malos» (Efesios 5: 16,
NVI).
Ahora usemos toda esta información y
preguntémonos ¿cuánto tiempo vamos a
dedicar al cultivo de nuestra vida espiri-
tual?, puesto que no puede haber
actividad más productiva que esta; que si
nos hemos fijado, en la tabla, todavía no la
hemos incluido.
Cultivar la vida espiritual exige tiempo, y
de calidad. Tiempo para orar, para la
lectura y meditación de la Biblia, el estudio
de la lección de la Escuela Sabática, la
matutina, leer el Espíritu de Profecía. Por
ejemplo, de los 36.792,000 minutos de la
vida que nos toca, ¿cuántos minutos
dedicaremos a la oración? Sabemos que la
oración es el aliento del alma, el oxígeno
que nos tiene que revitalizar durante
setenta años de comunión con el Señor.
Pero, ¿cuánto tiempo de nuestra vida
dedicaremos a respirar dicho oxígeno? La
oración nos introduce en la atmósfera
celestial, y de esa atmósfera debemos
respirar para no morirnos de asfixia espiri-
tual. ¿Cuánto tiempo respiramos oxígeno
de esa atmósfera celestial? Supongamos
que decidiéramos diezmar el tiempo
diario para respirar ese vital oxígeno
llamado oración, Si aplicamos el diez por
ciento a las veinticuatro horas que tiene el
35
36. día, dedicaríamos a la oración unas dos
horas media (exactamente 2 horas y 24
minutos).
Recordemos que vamos a hacer un Pacto
de Oración, y eso significa que debemos
comprometernos con el Señor en la
cantidad de tiempo que vamos a dedicar
diariamente a la oración. Si decidimos un
cinco por ciento y no el diez, eso sería
más de una hora. Pero hagamos un ejerci-
cio con el mínimo tiempo que podríamos
dedicar para orar. Digamos que sea
solamente el uno por ciento. ¿Cuánto es
el uno por ciento de veinticuatro horas? Es
algo así como un cuarto de hora (exacta-
mente 14 minutos y 24 segundos).
Analicemos bien este asunto. El día tiene
1,440 minutos, de los cuales dedicaría-
mos solo quince a la oración. ¿Oramos al
menos ese tiempo? No se puede pedir
menos, pues por debajo del uno ya no
hay otro número entero. Uno es el
mínimo de lo contable en número natura-
les.
Ahora notemos lo siguiente. Si dedicára-
mos el uno por ciento de nuestro tiempo
diario a orar, y si llegamos a vivir los seten-
ta años, habremos orado únicamente
410,625 minutos de los 36.792,000.
Comparemos ese uno por ciento con los
porcentajes dedicados a otras actividades
que son poco o nada productivas. Es muy
poco el uno por ciento para orar, pero es
algo bueno para comenzar. Así que
empecemos a respirar el oxígeno para el
alma al menos el uno por ciento del día.
Luego podemos subir al dos por ciento, o
quizás al momento de hacer nuestro
pacto alguno se decida orar el tres por
ciento, o más.
CONCLUSIÓN Y LLAMADO
«Aprovechando al máximo cada momen-
to oportuno, porque los días son malos»,
nos dijo el apóstol Pablo en Efesios 5: 16.
Sí, nuestros días son pocos, y llenos de
problemas, hasta que finalmente llega el
día en que todo ser humano «muere y
pierde su fuerza; exhala el último suspiro,
y deja de existir. Y así como del mar
desaparece el agua, y los ríos se agotan y
se secan, así los mortales, cuando se
acuestan, no se vuelven a levantar» (Job
14: 10-12, NVI).
Mucho nos afanamos en nuestra breve
vida. Corremos de acá para allá, y en
tanto afán se nos van los minutos, los días,
los escasos setenta años que nos toca
vivir. A pesar de que la comunión con
Dios es lo más importante, es la actividad
a la que menos tiempo le dedicamos.
Pasamos más tiempo durmiendo, vacacio-
nando, comiendo, aseándonos, que
orando. ¿Nos parece lógico? Por eso esta
es nuestra oportunidad para tomar la
decisión de dedicar más tiempo a la
oración, y lo podemos hacer firmando un
Pacto de Oración. Hagamos una oración
silenciosa, individual; digámonosle al
Señor qué clase de Pacto de Oración
haremos con él; si vamos a orar el uno, el
dos o el tres por ciento de nuestro
tiempo. Es un pacto entre nosotros y Dios
únicamente.
Reparta las tarjetas “ Mi pacto de oración”
Espere unos minutos para que la feligresia
realice su compromiso.
Termine con una oración de compromiso
Fuente: Unión Mexicana Central
36
37. Mi Pacto de Oración
«Muy de mañana me levanto a pedir ayuda;
en tus palabras he puesto mi esperanza»
(Salmo 119: 147, NVI).
Yo,__________________________________
_______________________ el día ______ de
___________________________ de 2015 me
comprometo delante de mi Dios a encontrarme
con él cada mañana por medio de la oración.
Si el día tiene 1,440 minutos, de todo ese
tiempo, mi Pacto de Oración será:
___________ minutos
Basado en mi plan de oración
podré exclamar gozoso:
«Yo, en cambio, estoy lleno de poder,
lleno del Espíritu del Señor,
y lleno de justicia y de fuerza»
Miqueas 3: 8, NVI.
Mi Pacto de Oración
«Muy de mañana me levanto a pedir ayuda;
en tus palabras he puesto mi esperanza»
(Salmo 119: 147, NVI).
Yo,__________________________________
_______________________ el día ______ de
___________________________ de 2015 me
comprometo delante de mi Dios a encontrarme
con él cada mañana por medio de la oración.
Si el día tiene 1,440 minutos, de todo ese
tiempo, mi Pacto de Oración será:
___________ minutos
Basado en mi plan de oración
podré exclamar gozoso:
«Yo, en cambio, estoy lleno de poder,
lleno del Espíritu del Señor,
y lleno de justicia y de fuerza»
Miqueas 3: 8, NVI.
Mi Pacto de Oración
«Muy de mañana me levanto a pedir ayuda;
en tus palabras he puesto mi esperanza»
(Salmo 119: 147, NVI).
Yo,__________________________________
_______________________ el día ______ de
___________________________ de 2015 me
comprometo delante de mi Dios a encontrarme
con él cada mañana por medio de la oración.
Si el día tiene 1,440 minutos, de todo ese
tiempo, mi Pacto de Oración será:
___________ minutos
Basado en mi plan de oración
podré exclamar gozoso:
«Yo, en cambio, estoy lleno de poder,
lleno del Espíritu del Señor,
y lleno de justicia y de fuerza»
Miqueas 3: 8, NVI.
Mi Pacto de Oración
«Muy de mañana me levanto a pedir ayuda;
en tus palabras he puesto mi esperanza»
(Salmo 119: 147, NVI).
Yo,__________________________________
_______________________ el día ______ de
___________________________ de 2015 me
comprometo delante de mi Dios a encontrarme
con él cada mañana por medio de la oración.
Si el día tiene 1,440 minutos, de todo ese
tiempo, mi Pacto de Oración será:
___________ minutos
Basado en mi plan de oración
podré exclamar gozoso:
«Yo, en cambio, estoy lleno de poder,
lleno del Espíritu del Señor,
y lleno de justicia y de fuerza»
Miqueas 3: 8, NVI.
Nota: Fotocopiar la sufieciente cantidad para todos los participantes
39. CULTO DE ADORACIÓN
Sábado 16 de mayo
Vidasaludableenel
SigloXXI
TEXTO BÍBLICO
3 Juan 2
«Y que tengas salud,
así como prospera tu alma».
Muchas veces equivocadamente creemos
que la vida cristiana sólo tiene que ver con
oración, estudio de la Biblia y testificación.
También erróneamente creemos que
Mayordomía sólo tiene que ver con
Diezmos y Ofrendas. Sin embargo; una
correcta visión bíblica de la vida cristiana y
mayordomía incluye también el bienestar
físico. Si llevamos una vida ordenada,
tranquila, temperante; entonces se
manifestará en una vida saludable.
Cuando Dios bendice; bendice integral-
mente.
VIDA SALUDABLE DESDE EL PUNTO
DE VISTA BÍBLICO
Existen más de 1000 textos bíblicos que
se pronuncian sobre salud. El salmista
afirmó “Él es quien perdona todas tus
iniquidades; el que sana todas tus dolen-
cias” (Salmos 103:3). Incluso; Dios mismo
se autonombró como “Jehová tu sanador”
(Ex 15:26). La obra misional de Jesús en
esta tierra incluía el restablecimiento de la
salud (Marcos 6:55,56). Bíblicamente
podemos decir que la salud es el resultado
de la obediencia a las leyes de Dios; y la
enfermedad es el resultado de la desobe-
diencia a las leyes divinas. Por esta razón;
Jesús le dijo al paralítico de Betesda: “Mira
has sido sanado; no peques más para que
no te venga una cosa peor” (Juan 5:14).
Aunque la Biblia declara que la enferme-
dad es producto del pecado: también,
pueden encontrase múltiples factores
como en el caso del ciego de nacimiento
(Juan 9:3).
39
40. LOS 8 REMEDIOS NATURALES
El Espíritu de Profecía manifiesta que: “La
salud es un gran tesoro. Es la más rica
posesión que los mortales tienen. Si se
adquiere riqueza, honor o conocimiento a
costa de la salud, se está pagando un
precio muy alto. Ninguno de estos logros
puede dar felicidad si se carece de salud.
Abusar de la salud que Dios nos ha dado
es un pecado terrible, porque cada vez
que abusamos de ella, nos incapacitamos
para hacerle frente a la vida, aunque
hayamos obtenido una educación esme-
rada” Elena G. White, Consejos sobre
Salud, 182.
Dios en su sabiduría proveyó 8 remedios
naturales que; de ser practicados, preser-
varían la salud de cada persona y conser-
varían un buen estado de ánimo.
“El aire puro, el sol, la abstinencia, el
descanso, el ejercicio, un régimen alimen-
tario conveniente, el agua y la confianza
en el poder divino son los verdaderos
remedios. Todos debieran conocer los
agentes que la naturaleza provee como
remedios, y saber aplicarlos…” Consejos
sobre salud, 89
1. AIRE PURO
El oxígeno es fundamental para una vida
saludable y representa un Elemento vital
para el buen funcionamiento del cerebro;
tales como la facultad de pensar, razonar,
leer, almacenar información y memorizar.
Recomendaciones:
- Los ambientes de trabajo y de descan-
so deben estar ventilados.
- Una vez a la semana procure visitar
lugares de campo alejados del tráfico y
el bullicio.
- Realice ejercicios de inspiración
profunda por las mañanas.
- Procure realizar ejercicios de respira-
ción con el diafragma y no con el tórax.
2. LUZ SOLAR
Nuestro cuerpo produce vitamina D
cuando es estimulado por la Luz solar. La
vitamina D es responsable por asimilar
calcio; el cual es importante para el
fortalecimiento de los huesos. También la
Luz solar produce un estado de ánimo
positivo; lo cual ayuda en el tratamiento
contra el stress.
Recomendaciones:
- Procure pasear, jugar, caminar, trotar
en lugares donde aproveche el sol.
- Tome baños de sol hasta las 10:00
horas y después de las 16:00 horas.
De lo contrario podría causar daños a
la piel.
3. ALIMENTACIÓN SALUDABLE
Desde el principio el plan de Dios para el
hombre fue una alimentación saludable
compuesta por frutas, oleaginosas, legum-
bres, cereales y verduras (Génesis 1:29;
3:18). Actualmente, 2.7 millones de
muertes anuales son atribuibles a una baja
ingesta de frutas y verduras. En todo el
mundo (sobre todo en países desarrolla-
dos y también en países en vías de
desarrollo) tenemos como principales
desafíos para la salud pública al sobrepeso
y la obesidad en todo el mundo.
Recomendaciones:
- Consuma por lo menos 400 gr diarios
40
41. de frutas y verduras para prevenir
enfermedades crónicas como cardio-
patías, cáncer, diabetes y obesidad.
- Reducir el consumo de grasas satura-
das, productos industrializados, la
ingesta de azúcar y sal.
- Controle la obesidad abdominal de su
cintura. En los varones no mayor a 95
cm y mujeres no mayor a 80 cm.
- Controle su Índice de Masa Corporal
(IMC). El rango normal de una persona
sería entre 18.5 a 24.9. Si su IMC es de
25 a 29.9 usted tiene sobrepeso. Si su
IMC es mayor a 30 mucho cuidado;
usted tiene obesidad. Calcule su IMC
personal dividiendo su peso exacto
entre dos veces su estatura. Ejemplo:
Antonio pesa 80 kilos y mide 1.60.
Primero multiplicamos 1.60x1.60 =
2.56 Ahora dividimos 80/2.56 =
31,25. Como resultado notamos que
Antonio tiene Obesidad Grado I.
4. EJERCICIO
El ejercicio físico crea endorfinas. La
endorfina es una hormona o sustancia
química natural muy poderosa que tiene la
capacidad de fortalecer el estado de
ánimo, maximiza la actitud positiva, y crea
una sensación de bienestar y satisfacción.
Además; fortalece el corazón, reduce el
colesterol malo y los triglicéridos, fortale-
ce los huesos, alivia la ansiedad y el stress,
y mejora notablemente el sueño y/o
descanso.
Recomendaciones:
- Antes de comenzar una rutina de
ejercicio consulte con un profesional
en el área; quien considerará su peso y
edad
- El mejor ejercicio es aquél que a usted
más le agrada
- La caminata es uno de los ejercicios
más sencillos y completos.
- Una rutina de 20 a 30 minutos por día,
de 3 a 4 veces por semana le resulta-
rán en gran beneficio.
5. AGUA
El cuerpo humano está compuesto en
promedio de un 70% de agua. Por esta
razón; el agua es necesaria para cada
célula de nuestro cuerpo. La sangre es
83% agua; los músculos son 75% agua; el
cerebro es 85% agua; y los huesos son
22% agua. Se calcula que durante el día
se puede perder de 10 hasta 12 vasos de
agua. Al tomar agua se benefician los
riñones, se oxigena el cerebro, se protege
el corazón, se hidrata la piel, ayuda al
movimiento intestinal, lubrica las articula-
ciones y músculos previniendo calambres,
da mayor energía y regula la temperatura
de tu cuerpo.
Recomendaciones:
- Tome de 8 a 10 vasos de agua por día.
Sin embargo; esta cifra puede variar
según la actividad física y mental de la
persona.
- Reemplace los refrescos, gaseosas u
otros por agua.
- Consuma agua hervida o purifíquela
con pastillas u otros elementos.
- Utilice el agua como factor curativo
(Hidroterapia)
CATEGORÍA IMC
Debajo del Peso Normal - De 18
Peso Normal 18.5-24.9
Sobrepeso 25 – 29.9
Obesidad Grado I 30 – 34.9
Obesidad Grado II 35 – 39.9
Obesidad Grado III 40 a +
41
42. - Las mujeres embarazadas necesitan
más agua para producir mayor sangre
y apoyar al bebé en crecimiento.
También necesitan beber más agua
cuando dan de lactar; de lo contrario
podrían deshidratarse.
6. DESCANSO
Cuando una pila o batería se descarga
necesita recargarla; de lo contrario, no
funcionará. Sin embargo; pareciera que
nosotros no comprendemos esta ley tan
simple. No dormir o dormir sólo unas
horas no cargará suficientes energías. Un
buen y completo descanso alivia el stress,
también ayuda a mantener un corazón
saludable, disminuye la depresión, ayuda a
perder peso y mejora la capacidad de
atención y memoria.
Recomendaciones:
- Duerma de 7 a 9 horas diarias según su
edad.
- Realice una pequeña siesta de 10 a 15
minutos a medio día o cuando su
organismo lo necesite
- Si usted no bosteza durante el día y se
levanta sin despertador; entonces
descansó lo suficiente.
7. TEMPERANCIA
El consumo nocivo de alcohol causa 2,5
millones de muertes cada año. De esta
cifra; 320 000 son jóvenes entre 15 y 29
años. Además; el alcohol está relacionado
con problemas sociales, en particular la
violencia, el descuido y maltrato de
menores y el ausentismo laboral1
. En
diciembre del 2009; el periódico Perú21
publicó el ranking de fumadores en
América Latina. Esta lista es encabezada
por argentina con 1014 cigarrillos al año
por habitante mayor de 15 años. Le sigue
Paraguay con 968 cigarrillos anuales y
Chile con 909. Felizmente Perú es el país
de la región en el que menos se fuma; con
129 cigarrillos por habitante al año.2
Ser temperante significa abstenerse de
todos los alimentos y tóxicos que dañen
nuestro cuerpo como evitar el fumar, las
bebidas alcohólicas, uso de drogas y otros
tóxicos como el café, el té y todo tipo de
condimentos. Sin embargo; aún lo bueno
en cantidades excesivas puede resultarnos
perjudicial. Por lo tanto; Temperancia
también significa autocontrol y modera-
ción. Ya es conocido que comer, trabajar,
ver TV y aún jugar; y todo lo que exceda
lo suficiente traerá complicaciones a
nuestra salud.
Recomendaciones:
- Realice un análisis personal de lo que
usted está consumiendo y que podrían
ser tóxicos como condimentos, café,
té, etc. Luego deséchelos por comple-
to. Es posible que usted necesite ayuda
profesional; si éste fuera el caso busque
ayuda urgentemente.
- Analice concienzudamente cuánto
tiempo invierte en sus horas libres
como ver TV, jugar, etc y compárelos
con Devoción Personal, Tiempo en
familia, ejercicios, etc. Luego reflexio-
ne.
- Tenga un horario equilibrado para sus
actividades diarias y semanales.
8. ESPERANZA
1 de cada 4 personas sufre un trastorno
mental o neurológico a lo largo de toda su
vida. 121 millones sufren depresión y 50
millones epilepsia. 24 millones sufren
42
43. Esquizofrenia. Cada año se suicidan 1
millón de personas; y entre 10 y 20
millones intentan suicidarse.3
En Lima la
depresión clínica es el trastorno psiquiátri-
co más frecuente; seguido por el trastor-
no de ansiedad generalizada.4
Debemos
recordar que el enojo, el miedo, el resen-
timiento, y la desconfianza debilitan el
sistema inmunológico. Por el contrario; el
amor, la alegría y la confianza producen
substancias protectoras que fortalecen el
sistema inmunológico. Dios es el médico
de los médicos; y al mismo tiempo el
remedio en sí mismo. Confiar en Dios es
fundamental para una vida con salud en
los aspectos físicos, mentales y espiritua-
les.
Recomendaciones:
- Descanse o duerma lo suficiente.
- Realice ejercicios regularmente.
- Reúnete con amigos de antaño para
comer o pasear juntos
- Escucha música cristiana o clásica
selecta; o toca un instrumento musical.
- Sonríe “aunque no tengas dientes”
- Mantén una actitud positiva. No tomes
todos los comentarios como algo
personal. Si la gente habla de ti es
porque importas.
- Camina por la orilla de la playa o en el
pasto descalzo.
- Pero sobretodo mantén una comunión
diaria con Dios por medio del Estudio
de la Biblia, la oración y la alabanza. Está
científicamente comprobado que leer
la Biblia, orar y alabar crea endorfinas y
llena de energía al organismo.
“Muy íntima es la relación entre la mente
y el cuerpo. Cuando una está afectada, el
otro simpatiza con ella. La condición de la
mente influye en la salud mucho más de lo
que generalmente se cree. Muchas
enfermedades son el resultado de la
depresión mental. Las penas, la ansiedad,
el descontento, remordimiento,
sentimiento de culpabilidad y desconfian-
za, menoscaban las fuerzas vitales y llevan
al decaimiento y a la muerte” Consejos
sobre Salud, 341.
“Encomienda a Jehová tu camino; confía
en él; y él hará” Salmos 37: 5
CONCLUSIÓN
• Hagamos un repaso de los 8 Remedios
Naturales ¿Cuáles son? Aire, Descanso,
Ejercicio, Luz Solar, Agua, Nutrición,
Temperancia, Esperanza. Puede notar
que como resultado tenemos la palabra
ADELANTE.
• Aquí sería bueno entregar detalles de la
Campaña ADELANTE que se realizará
del 23 al 31 de mayo.
• Comprometa a la iglesia a participar del
programa ADELANTE y a realizar
cambios de hábitos en la vida personal.
Fuente: Pr. André Jantas, Unión Norte
Brasilera
Adaptado por Pr. Daniel Villar, Unión
Peruana del Sur
_______________________________
1 http://www.who.int/mediacentre/facts-
heets/fs349/es/
2 http://peru21.pe/noticia/381099/pe-
r u - p a i s - a m e r i c a - l a t i n a - d o n -
de-se-fuma-menos-tabaco
3 http://www1.paho.org/Spanish/DD/PIN/-
saludmental_005.htm
4 http://www.insm.gob.pe/investigacion/ar-
c h i v o s / e s t d i o s / 2 0 1 0 - A S -
M/files/res/downloads/book.pdf
43
44. Espiritual
Gimnasia
CULTO JOVEN
Sábado 16 de mayo
TEXTO BÍBLICO
1Timoteo 4:7-8.
“…Ejercítate para la piedad; porque el
ejercicio corporal para poco es
provechoso, pero la piedad para todo
aprovecha, pues tiene promesa de esta vida
presente, y de la venidera”»
INTRODUCCIÓN
En el año 2002 la OMS decidió que se
tomara un día para recordarle al mundo la
necesidad de moverse. Se recomendó a
la población mundial ir al trabajo caminan-
do o en bicicleta, o bajarse una o dos
paradas antes, subir las escaleras en vez
de usar el ascensor, caminar alrededor de
un parque, sacar a pasear al perro, realizar
trabajos de jardinería y muchas otras ideas
y sugerencias; pero todas con el mismo
mensaje: moverse, hacer ejercicio, no
importa qué, lo importante es desarrollar
una actividad física permanente. Posterior-
mente, en el año 2008 la OMS publicó
una guía para incrementar los niveles de
actividad física; considerando que 1.9
millones de muertes son atribuibles a
niveles bajos de actividad física hoy todos
concordamos que es necesario hacer
ejercicios para mantenernos sanos y
prevenir enfermedades. Entonces; ¿por
qué, aparentemente, el apóstol Pablo
menospreció la actividad física? O ¿qué
quiso decir realmente con estas palabras?
Veamos.
GIMNASIA CORPORAL
Pablo comienza el capítulo cuatro
compartiendo varias recomendaciones
para Timoteo acerca de la apostasía,
44