SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 230
Descargar para leer sin conexión
El Libro del Profeta
DANIEL
INTRODUCCIÓN
1. Título.-
El libro lleva el nombre de su protagonista, Daniel. La costumbre de dar a
varios libros del AT el nombre de su principal héroe puede verse en los libros
de Josué, Samuel, Ester, Job, etc. Pero tal título no indica necesariamente
que esa persona fue la autora del libro, aunque sí puede implicar eso, como es
el caso del libro de Daniel.
2. Autor.-
La opinión tradicional tanto de judíos como de cristianos es que el libro fue
escrito en el siglo VI a. C., y que Daniel fue su autor. Las evidencias en
favor de esa opinión son las siguientes:
a. Lo que el mismo libro dice. El profeta Daniel habla en primera persona en
muchos pasajes (cap. 8: 1-7, 13-19, 27; 9: 2-22; 10: 2-5; etc.). Afirma que
recibió personalmente la orden divina de preservar el libro (cap. 12: 4). El
hecho de que haya secciones en las cuales el autor se refiera a sí mismo en
tercera persona (cap. 1: 6- 11, 17, 19, 21; 2: 14-20; etc.) no es extraño, ya
que ese estilo es frecuente en obras antiguas (ver com. Esd. 7: 28).
b. El autor conoce bien historia. Solamente un hombre del siglo VI a. C., bien
versado en asuntos babilónicos, podría haber escrito en cuanto a algunos de los
hechos históricos que se encuentran en el libro. El conocimiento de esos
hechos se perdió después del siglo VI a. C., pues no se registró en otra
literatura antigua posterior (ver p. 776). Descubrimientos arqueológicos más o
menos recientes han traído estos hechos nuevamente a la luz.
c. El testimonio de Jesucristo. Jesús un pasaje del libro y mencionó a Daniel
como su autor (Mat. 24:15). Para todo creyente cristiano este testimonio
debiera ser una evidencia convincente.
El libro se divide en dos partes fáciles de distinguir. La primera (cap. 1-6)
principalmente histórica, y la segunda (cap. 7-12) mayormente profético. A
pesar de esto el libro constituye una unidad literaria. Para defender tal
unidad pueden presentarse los siguientes argumentos:
1. Las diferentes partes del libro están mutuamente relacionadas entre sí. Se
podrá comprender el uso de los vasos del templo en el festín de Belsasar si se
tiene en cuenta cómo llegaron a Babilonia (cap. 5: 3; cf. cap. 1: 1-2). En el
cap. 3: 12 se hace referencia a una medida administrativa de Nabucodonosor que
se describe primero en el cap. 2: 49. En el cap. 9: 21 se hace referencia a
una visión previa (cap. 8: 15-16).
2. La parte histórica contiene una profecía (cap. 2) estrechamente relacionada
con el tema de las profecías que se encuentran en la última parte del libro
(cap. 7-12). 772 El cap. 7 amplía el tema tratado en el cap. 2. Hay también una
relación evidente entre elementos históricos y proféticos. La sección
histórica (cap. 1-6) constituye una narración del trato de Dios con una nación,
Babilonia, y el papel de ésta en el plan divino. Este relato tiene el
propósito de ilustrar la forma en que Dios trata a todas las naciones (ver Ed
170-172). A semejanza de lo que ocurrió con Babilonia, cada uno de los
imperios mundiales sucesivos que se describen gráficamente en la porción
profético del libro, recibió una oportunidad de conocer la voluntad divina y de
cooperar con ella, y cada uno habría de ser medido por la fidelidad con que
cumplió el propósito divino. De esta manera el surgimiento y la caída de las
naciones representadas en la parte profético deben comprenderse dentro del
marco de los principios expuestos en la parte histórica, vistos en acción en el
caso de Babilonia. Este hecho convierte a las dos secciones del libro en una
unidad e ilumina el papel desempeñado por cada uno de los imperios mundiales.
La unidad literaria del libro -demostrada en la composición del mismo, en la
línea general de pensamiento y por las expresiones usadas en los dos idiomas
(ver p. 776) es generalmente reconocida. Los argumentos usados en favor de la
teoría de los dos autores no tienen el menor fundamento.
En la cueva 1 de Qumran (ver PP. 128-129) había tres fragmentos del libro de
Daniel, los cuales fueron publicados por D. Barthélemy y J. T. Milik, en
Discoveries in the Judaean Desert I: Qumran Cave I (Descubrimientos en el
desierto de Judea l: caverna 1 de Qumran), (Oxford, 1955), PP. 150-152. Los
fragmentos provienen de dos rollos o de uno solo, en los cuales los cap. 1 y 2
fueron escritos por un escriba y el cap. 3 por otro; tenían partes de los cap.
1: 10- 1 7; 2: 2-6; 3: 22-30. Una comparación de este texto con el texto
masorético muestra 16 variantes, ninguna de las cuales afecta el significado
del pasaje. Nueve de estas 16 variantes son variaciones ortográficas que sólo
afectan una letra: dos de ellas parecen ser errores de ortografía; las otras
siete se escriben también de varias maneras en el texto masorético. Se
encuentran cuatro adiciones: una, la conjunción "y", y una de la partícula
"que" delante de "si"; dos palabras tienen una vocal agregada. En un caso, una
vocal que aparece en el texto masorético no está en los fragmentos. Dos
terminaciones verbales parecen ser error de los escribas. La lista muestra que
las diferencias son tan insignificantes que no se notarían en una traducción.
Este es un poderoso argumento para sostener que el texto hebreo de Daniel está
ahora esencialmente en la misma forma en que estaba por lo menos en el tiempo
de Cristo.
También resulta interesante el hecho de que el cap. 2 incluye el pasaje en el
cual ocurre el cambio del hebreo al arameo (ver com. cap. 2: 4). En ese punto
hay un espacio en blanco entre la última palabra en hebreo y la primera en
arameo, lo que hace una distinción clara entre las secciones de los dos
idiomas. Es también digno de notar que, al igual que el texto masorético,
estos fragmentos no contienen el canto apócrifo de los tres niños (ver com.
cap. 3:23).
La cueva 4 de Qumran ha producido fragmentos de cuero de tres manuscritos de
Daniel (todavía no publicados en 1984), los cuales, según se ha informado,
están en buen estado de conservación y representan porciones considerables del
libro. F. M. Cross, en Biblical Archaeologist, 19 (1956), 85-86; en Revue
Biblique, 63 (1956), p. 58.
De la cueva 6 de Qumran proceden varios fragmentos de papiros de Daniel, los
que representan los cap. 8: 20-21; 10: 8-16; y 11: 33-38 (contienen nueve
variaciones ortográficas menores). Fueron publicados por M. Baillet en
Discoveries in the Judaean Desert III: Les Petites rottes de Qumran
(Descubrimientos en el desierto de Judea III: las pequeñas cuevas de Qumran),
(Oxford, 1962), PP. 1 14-116.
3. Marco histórico.-
El libro de Daniel contiene (1) un registro de ciertos incidentes 773
históricos de la vida de Daniel y de sus tres amigos, judíos deportados que
estaban al servicio del gobierno de Babilonia, y (2) el registro de un sueño
profético del rey Nabucodonosor, interpretado por Daniel, juntamente con el
registro de visiones recibidas por el profeta mismo. Aunque el libro fue
escrito en Babilonia durante el cautiverio y poco después de él, no tenía el
propósito de proporcionar una historia del destierro de los judíos ni una
biografía de Daniel. El libro relata las vicisitudes principales de la vida
del estadista-profeta y de sus compañeros, y fue compilado con fines
específicos.
Ante todo Daniel presenta una breve información acerca de la razón por la cual
él se hallaba al servicio del rey de Babilonia (cap. 1). Después de haber sido
llevados a Babilonia en el primer cautiverio en el año 605 a. C., durante la
primera campaña del rey Nabucodonosor contra Siria, Daniel y otros príncipes de
sangre real fueron escogidos para ser preparados para el servicio
gubernamental. Los primeros 19 años de la estada de Daniel en Babilonia fueron
los últimos años de la existencia del reino de Judá, aunque estaba subyugado
por Babilonia. La inútil política antibabilónica de los últimos reyes de Judá
atrajo catástrofe tras catástrofe sobre la nación judía.
El rey Joacim, durante cuyo reinado Daniel había sido llevado cautivo,
permaneció leal a Babilonia durante algunos años. Sin embargo, más adelante
cedió a la política del partido proegipcio de Judá, y se rebeló. Como
resultado, el país sufrió invasiones militares; sus ciudadanos perdieron la
libertad y fueron llevados al cautiverio, y el rey perdió la vida. Joaquín, su
hijo y sucesor, después de un breve reinado de sólo tres meses, vio volver a
los ejércitos babilonios para castigar la deslealtad de los judíos. El, junto
con miles de los principales ciudadanos de Judá, fue llevado cautivo en el año
597 a. C. Su sucesor, Sedequías, evidentemente trató de permanecer leal a
Babilonia. Sin embargo, debido a su debilidad y vacilación no pudo resistir
durante mucho tiempo las propuestas de Egipto y los sentimientos
antibabilónicos de sus principales consejeros. Como resultado de esto,
Nabucodonosor cansado ya de las repetidas revueltas de Palestina, decidió
acabar con el reino de Judá. Durante dos años y medio los ejércitos de
Babilonia asolaron la tierra de Judá, tomaron y destruyeron las ciudades,
incluso Jerusalén con su templo y sus palacios, y llevaron cautivos a la
mayoría de los habitantes de Judá en el año 586 a. C.
Daniel estuvo en Babilonia durante esos días agitados. Sin duda vio los
ejércitos babilonios que se ponían en marcha para llevar a cabo sus campañas
contra Judea y fue testigo de su regreso victorioso y de la llegada de los
cautivos judíos. Entre los cautivos estuvo el joven rey Joaquín con su familia
(2 Rey. 24: 10-16), y más tarde el rey Sedequías, a quien habían sacado los
ojos (2 Rey. 25: 7). Durante esos años Daniel debe haber estado enterado de la
agitación política que había entre los judíos deportados, la que hizo que el
rey mandara quemar vivos a algunos de los principales instigadores. Fue esta
agitación la que impulsó a Jeremías a enviar una carta a sus compatriotas
exiliados en la que los instaba a llevar una vida sosegada y tranquila en
Babilonia (Jer. 29).
Durante esos años Daniel y sus tres amigos cumplieron lealmente y sin alardes
sus deberes como funcionarios del rey y súbditos del reino. Después de su
esmerada instrucción, llegaron a ser miembros de un grupo selecto llamado los
sabios, los que servían al rey como consejeros. Fue entonces cuando Daniel
tuvo excepcional oportunidad de explicar a Nabucodonosor el sueño de los
imperios futuros (Dan. 2). Como resultado Daniel fue nombrado para un cargo
sumamente importante, que al parecer retuvo durante muchos años. Ese cargo le
dio la oportunidad de hacer que el rey conociera el poder del Dios del cielo y
de la tierra, a quien servían Daniel y sus 774 amigos. No se sabe cuánto
tiempo permaneció Daniel en ese importante cargo. Al parecer lo perdió antes
del año 570 a. C. ya que su nombre no se encuentra en el "Almanaque de la Corte
y el Estado", escrito en cuneiforme, que contiene la lista de los principales
funcionarios del gobierno de Nabucodonosor en ese tiempo. No existen otros
"Almanaques de la Corte y el Estado" que sean del tiempo del reinado de
Nabucodonosor. En verdad, no se menciona a Daniel en ningún documento
extrabíblico de la época.
La ausencia del nombre de Daniel en este documento no es extraña, ya que no
sabemos cuánto tiempo permaneció Daniel desempeñando un cargo público. Sólo se
registran en el libro de Daniel cuatro acontecimientos principales del reinado
de Nabucodonosor, y en tres de ellos figura Daniel: (1) La educación de los
príncipes judíos durante los tres primeros años de su reinado, lo que incluye
el año ascensional (cap. 1). (2) La interpretación del sueño de Nabucodonosor
en el segundo año del reinado del monarca (cap. 2). (3) La dedicación de la
imagen en la llanura de Dura y la liberación extraordinaria de los amigos de
Daniel, en un año no especificado (cap. 3). (4) La interpretación del sueño de
Nabucodonosor hecha por Daniel, quien anunció que el rey perdería la razón
durante siete años, lo que probablemente ocurrió durante los últimos años del
monarca (cap. 4).
No se sabe nada de las actividades de Daniel durante los años cuando
Nabucodonosor estuvo incapacitado. Tampoco sabemos lo que hizo Daniel después
de que el rey recobró sus facultades y su trono, o si prestó servicios durante
los reinados de los reyes posteriores: Amel-Marduk (Evil- Merodac en la
Biblia), Nergal-sar-usur, Labasi-Marduk, y Nabonido. Sin embargo, se le
permitió ver la decadencia moral y la corrupción del poderoso imperio de
Nabucodonosor, gobernado por reyes que habían asesinado a sus predecesores.
Daniel también debe haber observado con sumo interés el rápido encumbramiento
del rey Ciro de Persia en el oriente, ya que un varón de ese nombre había sido
mencionado en la profecía como libertador de Israel (Isa. 44: 28; 45: 1). Es
también posible que en el año 553 a. C. (el año en que probablemente Ciro se
adueñó del imperio de los medos) Daniel viera a Nabonido nombrar a su hijo
Belsasar como rey de Babilonia mientras Nabonido mismo iba a la conquista de
Tema, en Arabia. Fue durante los tres primeros años del reinado de Belsasar
cuando Daniel recibió grandes visiones (cap. 7-8), y el hombre que hasta
entonces había sido conocido sólo como intérprete de sueños y visiones se
transformó en uno de los grandes profetas de todos los tiempos.
Los babilonios pidieron nuevamente los servicios de Daniel durante la noche de
la caída de Babilonia en el año 539 a. C., para que leyera e interpretara la
escritura fatal en el muro de la sala de banquetes de Belsasar. Después de que
los persas se adueñaron de Babilonia y de su imperio, los nuevos gobernadores
aprovecharon de los talentos y de la experiencia del anciano estadista de la
generación pasada. Otra vez Daniel llegó a ser el principal consejero de la
corona. Quizá fue él quien mostró al rey las profecías de Isaías (ver PR 408),
las cuales influyeron sobre el monarca persa para que promulgara el decreto que
terminaba con el destierro de los judíos y les daba nuevamente una patria y un
templo. Durante esta última parte de la actuación pública de Daniel hubo un
atentado contra su vida promovido por sus colegas envidiosos, pero el Señor
intervino maravillosamente y liberó a su siervo (cap. 6). Además recibió otras
visiones importantes durante estos últimos años de su vida, primero durante el
reinado de Darío el Medo (cap. 9; ver la Nota Adicional del cap. 6) y después
durante el de Ciro (cap. 10-12).
En cualquier estudio del libro de Daniel hay dos asuntos que requieren un
examen cuidadoso: 775
a. La historicidad de Daniel. Desde que el filósofo neoplatónico Porfirio
realizó los primeros grandes ataques contra la historicidad de Daniel (233-c.
304 d. C.), este libro ha estado expuesto a los embates de los críticos, al
principio sólo de vez en cuando, pero durante los dos últimos siglos el ataque
ha sido constante. Por eso muchísimos eruditos cristianos de hoy consideran
que el libro de Daniel es obra de un autor anónimo que vivió en el siglo II a.
C., más o menos en el tiempo de la revolución macabea.
Estos eruditos dan dos razones principales para ubicar el libro de Daniel en
ese siglo: (1) Siendo que entienden que algunas profecías se refieren a Antíoco
IV Epífanes (175-c. 163 a. C.), y que la mayor parte de las profecías -por lo
menos de aquéllas cuyo cumplimiento ha sido demostrado- habrían sido escritas
después de ocurridos los acontecimientos descritos, las profecías de Daniel
deben ubicarse con posterioridad al reinado de Antíoco IV. (2) Siendo que según
sus argumentos, las secciones históricas de Daniel contienen el registro de
ciertos sucesos que no concuerdan con los hechos históricos conocidos de
acuerdo con los documentos disponibles, estas diferencias pueden explicarse si
suponemos que el autor estaba tan alejado de dichos acontecimientos, tanto en
el espacio como en el tiempo, que sólo poseía un conocimiento limitado de lo
que había ocurrido 400 años antes, en los siglos VII y VI a. C.
El primero de los dos argumentos no tiene validez para quien cree que los
inspirados profetas de antaño realmente hacían predicciones precisas en cuanto
al curso de la historia. El segundo argumento merece una mayor atención por la
seriedad de la afirmación de que Daniel contiene errores históricos,
anacronismos y conceptos errados. Por eso presentamos aquí un breve estudio
acerca de la validez histórica del libro de Daniel.
Es verdad que Daniel describe algunos acontecimientos que aún hoy no pueden ser
verificados por medio de los documentos de que disponemos. Uno de esos
acontecimientos es la locura de Nabucodonosor, que no se menciona en ningún
registro babilónico que exista hoy. La ausencia de comprobación de una
incapacidad temporaria del más grande rey del Imperio Neobabilónico no es un
fenómeno extraño en un tiempo cuando los registros reales sólo contenían
narraciones dignas de alabanza (ver com. Dan. 4:36). Darío el Medo, cuyo
verdadero lugar en la historia no ha sido establecido por fuentes fidedignas
ajenas a la Biblia, es también un enigma histórico. Se encuentran insinuaciones
en cuanto a su identidad en los escritos de algunos autores griegos y en
información fragmentaria de fuentes cuneiformes (ver Nota Adicional del cap.
6).
Las otras supuestas dificultades históricas que confundían a los comentaristas
conservadores de Daniel hace cien años, han sido resueltas por el aumento del
conocimiento histórico que nos ha proporcionado la arqueología. Mencionaremos
a continuación algunos de estos problemas más importantes que ya han sido
resueltos:
1. La supuesta discrepancia cronológica entre Dan. 1: 1 y Jer. 25: 1. Jeremías,
que según el criterio general de los eruditos es una fuente histórica digna de
confianza, sincroniza el 4.º año de Joacim de Judá con el 1er año de
Nabucodonosor de Babilonia. Sin embargo, Daniel habla de que la primera
conquista de Jerusalén efectuada por Nabucodonosor ocurrió en el 3er año de
Joacim, con lo que indudablemente afirma que el 1er año de Nabucodonosor
coincide con el 3er año de Joacim. Antes del descubrimiento de registros de
esa época que revelan los varios sistemas de computar los años de reinado de
los antiguos monarcas, los comentaristas tenían dificultad para explicar esta
aparente discrepancia. Trataban de resolver el problema suponiendo una
corregencia de Nabucodonosor con su padre Nabopolasar (ver t. III, 776 PP.
93-94) o presuponiendo que Jeremías y Daniel ubicaban los acontecimientos según
diferentes sistemas de cómputo: Jeremías según el sistema judío y Daniel según
el babilónico. Ambas explicaciones ya no son válidas.
Se ha resuelto la dificultad al descubrir que los reyes babilonios, como los de
Judá de ese tiempo, contaban los años de sus reinados según el método del "año
de ascensión" (ver t. II, p. 141). El año en el cual un rey babilonio ascendía
al trono no se contaba oficialmente como su 1er año, sino sólo como el año
cuando subía al trono, y su 1er año, es decir su 1er año calendario completo,
no comenzaba hasta el próximo día de año nuevo, cuando, en una ceremonia
religiosa, tomaba las manos del Dios babilónico Bel.
También sabemos por Josefo y por la Crónica Babilónica (documento que narra los
acontecimientos de los once primeros años de Nabucodonosor, descubierto en
1956) que Nabucodonosor estaba empeñado en una campaña militar en Palestina
contra Egipto cuando su padre murió y él tomó el trono (ver p. 784; también t.
II PP. 97-98, 164-165; t. III, PP. 93-94). Por lo tanto, Daniel y Jeremías
concuerdan completamente. Jeremías sincronizó el 1er año del reinado de
Nabucodonosor con el 4.º año de Joacim, mientras que Daniel fue tomado cautivo
en el año cuando subió al trono Nabucodonosor, año que él identifica como el
3.º de Joacim.
2. Nabucodonosor como gran constructor de Babilonia. De acuerdo con los
historiadores griegos, Nabucodonosor desempeñó un papel insignificante en la
historia antigua. Nunca se refieren a él como a un gran constructor o como el
creador de una nueva y más grande Babilonia. Todo lector de las historias
clásicas griegas reconocerá que se le da este honor a la reina Semíramis, a
quien se le adjudica un lugar importante en la historia de Babilonia.
Sin embargo, los registros cuneiformes de esa época, descubiertos por
arqueólogos durante los últimos cien años, han cambiado enteramente el cuadro
presentado por los autores clásicos y han confirmado el relato del libro de
Daniel que atribuye a Nabucodonosor la construcción en verdad reconstrucción-
de "esta gran Babilonia" (cap. 4:30). Se ha descubierto ahora que Semíramis
-llamada Sammu-ramat en las inscripciones cuneiformes- era reina madre en
Asiria, regente de su hijo menor de edad Adad-nirari III (810-782 a. C.), y no
reina de Babilonia como afirmaban las fuentes clásicas. Ias inscripciones han
mostrado que ella no tuvo nada que ver con la construcción de Babilonia. Por
otro lado, numerosas inscripciones de Nabucodonosor que han quedado en las
construcciones prueban que él fue el creador de una nueva Babilonia, pues
reedificó los palacios, templos y la torre-templo de la ciudad, y añadió nuevos
edificios y fortificaciones (ver Nota Adicional del cap. 4).
Puesto que esa información se había perdido completamente antes de la época
helenística, ningún autor podría tenerla, salvo un neobabilónico. La presencia
de tal información en el libro de Daniel es motivo de perplejidad para los
eruditos críticos que no creen que el libro de Daniel fue escrito en el siglo
VI, sino en el II. Un ejemplo típico de su dilema es la siguiente afirmación
de R. H. Pfeiffer, de la Universidad de Harvard: "Probablemente nunca sabremos
cómo supo nuestro autor que la nueva Babilonia era creación de Nabucodonosor...
como lo han probado las excavaciones" (Introduction to the Old Testament [New
York, 19411, PP. 758-759).
3. Belsasar, rey de Babilonia. Ver la Nota Adicional del cap. 5 referente al
asombroso relato del descubrimiento hecho por orientalistas modernos acerca de
la identidad de Belsasar. El hecho de que el nombre de este rey no se hubiese
encontrado en fuentes antiguas ajenas a la Biblia, mientras que Nabonido
siempre aparecía como el último rey de Babilonia antes de la conquista de los
persas, se usaba comúnmente como uno de los más poderosos argumentos en contra
de la historicidad del 777 libro de Daniel. Pero los descubrimientos
efectuados desde mediados del siglo XIX han refutado a todos los críticos de
Daniel en este respecto y han vindicado de manera impresionante el carácter
fidedigno del relato histórico del profeta respecto a Belsasar.
b. Los idiomas del libro. Como Esdras (ver t. III, 322), una parte del libro
de Daniel fue escrita en hebreo y otra parte en arameo. Algunos han explicado
este uso de dos idiomas suponiendo que en el caso de Esdras el autor tomó
documentos arameos, acompañados con sus descripciones históricas, y los
incorporó a su libro, que fuera de esos pasajes estaba escrito en hebreo, el
idioma nacional de su pueblo. Pero tal interpretación no se acomoda con el
libro de Daniel, donde la sección aramea comienza con el cap. 2: 4 y termina
con el último versículo del cap. 7.
A continuación hay una lista parcial de las muchas explicaciones que ofrecen
los eruditos en cuanto a este problema, junto con algunas observaciones entre
paréntesis que parecen contradecir la validez de esas explicaciones:
1. El autor escribió los relatos históricos para quienes hablaban arameo, y las
profecías para los eruditos de habla hebrea. (Sin embargo, el que haya arameo
en los cap. 2 y 7 -ambos contienen grandes profecías- indica que esta opinión
no es correcta.)
2. Los dos idiomas muestran la existencia de dos fuentes. (Esta opinión no
puede ser correcta porque el libro tiene una marcada unidad, cosa que aún
algunos críticos radicales han reconocido; ver p. 771.)
3. El libro fue escrito originalmente en un idioma, ya fuera arameo o hebreo, y
más tarde algunas partes fueron traducidas. (Este punto de vista deja sin
contestar la pregunta en cuanto a la razón por la cual se tradujeron sólo
algunas secciones al otro idioma y no todo el libro.)
4. El autor publicó el libro en dos ediciones, una en hebreo, otra en arameo,
para que toda clase de gente pudiese leerlo; durante las persecuciones en el
tiempo de los Macabeos, algunas partes del libro se perdieron, y las partes que
se pudieron salvar de las dos ediciones fueron reunidas en un libro sin hacer
cambios. (Esta idea tiene el defecto de no poder comprobarse y de basarse en
demasiadas conjeturas.)
5. El autor empezó a escribir en arameo en el punto donde los caldeos se
dirigieron "al rey en lengua aramea" (cap. 2: 4), y continuó en este idioma
mientras escribía en ese tiempo; pero después, cuando volvió a escribir, usó el
hebreo (cap. 8: 1).
La última opinión aparentemente está bien orientada porque pareciera que las
diferentes secciones del libro fueron escritas en distintas ocasiones. Por el
hecho de ser un culto funcionario del gobierno, Daniel hablaba y escribía en
varios idiomas. Probablemente escribió algunos de los relatos históricos y
algunas de las visiones en hebreo, y otras en arameo. Partiendo de esta
suposición, el cap. 1 habría sido escrito en hebreo, probablemente durante el
1er año de Ciro, y los relatos de los cap. 3 al 6 en arameo en distintas
ocasiones. Las visiones proféticas fueron registradas mayormente en hebreo
(cap. 8-12), aunque la visión del cap. 7 fue escrita en arameo. Por otra
parte, el relato del sueño de Nabucodonosor concerniente a las monarquías
futuras (cap. 2) fue escrito en hebreo hasta el punto en que se cita el
discurso de los caldeos (cap. 2: 4); y desde este punto hasta el fin de la
narración el autor usó el arameo.
Al final de su vida, cuando Daniel reunió todos sus escritos para formar un
solo libro, es posible que no hubiera considerado necesario traducir ciertas
partes para dar al libro unidad lingüística, ya que sabía que la mayor parte de
sus lectores entenderían los dos idiomas, hecho que resulta evidente según
otras fuentes.
También se podrá notar que la existencia de dos idiomas en el libro de Daniel
no 778 puede usarse como argumento para asignar una fecha posterior al libro.
Aquellos que fechan el origen de Daniel en el siglo II a. C. tienen también el
problema de explicar por qué un autor hebreo del período macabeo escribió parte
de un libro en hebreo y otra parte del mismo en arameo.
Si bien las peculiaridades ortográficas de las secciones arameas del libro de
Daniel son parecidas a las del arameo del Asia occidental de los siglos IV y
III a. C., debido posiblemente a una modernización del idioma, hay diferencias
notables. La ortografía no puede decirnos mucho en cuanto a la fecha cuando se
escribió el libro, así como la última revisión del texto de la RVR no puede
tomarse como prueba de que la Biblia fue originalmente escrita o traducida en
el siglo XX d. C. A lo sumo, las peculiaridades ortográficas pueden indicar
cuándo se hicieron las últimas revisiones de la ortografía.
Entre los Rollos del Mar Muerto (ver t. I, PP. 35-38) hay varios fragmentos de
Daniel que provienen del siglo 11 a. C. Por lo menos dos de ellos contienen la
sección del cap. 2 donde se hace el cambio del hebreo al arameo y muestran
claramente el carácter bilingüe del libro en esa fecha (ver p. 772).
4. Tema.-
Con justicia podríamos llamar al libro de Daniel un manual de historia y de
profecía. La profecía es una visión anticipada de la historia; la historia es
un repaso retrospectivo de la profecía. El elemento predictivo permite que el
pueblo de Dios vea las cosas transitorias a la luz de la eternidad, lo pone
alerta para actuar con eficacia en determinados momentos, facilita la
preparación personal para la crisis final y, al cumplirse la predicción,
proporciona una base firme para la fe.
Las cuatro principales profecías del libro de Daniel hacen resaltar en un breve
bosquejo, y teniendo como marco de fondo la historia universal, el devenir del
pueblo de Dios desde los días de Daniel hasta el fin del tiempo. "Se descorre
el velo, y encima, detrás y a través de todo el juego y contra fuego de los
humanos intereses, poder y pasiones, contemplamos a los agentes del que es todo
misericordia, que cumplen silenciosa y pacientemente los designios y la
voluntad de él" (PR 366). Cada una de las cuatro grandes profecías alcanza un
pináculo cuando "el Dios del cielo" levanta "un reino que no será destruido"
(cap. 2: 44), cuando el "hijo de hombre" recibe "dominio eterno" (cap. 7:
13-14), cuando la oposición al "Príncipe de los príncipes" será quebrantada "no
por mano humana" (cap. 8: 25) y cuando el pueblo de Dios será librado para
siempre de sus opresores (cap. 12: 1). Por lo tanto, las profecías constituyen
un puente divinamente construido desde el abismo del tiempo hasta las riberas
sin límites de la eternidad, un puente sobre el cual aquellos que, como Daniel
proponen en su corazón amar y servir a Dios, por la fe podrán pasar desde la
incertidumbre y la aflicción de la vida presente a la paz y la seguridad de la
vida eterna.
La sección histórica del libro de Daniel revela, en forma sorprendente, la
verdadera filosofía de la historia (ver Ed 169-179). Esta sección sirve de
prefacio a la sección profético. Al darnos un relato detallado del trato de
Dios con Babilonia, el libro nos capacita para comprender el significado del
surgimiento y de la caída de otras naciones cuyas historias están bosquejadas
en la porción profético del libro. Sin una clara comprensión de la filosofía
de la historia, tal como se la revela en la narración del papel que le cupo a
Babilonia en el plan divino, la actuación de las otras naciones que siguieron a
Babilonia en el telón de la visión profético no puede comprenderse o apreciarse
completamente. Véase un resumen de la filosofía divina de la historia según la
presenta la inspiración, en com. cap. 4: 17.
En la sección histórica del libro encontramos a Daniel, el hombre de Dios de
esa 779 hora, cara a cara ante Nabucodonosor, el genio del mundo pagano, para
que el rey tuviera la oportunidad de conocer al Dios de Daniel, árbitro de la
historia, y cooperara con él. Nabucodonosor no sólo era el monarca de la
nación más grande de ese tiempo sino que era también muy sabio y tenía un
sentido innato del derecho y de la justicia. En verdad, era la personalidad
más sobresaliente del mundo gentil, el "poderoso de las naciones" (Eze. 31:
11), que había sido elevado al poder para desempeñar un papel específico en el
plan divino. De él Dios dijo: "Ahora yo he puesto todas estas tierras en mano
de Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo" (Jer. 27: 6). Al ir los judíos
al cautiverio en Babilonia era deseable que estuvieran bajo una mano firme,
pero que no fuese cruel, como eran las normas de aquel tiempo. La misión de
Daniel en la corte de Nabucodonosor fue la de conseguir la sumisión de la
voluntad del rey a la voluntad de Dios para que se realizaran los propósitos
divinos. En uno de los momentos dramáticos de la historia, Dios hizo que estas
dos grandes personalidades estuviesen juntas. Ver p. 599.
Los primeros cuatro capítulos de Daniel describen los medios por los cuales
Dios consiguió la obediencia de Nabucodonosor. En primer lugar, Dios
necesitaba de un hombre que fuese un digno representante de los principios
celestiales y del plan de acción divino en la corte de Nabucodonosor; por eso
escogió a Daniel para que fuese su embajador personal ante Nabucodonosor. Los
recursos que empleó Dios para atraer favorablemente la atención del monarca
hacia el cautivo Daniel, y los medios por los cuales Nabucodonosor llegó a
confiar primero en Daniel y luego en el Dios de Daniel, ilustran la manera en
que el Altísimo usa a los hombres hoy para cumplir su voluntad en la tierra.
Dios pudo usar a Daniel porque éste era un hombre de principios, un hombre que
tenía un carácter genuino, un hombre cuyo principal propósito en la vida era
vivir para Dios.
Daniel "propuso en su corazón" (cap. 1: 8) vivir en armonía con toda la
voluntad revelada de Dios. Primero, Dios lo puso "en gracia y en buena
voluntad" con los funcionarios de Babilonia (vers. 9). Esto preparó el camino
para un segundo paso, la demostración de la superioridad física de Daniel y de
sus compañeros (vers. 12-15). Después siguió una demostración de superioridad
intelectual. "Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y
ciencias" (vers. 17), con el resultado de que se los consideró "diez veces
mejores" que a sus competidores más cercanos (vers. 20). De esa manera, tanto
en su personalidad como en el aspecto físico e intelectual Daniel demostró ser
muy superior a sus compañeros; y fue así como ganó la confianza y el respeto de
Nabucodonosor.
Estos acontecimientos prepararon al monarca para que conociera al Dios de
Daniel. Una serie de sucesos dramáticos: el sueño del cap. 2, la maravillosa
liberación del horno ardiente (cap. 3) y el sueño del cap. 4 le mostraron al
rey la sabiduría, el poder y la autoridad del Dios de Daniel. La inferioridad
de la sabiduría humana, exhibida en la vicisitud del cap. 2, hizo que
Nabucodonosor admitiera ante Daniel: "Ciertamente el Dios vuestro es Dios de
dioses, y Señor de los reyes, y el que revela los misterios" (cap. 2: 47).
Reconoció espontáneamente que la sabiduría divina era superior, no sólo a la
sabiduría humana, sino aun a la supuesta sabiduría de sus propios dioses. El
suceso de la imagen de oro y del horno de fuego ardiente hizo que Nabucodonosor
admitiera que el Dios de los cielos "libró a sus siervos" (cap. 3: 28). Su
conclusión fue que nadie en todo su reino debería decir "blasfemia contra el
Dios" de los hebreos, en vista de que "no hay dios que pueda librar como éste"
(vers. 29). Entonces Nabucodonosor reconoció que el Dios del cielo no era sólo
sabio sino poderoso, que no sólo era omnisciente sino omnipotente. El tercer
suceso, los siete años durante los cuales su decantada sabiduría y poder le
fueron transitoriamente 780 quitados, enseñaron al rey no sólo que "el
Altísimo" es sabio y poderoso sino que ejerce esa sabiduría y poder para regir
los asuntos humanos (cap. 4: 32). Tiene sabiduría, poder y autoridad. Es
notable que el primer acto de Nabucodonosor después de que recuperara la razón
fue alabar, engrandecer y glorificar al "Rey del cielo" y reconocer que Dios
"puede humillar" a "los que andan con soberbia" (vers. 37), como lo había hecho
él durante tantos años.
Pero las lecciones que Nabucodonosor aprendió personalmente durante un período
de muchos años no beneficiaron a sus sucesores en el trono de Babilonia. El
último rey de Babilonia, Belsasar, desafió abiertamente al Dios del cielo (cap.
5: 23) a pesar de que conocía lo que le había sucedido a Nabucodonosor (vers.
22). En lugar de obrar en armonía con el plan divino, "Babilonia se convirtió
en orgullosa y cruel opresora" (Ed 171) y al rechazar los principios
celestiales forjó su propia ruina (Ed 172). La nación fue pesada y fue hallada
falta (cap. 5: 25-28), y el dominio mundial pasó a los persas.
Al librar a Daniel del foso de los leones, Dios demostró su poder y autoridad
ante los gobernantes del Imperio Persa (cap. 6: 20-23; PR 408) como lo había
hecho anteriormente ante los de Babilonia. Un edicto de Darío de Media
reconocía al "Dios viviente" y admitía que él "permanece por todos los siglos"
(vers. 26). Aun "la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada"
(vers. 8) debió ceder ante los decretos del "Altísimo" que "tiene el dominio en
el reino de los hombres" (cap. 4: 32). Ciro fue favorablemente impresionado
por la milagrosa prueba del poder divino exhibida en la liberación de Daniel
del foso de los leones (PR 408). Las profecías que bosquejaban su papel en la
restauración de Jerusalén y del templo (Isa. 44: 26 a 45: 13) también lo
impresionaron grandemente. "Su corazón quedó profundamente conmovido y
resolvió cumplir la misión que Dios le había asignado" (PR 409).
Así es como el libro de Daniel expone los principios de acuerdo con los cuales
operan la sabiduría, el poder y la autoridad de Dios a través de la historia de
las naciones, para el cumplimiento final del propósito divino. "Dios ensalzó a
Babilonia para que pudiese cumplir su propósito" (Ed 171). Ella tuvo su
período de prueba, "fracasó, su gloria se marchitó, perdió su poder, y su lugar
fue ocupado por otra [nación]" (Ed 172; ver com. cap. 4: 17).
Las cuatro visiones del libro de Daniel tratan de la lucha entre las fuerzas
del bien y del mal en esta tierra, desde el tiempo de Daniel hasta el
establecimiento del eterno reino de Cristo. Puesto que Satanás usa los poderes
terrenales en sus esfuerzos para frustrar el plan de Dios y destruir su pueblo,
estas visiones presentan aquellos poderes a través de los cuales el maligno ha
actuado con mucho empeño.
La primera visión (cap. 2) trata principalmente de cambios políticos. Su
propósito primordial era revelar a Nabucodonosor su papel como rey de Babilonia
y hacerle saber "lo que había de ser en lo porvenir" (vers. 29).
Como si fuera un suplemento de la primera visión, la segunda (cap. 7) destaca
las vicisitudes del pueblo de Dios durante la hegemonía de los poderes
mencionados en la primera visión, y predice la victoria final de los santos y
el juicio de Dios sobre sus enemigos (vers. 14, 18, 26-27).
La tercera visión (cap. 8-9) complementa a la segunda y hace resaltar los
esfuerzos de Satanás por destruir la religión y el pueblo de Cristo.
La cuarta visión (cap. 10-12) resume las visiones precedentes y trata el tema
en forma más detallada que cualquiera de las otras. Amplía el tema de la
segunda visión y el de la tercera. Pone especial énfasis en "lo que ha de
venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días"
(cap. 10: 14), y el "tiempo fijado era largo" (vers. 1, RVA). La narración
bosquejada de la historia que se encuentra en 781 el cap. 11: 2-39 lleva a "los
postreros días" (cap. 10: 14) y los acontecimientos "al cabo del tiempo" (cap.
11: 40).
Las profecías de Daniel están estrechamente relacionadas con las del libro del
Apocalipsis. En gran medida el Apocalipsis trata del mismo tema, pero hace
resaltar en forma especial el papel de la iglesia cristiana como pueblo
escogido de Dios. En consecuencia, algunos detalles que pueden parecer oscuros
en el libro de Daniel con frecuencia pueden aclararse al compararlos con el
libro del Apocalipsis. Daniel recibió instrucciones de cerrar y sellar aquella
parte de su profecía referente a los últimos días hasta que, mediante un
estudio diligente del libro, aumentase el conocimiento de su contenido y de su
importancia (CS 405; cap. 12: 4). Aunque la porción de la profecía de Daniel
relacionada con los últimos días fue sellada (cap. 12: 4; HAp 467), Juan
recibió instrucciones específicas de no sellar "las palabras de la profecía" de
su libro, "porque el tiempo está cerca" (Apoc. 22: 10). De modo que para
obtener una interpretación más clara de cualquier porción del libro de Daniel
que sea difícil de entender, debiéramos estudiar cuidadosamente el libro del
Apocalipsis en busca de luz para disipar las tinieblas.
5. Bosquejo.-
I. Sección histórica, 1: 1 a 6:28.
A. La educación de Daniel y sus compañeros, 1: 1-21.
1. La primera deportación de cautivos de Judá a Babilonia, 1:
1-2.
2. La elección de Daniel y sus compañeros para recibir
educación para el servicio real, 1: 3-7.
3. Daniel consigue permiso para vivir de acuerdo con su ley, 1:
8-16.
4. Una educación exitosa y el ingreso al servicio real, 1:
17-21.
B. El sueño de Nabucodonosor sobre la gran imagen, 2: 1-49.
1. Nabucodonosor afligido por un sueño, 2: 1-11.
2. La ejecución de los sabios ordenada y anulada, 2: 12-16.
3. Daniel recibe sabiduría y expresa gratitud, 2: 17-23.
4. Daniel comunica el sueño al rey, 2: 24-35.
5. Daniel interpreta el sueño, 2: 36-45.
6. Nabucodonosor reconoce la grandeza de Dios, 2: 46-49.
C. Liberación de los amigos de Daniel del horno de fuego ardiente,
3:1-30.
1. Nabucodonosor erige una imagen y ordena su adoración, 3:
1-7.
2. Los tres hebreos fieles se niegan a adorarla, 3: 8-18.
3. La Liberación del horno por intervención divina, 3: 19-25.
4. La confesión y el decreto de Nabucodonosor; los hebreos son
promovidos, 3 :26-30.
D. El segundo sueño de Nabucodonosor, su humillación y restauración, 4:
1-37.
1. La confesión de Nabucodonosor acerca de la sabiduría y el
poder
de Dios, 4: 1-9.
2. Descripción del sueño, 4: 10-18.
3. Daniel interpreta el sueño, 4: 19-27.
4. La caída y restauración de Nabucodonosor, 4: 28-36.
5. Nabucodonosor alaba al Dios del cielo, 4: 37.
E. El banquete de Belsasar y la pérdida de la monarquía, 5: 1-31.
1. Belsasar profana los vasos del templo, 5: 1-4.
2. La misteriosa escritura en la pared, 5: 5-12. 782
3. La interpretación de Daniel, 5: 13-28.
4. Daniel recibe honores, cae Babilonia, 5: 29-31.
F. La liberación de Daniel del foso de los leones, 6: 1-28.
1. Ensalzamiento de Daniel y los celos de sus colegas, 6: 1-5.
2. El decreto de Darío que restringía las oraciones, 6: 6-9.
3. La transgresión de Daniel y su condenación, 6: 10-17.
4. La liberación de Daniel y el castigo de sus acusadores,
6:18-24.
5. Reconocimiento público de la grandeza del Dios de Daniel, 6:
25-28.
II. Sección profética, 7: 1 a 12: 13.
A. El segundo mensaje profético de Daniel, 7: 1-28.
1. Las cuatro bestias y el cuerno pequeño, 7: 1-8.
2. juicio y reino eterno del Hijo de hombre, 7: 9-14.
3. Un ángel interpreta la visión, 7: 15-27.
4. Impresión sobre Daniel, 7: 28.
B. El tercer mensaje profético de Daniel, 8: 1 a 9:27.
1. El carnero, el macho cabrío y los cuernos, 8:1-8.
2. El cuerno pequeño y su maldad, 8: 9-12.
3. La profecía -con implicación de tiempo- de la purificación
del santuario, 8: 13-14.
4. Gabriel interpreta la primera parte de la visión, 8: 15-26.
5. La enfermedad de Daniel como resultado de la visión, 8: 27.
6. Daniel ora pidiendo la restauración y confiesa los pecados
de su pueblo, 9:1-19.
7. Gabriel interpreta la parte restante de la visión, 9:20-27.
C. El cuarto mensaje profético de Daniel, 10: 1 a 12:13.
1. El ayuno de Daniel, 10: 1-3.
2. La aparición de "un varón" y el efecto que tuvo sobre
Daniel, 10:4- 10.
3. La conversación preliminar del "varón" con Daniel, 10: 11 a
11: 1.
4. Visión concerniente a sucesos históricos futuros, 11: 2 a
12:3.
5. La duración de las "maravillas"; promesas personales a
Daniel, 12:4-13.
CAPÍTULO 1
1 La cautividad de Joacim. 3 Aspenaz trae a Daniel, Ananías, Misael y Azarías.
8 Rehúsan la comida del rey y les va bien con legumbres y agua. 17 Se destacan
en sabiduría.
1 EN EL año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey
de Babilonia a Jerusalén, y la sitió.
2 Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los
utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su
dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios.
3 Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que los trajese de los hijos de
Israel, del linaje real de los príncipes,
4 muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en
toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar
en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los
caldeos.
5 Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del
rey, y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de
ellos se presentasen delante del rey
6 Entre éstos estaban Daniel, Ananías, 783 Misael y Azarías, de los hijos de
Judá.
7 A éstos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel Beltsasar; a
Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego
8 Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida
del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos
que no se le obligase a contaminarse
9 Y puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe de los eunucos
10 y dijo el jefe de los eunucos a Daniel: Temo a mi señor el rey, que señaló
vuestra comida y vuestra bebida; pues luego que él vea vuestros rostros más
pálidos que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis
para con el rey mi cabeza
11 Entonces dijo Daniel a Melsar, que estaba puesto por el jefe de los eunucos
sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías
12 Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den
legumbres a comer, y agua a beber
13 Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen de
la ración de la comida del rey, y haz después con tus siervos según veas
14 Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días
15 Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto
que el de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey
16 Así, pues, Melsar se llevaba la porción de la comida de ellos y el vino que
habían de beber, y les daba legumbres
17 A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas
las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños
18 Pasados, pues, los días al fin de los cuales había dicho el rey que los
trajesen, el jefe de los eunucos los trajo delante de Nabucodonosor
19 Y el rey habló con ellos, y no fueron hallados entre todos ellos otros como
Daniel, Ananías, Misael y Azarías; así, pues, estuvieron delante del rey
20 En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los
halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su
reino
21 Y continuó Daniel hasta el año primero del rey Ciro
1.
El año tercero.
Sobre la base de sincronismos bíblicos que relacionan los reinados de varios
reyes de Judá con el de Nabucodonosor, cuyos años babilónicos de reinado han
sido astronómicamente establecidos, el tercer año de Joacim duró, según el
calendario judío, desde el otoño (septiembre-octubre en el hemisferio norte)
del 606 a. C. hasta el otoño del 605 (ver t. II, p. 164; t. III, PP. 93-94).
Por lo tanto los acontecimientos registrados en este versículo y en los
siguientes deben haber ocurrido durante el año civil judío que comenzó en el
otoño del 606 y terminó en el otoño del 605 a. C. Antes de que se entendieran
los antiguos sistemas de computar los años de reinado, este versículo
presentaba a los comentadores un problema insuperable por la aparente
contradicción con Jer. 25: 1. Como resultado de descubrimientos arqueológicos
modernos todas las dificultades históricas y cronológicas sobre este punto han
desaparecido, y las evidencias presentan un cuadro completamente armonioso (ver
p. 775). Una vez más ha sido vindicada la integridad del Registro Sagrado (ver
p. 774).
Joacim era el segundo hijo de Josías. Cuando Josías perdió la vida en Meguido
el pueblo puso como rey en su lugar a Joacaz, cuarto hijo de Josías (ver com. 1
Crón. 3: 15). Después que Joacaz había reinado durante tres meses, Necao, rey
de Egipto, de vuelta de su primera campaña en el norte de Mesopotamia, lo
depuso y puso a Joacim en el trono (2 Rey. 23: 29-34). El nuevo rey de Judá,
cuyo nombre fue cambiado por el rey egipcio de Eliaquim, "Mi Dios levanta", a
Joacim, "Jehová levanta", fue obligado a pagar fuertes tributos a Egipto (2
Rey. 23: 34-35), pero parece haber estado conforme con mantenerse leal a su
señor egipcio.
Nabucodonosor.
Heb. Nebukadne'tstsar, la transliteración hebrea corriente del babilonio
Nabu-kuduri-utsur, significa "Que [el dios] Nabu proteja a mi hijo" o "Nabú
proteja a mi piedra de límite". También aparece algunas veces en la Biblia
hebrea el nombre escrito Nebukadre'tstsar (Jer. 21: 2; Eze. 26:7; etc.). En la
LXX aparece como Naboujodonosor; pero en las obras de Estrabón y como variante
en un manuscrito de Josefo, se escribe Nabokodrosoros.
La presencia de Nabucodonosor en Palestina en 605 a. C., como lo indica Dan.
1: 1, está confirmada por dos relatos babilonios: (1) una narración del
historiador Beroso, 784 cuya obra perdida ha sido citada por Josefo -en lo que
atañe a este acontecimiento- en Contra Apión i. 19, y (2) una parte de la
Crónica Babilónica hasta ahora desconocida (su editor es D. J. Wiseman,
Chronicles of Chaldean Kings, 1956), que abarca todo el reinado de Nabopolasar
y los primeros once años de su hijo Nabucodonosor.
Beroso, tal como lo cita Josefo, relata que Nabucodonosor recibió la orden de
su padre Nabopolasar de sofocar una rebelión en Egipto, Fenicia y Celesiria.
Habiendo completado su misión pero estando todavía en el oeste, recibió la
noticia de la muerte de su padre. Dejó a los cautivos en manos de sus
generales, y se apresuró a regresar a Babilonia por el camino más corto del
desierto. Sin duda esa prisa se debió al deseo de impedir que un usurpador
tomara el trono. Beroso dice que Nabucodonosor dejó a cautivos judíos con sus
generales cuando se apresuró a volver a Babilonia. Daniel y sus amigos deben
haber estado entre esos cautivos. La afirmación de Dan. 1: 1-2 y la de Beroso
eran los únicos registros antiguos conocidos que se referían a esta campaña de
Nabucodonosor hasta que se descubrió en 1956 la Crónica Babilónica: un relato
qué por primera vez presenta -año tras año- las fechas exactas de la ascensión
al trono de Nabopolasar y de su muerte, la entronización de Nabucodonosor y la
captura de un rey de Judá - indudablemente Joaquín- ocho años más tarde.
También ubica la muerte de Josías en 609 y la batalla de Carquemis en 605.
Anteriormente la entronización de Nabucodonosor había sido ubicada por agosto
de 605 mediante el registro de fechas que aparece en las tablillas de arcilla
de documentos comerciales de Babilonia (ver t. III, PP. 88-89), puesto que el
último de esos documentos del año 21 de Nabopolasar corresponde con el 8 de
agosto, y el primero del nuevo reinado fue escrito en septiembre.
Sin embargo, la crónica da el día preciso. Narra la forma en que Nabucodonosor
en el año 21 de su padre- derrotó decisivamente a los egipcios en Carquemis y
subyugó la tierra de Hatti (Siria-Palestina). Después, al saber de la muerte
de su padre el 8 de Ab (aproximadamente el 15 de agosto), volvió rápidamente a
Babilonia y ocupó el trono el 1º de Elul (aproximadamente el 7 de septiembre).
Posteriormente en el año de su entronización y otra vez en su año 1 (que
comenzó en la primavera de 604), volvió al oeste y recibió tributo de los reyes
vasallos.
Esto explica cómo Daniel pudo ser llevado cautivo en el 3er año de Joacim, el
año anterior al 1 de Nabucodonosor (ver p. 775).
Rey de Babilonia.
Cuando Nabucodonosor vino contra Jerusalén en el 3er año de Joacim, pocas
semanas antes de la muerte de su padre, o a lo sumo pocos meses, no era aún
rey. Pero Daniel, al registrar estos acontecimientos, probablemente durante el
1er. año de Ciro (vers. 21), unos 70 años después de ocurridos los sucesos
descritos, llama a Nabucodonosor "rey de Babilonia". Cuando Daniel llegó a
Babilonia siendo un joven cautivo, Nabucodonosor ya era rey. Desde entonces
vio a Nabucodonosor reinar durante 43 años. De ahí que parezca enteramente
natural que Daniel se refiera a él como "rey". Por otra parte es posible,
aunque difícil, que Daniel fuera tomado durante el corto intervalo entre la
muerte de Nabopolasar y el regreso de Nabucodonosor a Babilonia.
2.
Parte de los utensilios.
Sin duda Nabucodonosor tomó los más finos y valiosos vasos del templo para
usarlos en el servicio de su dios Marduk. Naturalmente no dejó más que lo
absolutamente indispensable para que continuara llevándose a cabo el ritual
diario en el templo de Jerusalén. Los caldeos se llevaron vasos sagrados a
Babilonia en tres ocasiones: (1) durante la campaña registrada en este pasaje,
(2) cuando Jerusalén fue tomada al final del reinado de Joaquín en el 597 a. C.
(2 Rey. 24: 13), y (3) al final del reinado de Sedequías, cuando después de un
largo asedio Jerusalén fue tomada y destruida en 586 a. C. (2 Rey. 25: 8-15).
El saqueo de los tesoros de Jerusalén por las fuerzas babilónicas cumplía la
profecía de Isaías pronunciada casi un siglo antes (Isa. 39: 6). Sobre la
suerte del arca ver com. Jer. 37: 10.
Tierra de Sinar.
Los primeros comentadores identificaban este término con mat Sumeri, "la tierra
de Sumer", o la Babilonia meridional, pero por lo general esta interpretación
ha sido descartada. En la mayor parte de las referencias del AT Sinar es sólo
otro nombre de Babilonia. El origen de la palabra "Sinar" todavía no es claro
(ver com. Gén. 10: 10). Sin embargo, en Gén. 14: 1, 9, Sinar parece ser el
nombre de una región del norte de la Mesopotamia llamada Sanhar en los textos
cuneiformes. Así como en Gén. 11: 2, Isa. 785 11: 11 y Zac. 5: 11, la Sinar
mencionada en Daniel es indiscutiblemente Babilonia.
Su dios.
El dios principal de Babilonia era Marduk, que desde el tiempo de la primera
dinastía, más de mil años antes, había sido llamado comúnmente Bel, "señor'.
Su templo principal, llamado Esagila, en cuyo patio estaba la gran torre
templo, Etemenanki, estaba en el corazón de Babilonia (ver Nota Adicional del
cap. 4; también el mapa de la p. 823).
Casa del tesoro.
Los documentos cuneiformes babilónicos mencionan frecuentemente los tesoros del
Esagila, el gran templo de Marduk. No se sabe cuál de los muchos edificios
secundarios que pertenecían al conjunto del templo pudo haber albergado esos
tesoros. Sin embargo, se ha excavado una casa del tesoro de orden secular
dentro del recinto del palacio. Los excavadores han llamado a este edificio
Museo del Palacio porque encontraron allí coleccionadas muchas esculturas e
inscripciones de las ciudades conquistadas. Como en un museo moderno, se
exhibían también objetos de distintas partes del imperio. Aunque el edificio
estaba abierto al público, se prohibía la entrada a "personas malvadas", según
una inscripción de la época. No sería imposible que muchos tesoros de
Jerusalén, especialmente los que provenían de la tesorería real, fueran
expuestos en este museo del palacio y fueran vistos por muchos visitantes.
3.
Aspenaz.
Un nombre que aparece en los textos cuneiformes de Nipur del siglo V a. C. en
la forma un poco diferente de Ashpazanda, pero que aparece en los textos
arameos de sortilegios, también de Nipur, en la forma de Aspenaz. Aunque su
significado todavía es oscuro, se ha pensado que el nombre podría ser de origen
persa, procedencia probable de este funcionario. Muchos extranjeros llegaban a
elevados cargos y recibían honores al servicio de los caldeos.
Jefe de sus eunucos.
El título hebreo rabsaris, "eunuco principal", aparece también en un texto
arameo del año 682 a. C. En las inscripciones babilónicas encontramos como su
equivalente el título rab sha reshi, literalmente, "el jefe del que está sobre
la cabeza [del rey]". El título se aplicaba al hombre de confianza del rey.
Se ha discutido frecuentemente si el término saris sólo se usaba para designar
a los funcionarios que eran eunucos en el sentido literal y físico de la
palabra, es decir, que habían sido castrados, o si saris se usaba de una manera
general para designar cualquier tipo de funcionario real. No puede darse una
respuesta categórica a esta pregunta. Sin embargo, representaciones gráficas
asirias de la vida cotidiana de la corte indican claramente, mostrando una
distinción de rasgos faciales como la ausencia o presencia de barba, que el rey
estaba rodeado tanto de funcionarios que eran literalmente eunucos como de los
que no lo eran. Aún más, dichas representaciones indican que los eunucos
literales parecen haber sido mayoría. Algunos de los más grandes hombres de la
historia asiria pertenecieron a esta categoría, como por ejemplo,
Dai>n-Ashshur, el gran visir de Salmanasar III, junto con muchos comandantes
militares y otros funcionarios encumbrados. Isaías profetizó que algunos de
los descendientes de Ezequías serían eunucos en el palacio del rey de Babilonia
(Isa. 39:7).Algunos comentadores han sostenido que Daniel y sus tres compañeros
estaban incluidos en esta profecía.
Israel.
Después de la destrucción de Samaria en el 723/722 a. C., cuando las diez
tribus del norte dejaron de existir como nación separada, el reino de Judá
quedó como único representante de los descendientes de Jacob o Israel. De ahí
que el nombre Israel se usara frecuentemente durante el destierro y en el
período postexílico para designar a los representantes del reino del sur (ver
Eze. 14: 1; 17: 2; etc.; Esd. 3: 1,11; etc.).
Linaje real.
Cuando Nabucodonosor conquistó Jerusalén en el año 605 a. C., tomó rehenes de
la casa real de Judá como también de las principales familias de aquella
desdichada nación. Los conquistadores de la antigüedad tenían la costumbre de
llevarse nobles como rehenes para asegurarse la lealtad de los enemigos
vencidos. Tal práctica se registra en los anales de Tutmosis III de Egipto,
quien, después de derrotar a una coalición de gobernantes sirios y palestinos
en la batalla de Meguido en el siglo XV a. C., permitió a los reyes derrotados
que siguiesen ocupando el trono, pero llevó a Egipto a un príncipe de cada uno
de sus enemigos vencidos. En Egipto fueron educados a la manera egipcia y
cuando uno de los reyes satélites de Palestina o Siria moría, uno de los hijos
del difunto, educado en Egipto y simpatizante 786 del Faraón, era puesto en el
trono vacante.
Príncipes.
Heb. partemim, una palabra tomada del antiguo persa, fratama, "nobles", que
básicamente significa 'principales". Fuera de este pasaje, la palabra partemim
se usa sólo en Ester (cap. 1: 3; 6: 9). La presencia en el libro de Daniel de
ésta y otras palabras tomadas del persa puede explicarse fácilmente si
suponemos con razón que el primer capítulo de Daniel fue escrito durante el 1er
año de Ciro, cuando la influencia persa ya era fuerte (ver Dan. 1: 21).
4.
Muchachos.
Heb. yéled, es un término cuyas acepciones indican distintas edades. Aquí
designa a "jóvenes", "hombres jóvenes". Los jóvenes consejeros que habían sido
criados con el rey Roboam son llamados yéled (1 Rey. 12: 8). La palabra se
traduce: "jóvenes" (RVR); el mismo término se aplica a Benjamín cuando tenía
alrededor de 30 años, poco antes de ir a Egipto, cuando ya era padre de 10
hijos (Gén. 44: 20; cf. cap. 46: 21). No es entonces extraño que una palabra
que puede significar "muchachos" se aplique a jóvenes, de los cuales uno de
ellos, Daniel, tenía ya 18 años (4T 570). En relación con esto, cabe mencionar
que en época posterior el historiador Jenofonte dice que ningún joven podía
ingresar en el servicio de los reyes persas antes de cumplir los 17 años
(Ciropedia i. 2).
No hubiese tacha alguna.
La salud física y una apariencia hermosa eran consideradas cualidades
indispensables para un magistrado de alta alcurnia entre los antiguos, y aún
hoy estas características son muy bien cotizadas en el Cercano Oriente.
Caldeos.
Este término (acadio, kaldu) designa a los miembros de una tribu aramea que
primero se establecieron en la Baja Mesopotamia y que tomaron el gobierno de
Babilonia cuando Nabopolasar fundó la dinastía neobabilónica. La palabra puede
aplicarse también a una clase de eruditos de la corte babilónico que eran los
principales astrónomos de su tiempo. Estos sabios eran igualmente expertos en
otras ciencias exactas, como matemáticas, aunque incluían en sus actividades
magia y astrología. Los comentadores no han estado de acuerdo en sus
interpretaciones de la frase "las letras y la lengua de los caldeos". El punto
de vista más antiguo, encontrado entre los padres de la iglesia, interpreta
esta frase como un estudio del idioma y la literatura de los arameos, mientras
que muchos de los comentadores modernos piensan que significa la combinación
del conocimiento científico y lingüístico de los caldeos. Todos los escritos
científicos conocidos de esa época fueron inscritos en tablillas de arcilla en
escritura cuneiforme, en el idioma babilonio. Por lo tanto, debe deducirse que
"las letras y la lengua de los caldeos" incluían una educación a fondo en el
idioma clásico y la escritura del país -vale decir del idioma babilonio y
escritura cuneiforme- además del arameo familiar y común. Ya que no era fácil
llegar a ser experto en el uso de la escritura cuneiforme con sus centenares de
caracteres, una buena base cultural, una habilidad natural para aprender
fácilmente y el don de captar rápidamente un nuevo idioma eran considerados
prerrequisitos deseables para ser aceptado en la escuela real de los futuros
cortesanos (ver PR 351-352).
5.
Les señaló.
Por el hecho de ser alumnos de la escuela real de cortesanos, los jóvenes
recibían raciones de la casa real. Esta costumbre también se seguía en el
último período persa, del cual tenemos mayor número de registros de la época
que del período neobabilónico.
Ración... de la comida.
Heb. pathbag, una palabra tomada del antiguo persa patibaga, "porción" o
"manjares". Sobre el uso de tales palabras de otros idiomas ver com. vers. 3.
Pathbag se usa 6 veces en Daniel (cap. 1: 5, 8, 13, 15-16; 11: 26).
Tres años.
Esto es, contando el primer año y el último (o cómputo inclusivo; ver t. 11,
PP. 139-140), desde el año en que Nabucodonosor ascendió al trono, cuando
Daniel fue tomado cautivo (ver com. vers. 1), hasta el 2º año de su reinado
(ver com. vers. 18).
6.
Entre éstos.
Esta expresión muestra que otros jóvenes habían sido elegidos para recibir
instrucción además de los cuatro que se mencionan por nombre. Sin duda se
nombra a estos cuatro por su singular actuación. Su firme lealtad a Dios les
ganó grandes recompensas en forma de honor mundanal y bendiciones espirituales
(cap. 2: 49; 3: 30; 6: 2; 10: 11).
Daniel.
Significa "Dios es mi juez". En el AT el nombre aparece primeramente como el de
uno de los hijos de David (1 Crón. 3: 1), y después como nombre de un sacerdote
del siglo V (Esd. 8: 2; Neh. 10: 6). Sin embargo, el nombre ya se conocía en
Ugarit (Ras Samra) a mediados del segundo milenio a. C. como 787 nombre de un
legendario rey justo, a quien algunos eruditos han identificado erróneamente
con el Daniel que menciona Ezequiel (Eze. 14: 14; 28: 3). Es evidente que el
nombre Daniel era muy común entre los pueblos semitas porque se lo encuentra
entre los babilonios, los sabeos del sur de Arabia, así como entre los nabateos
-los sucesores de los idumeos- y entre los palmireños del norte de Arabia.
Ananías.
Significa "Yahweh es misericordioso". Ananías era un nombre común entre los
hebreos que corresponde por lo menos con 14 individuos diferentes mencionados
en el AT. El nombre también se encuentra en la transliteración acadia,
Hananiyama, como nombre de un judío que vivía en Nipur en el siglo V. En otro
documento cuneiforme de Nipur, el nombre está grabado en arcilla en escritura
aramea. También se lo encuentra en inscripciones judías posteriores y en los
papiros arameos de Elefantina.
Misael.
Probablemente signifique "¿Quién pertenece a Dios?" El nombre corresponde con
varios personajes bíblicos tanto antes como después del destierro (Exo. 6: 22;
Neh. 8: 4).
Azarías.
Significa: "Yahweh ayuda". El nombre aparece frecuentemente en la Biblia.
Fuera de la Biblia se lo encuentra inscrito en asas de jarros hallados en
excavaciones de Palestina y también está en documentos cuneiformes con la forma
Azriau.
7.
Puso nombres.
Los nuevos nombres dados a los jóvenes hebreos significaban su adopción en la
corte babilónico, costumbre que tiene ejemplos similares en la historia
bíblica. José recibió un nombre egipcio al ingresar en la vida cortesana
egipcia (Gén. 41: 45), y el nombre de Hadasa fue cambiado por Ester (Est. 2:
7), probablemente cuando llegó a ser reina. Los documentos antiguos también
atestiguan que existía esta costumbre entre los babilonios. El rey asirio
Tiglat-Pileser III tomó el nombre de Pulu (Pul en la Biblia) cuando llegó a ser
rey de Babilonia (ver com. 1 Crón. 5: 26; t. II, PP. 159-161), y parece que
Salmanasar V usó el nombre Ululai al desempeñar el mismo cargo.
Beltsasar.
La transliteración hebrea y aramea representan la pronunciación masorética
posterior de un nombre babilonio. Aunque los eruditos han sugerido varias
identificaciones con formas babilónicas, ninguna es completamente
satisfactoria. En vista del comentario de Nabucodonosor hecho muchos años más
tarde, de que el nombre babilonio de Daniel significaba "como el nombre de mi
dios" (cap. 4: 8), parece evidente que la primera sílaba, "Bel", se refiere a
Bel, el nombre popular del dios principal de Babilonia, Marduk. Por esta razón
debe rechazarse la identificación del nuevo nombre de Daniel con
Balat-sharri-usur, "proteja la vida del rey" o Balatsu-usur, "proteja su vida",
aunque ambas interpretaciones han hallado fuerte apoyo entre los asiriólogos
quienes dicen que esos son los equivalentes más cercanos a la forma hebrea. La
sugestión de R. D. Wilson de identificar a Beltsasar con Bel-lit-shar-usur,
"Bel proteja al rehén del rey", difícilmente puede ser acertada, siendo
sumamente improbable que los babilonios hubiesen puesto un nombre tal a un
cautivo, si juzgamos de acuerdo con los miles de nombres babilonios encontrados
en los documentos cuneiformes. La mejor identificación parece ser aún aquella
dada por Delitzsch que toma este nombre como abreviatura de BLl-bal>tsu-usur,
"Bel proteja su vida [la del rey]".
Sadrac.
Este nombre no puede explicarse en babilonio. Algunos eruditos han pensado que
el nombre es una alteración de Marduk, mientras otros han tratado de explicarlo
con la ayuda de palabras sumerias. Jensen ha sugerido que es el nombre del dios
elamita Shutruk, pero es difícil explicar por qué los babilonios habrían usado
un nombre elamita.
Mesac.
No se ha encontrado aún una explicación satisfactoria acerca de este nombre.
Como ya se ha dicho de Sadrac, Mesac no es nombre babilónico.
Abed-nego.
Generalmente se acepta que este nombre corresponde a Abed-nebo, "siervo de [el
dios] Nabu", nombre que se encuentra en un papiro arameo hallado en Egipto.
8.
No contaminarse.
Había varias razones por las cuales un judío piadoso evitaría comer de la
comida real: (1) los babilonios, como otras naciones paganas, comían carnes
inmundas (ver CRA 33-34); (2) los animales no habían sido muertos de acuerdo
con la ley levítica (Lev. 17: 14-15); (3) una porción de los animales
destinados al alimento era ofrecida primeramente como sacrificio a los dioses
paganos (ver Hech. 15: 29); (4) el consumo de alimentos y bebidas sibaríticos y
malsanos estaba en contra de los principios de estricta temperancia: (5) por
todas estas razones 788 Daniel y sus compañeros prefirieron abstenerse de comer
carnes (ver Material Suplementario de EGW com. Dan. 1: 8). Los jóvenes hebreos
decidieron no hacer nada que perjudicara su desarrollo físico, mental y
espiritual.
9.
En gracia.
Compárese con el caso de José (Gén. 39: 4, 21), de Esdras (Esd. 7: 28), y de
Nehemías (Neh. 2:8). Indudablemente la cortesía, la gentileza y la fidelidad
demostradas por estos hombres les conquistaron la gracia de sus superiores (ver
PP 216; CRA 35). Al mismo tiempo ellos atribuyeron su éxito a la bendición de
Dios. Dios obra con los que cooperan con él. Ver p. 778.
10.
Condenaréis... mi cabeza.
Esta declaración dice literalmente: "Hacéis culpable mi cabeza para el rey".
Esta expresión podría implicar la pena capital, pero sencillamente podría
significar que el jefe de los eunucos sería responsable si los que habían sido
puestos bajo su cuidado decaían físicamente.
11.
Melsar.
Heb. meltsar, que según registros cuneiformes babilónicos era una palabra
derivada del acadio, matstsaru, que significa "guardián" o "custodio". La
presencia del artículo definido en hebreo también indica que no se trata de un
nombre propio. De ahí que no sepamos el nombre del funcionario subalterno que
actuaba como tutor inmediato de los aprendices hebreos. Aunque Aspenaz se
había mostrado amigable y comprensivo ante el pedido de Daniel, vaciló antes de
ayudar al joven cautivo. De ahí que Daniel fuera al funcionario que era su
tutor inmediato y le presentó un pedido específico.
12.
Diez días.
Este parece ser un período demasiado corto para que se notara un cambio
apreciable de apariencia y vigor físico. Sin embargo, gracias a sus hábitos de
estricta temperancia, Daniel y sus compañeros ya disfrutaban de organismos
sanos (ver PR 353), que respondieron a los beneficios de un régimen apropiado.
Sin duda, su restablecimiento de los rigores de la larga marcha desde Judea fue
más marcado que el de otros cautivos que no cultivaban hábitos de sobriedad.
En el caso de Daniel y de sus tres compañeros, el poder divino se unió con el
esfuerzo humano y el resultado fue verdaderamente notable (cf. PP 215). La
bendición de Dios acompañó la noble resolución de los jóvenes de no
contaminarse con los manjares del rey. Sabían que la complacencia en alimentos
y bebidas estimulantes no les permitiría alcanzar el mejor desarrollo físico y
mental. Melsar estaba seguro de que "un régimen abstemio haría que estos
jóvenes tuvieran una apariencia demacrada y enfermiza... en tanto que la lujosa
comida proveniente de la mesa del rey los haría rubicundos y hermosos, y les
impartiría una actividad física superior" (CRA 35), y se sorprendió al ver que
los resultados eran completamente opuestos a su suposición.
Dios honró a esos jóvenes debido a su invariable propósito de hacer lo recto.
La aprobación de Dios les era de más valor que el favor del más poderoso
potentado de la tierra, aun de más valor que la vida misma (ver CRA 35). Esta
firme resolución no había nacido bajo la presión de las circunstancias
inmediatas. Desde la niñez estos jóvenes habían sido educados en estrictos
hábitos de temperancia. Conocían en cuanto a los efectos degenerativos de un
régimen alimentarlo intoxicante, y hacía mucho que habían determinado no
debilitar sus facultades mentales y físicas por la complacencia del apetito.
El fin del período de prueba los encontró con mejor apariencia, actividad
física y vigor mental.
Daniel no rechazó las viandas del rey para aparecer como raro. Muchos podrían
razonar que en tales circunstancias había una excusa plausible para apartarse
del estricto apego a los principios y que en consecuencia Daniel era de mente
estrecha, fanático y demasiado puntilloso. Daniel procuraba vivir en paz con
todos y cooperar al máximo con sus superiores, mientras tal cooperación no le
exigiera sacrificar sus principios. Estaba dispuesto a sacrificar honores
mundanos, riqueza y posición, sí, aun la vida misma en todo donde entrase en
juego la lealtad a Jehová.
Legumbres.
Heb. zero'im, de la raíz zera', "semilla"; alimentos vegetales, de plantas que
producen semillas. De acuerdo con la tradición judía, las bayas y los dátiles
estaban también comprendidos en este término. Ya que los dátiles son parte del
régimen básico en Mesopotamia, es probable que se los hubiera incluido aquí.
Ver com. vers. 8.
17.
Estos cuatro muchachos.
Ver com. vers. 4.
Conocimiento e inteligencia.
La instrucción que Daniel y sus tres amigos recibieron fue también para ellos
una prueba de fe. La sabiduría de los caldeos estaba unida a la idolatría y
prácticas paganas, y mezclaba brujería 789 con ciencia y sabiduría con
superstición. Los estudiantes hebreos se mantuvieron alejados de estas cosas.
No se nos dice cómo evitaron los conflictos, pero a pesar de las influencias
corruptoras se mantuvieron fieles a la fe de sus padres, como podemos
claramente apreciar por pruebas posteriores de su lealtad. Los cuatro jóvenes
aprendieron la pericia y las ciencias de los caldeos sin adoptar los elementos
paganos mezclados en ellas.
Entre las razones por las cuales estos hebreos preservaron su fe sin tacha
pueden notarse las siguientes: (1) Su firme resolución de permanecer fieles a
Dios. Tenían más que un deseo o una esperanza de ser buenos. Tenían la
voluntad de hacer lo recto y apartarse del mal. La victoria es posible sólo
por el correcto ejercicio de la voluntad (ver CC 4748). (2) Su dependencia del
poder de Dios. Aunque valoraban las aptitudes humanas y reconocían la
necesidad del esfuerzo humano, sabían que estas cosas por sí mismas no les
garantizarían el éxito. Reconocían que además de esto debe haber una humilde
dependencia y completa confianza en el poder de Dios (ver CRA 182). (3) Se
negaron a dañar su naturaleza espiritual y moral mediante la complacencia del
apetito. Se daban cuenta de que el dejar de lado los principios una sola vez
habría debilitado su sentido del bien y del mal, lo que a su vez probablemente
los habría llevado a otros malos actos y finalmente a la apostasía completa
(ver CRA 183).(4)Su consecuente vida de oración. Daniel y sus jóvenes
compañeros se daban cuenta de que la oración era una necesidad, en especial por
la atmósfera de mal que continuamente los rodeaba (ver SL 20).
Toda visión y sueños.
Mientras que los tres amigos de Daniel, al igual que él, estaban dotados de
cualidades mentales excepcionales y le igualaban en lealtad a su Dios, él fue
escogido como mensajero especial del cielo. Algunos eruditos modernos que
niegan que exista un genuino don de profecía han sugerido que este versículo
indica que Daniel tenía dotes especiales para aprender la manera caldea de
interpretar sueños y visiones, y que en los concursos escolares en esta
materia, sobrepasaba a sus condiscípulos. Daniel no perteneció a esa clase de
intérpretes de sueños. Su don profético no era producto de una educación
exitosa en la escuela real de adivinos, hechiceros y magos. Fue llamado por
Dios para hacer una obra especial y se convirtió en el receptáculo de algunas
de las profecías más importantes de todos los tiempos (cap. 7-12).
18.
Pasados. . . los días.
Algunos expositores han pensado que cuando el rey, en su 2º año, exigió de sus
sabios que interpretaran su sueño (cap. 2: 1), Daniel no fue llamado a la
reunión porque no había aún completado su educación, y que él y sus amigos
fueron condenados a compartir la suerte de los magos porque pertenecían a la
profesión aunque no eran aún miembros plenos de ella. No podemos considerar
como correcta esta hipótesis. Los jóvenes aprendices debían ser educados
durante tres años para que "se presentasen delante del rey" (cap. 1: 5); y eran
"pasados... los días" especificados cuando se los trajo delante del rey para
ser examinados. Fue entonces cuando "estuvieron delante del rey" (ver com.
vers. 19). Esta declaración indica que el período de tres años había concluido
antes de que el rey los examinara y hallara que Daniel y sus tres amigos eran
mejores que todos los otros candidatos. Esto difícilmente podría haber
ocurrido después de que uno de ellos, es decir Daniel, hubiera ya recibido
grandes honores y hubiera sido nombrado como gobernador de la provincia y
supervisor de todos los magos, y después de que los otros tres hubieran
recibido cargos encumbrados (cap. 2: 46-49). La secuencia lógica de
acontecimientos, al igual que el orden del relato, requieren que el curso de
tres años que siguió Daniel hubiera ya terminado antes del famoso sueño de
Nabucodonosor, en su 2º año de reinado.
Todo esto lleva a la conclusión de que estos tres años no fueron un período de
36 meses, sino que deben contarse en forma inclusivo. Representan (1) el año
cuando Nabucodonosor ascendió al trono (ver com. vers. 2) y en el cual los
cautivos hebreos llegaron a Babilonia e iniciaron su educación; (2) el 1er año
de Nabucodonosor, que era el año calendario que empezó el primer día de año
nuevo, después de su ascensión al trono; y (3) el 2º año de Nabucodonosor
durante el cual Daniel terminó sus estudios y estuvo "delante del rey", y en el
que también interpretó el sueño (ver cap. 2: 1; también PR 361).
Aplicando el antiguo método de cómputo inclusivo (por numerosos casos sabemos
que ésta era la forma común de contar el tiempo; ver t. II, PP. 139-140), no
hay necesidad de asegurar, como lo han hecho algunos comentadores 790 que el
cap. 1 contradice cronológicamente al cap. 2, ni de buscar explicaciones
complicadas o forzadas como las que se encuentran en muchos comentarios. Por
ejemplo, Jerónimo dijo que el 2º año del cap. 2: 1 se refiere al 2º año después
de la conquista de Egipto; y el erudito judío, lbn Ezra, pensaba que el sueño
acaeció en el 2º año después de la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor.
Posteriormente algunos conjeturaron que Nabucodonosor reinó con su padre
durante dos años (ver el t. III, PP. 93-94).
19.
Habló con ellos.
Cuando el eunuco principal presentó a sus graduandos ante el rey al final de su
período de preparación, un examen hecho personalmente por Nabucodonosor
demostró que los cuatro jóvenes hebreos eran superiores a todos los otros. "En
fuerza y belleza física, en vigor mental y realizaciones literarias, no tenían
rival" (PR 356). No se indica la forma del examen. Por una descripción
posterior de las habilidades de Daniel, dada por la madre de Belsasar -que
probablemente era hija de Nabucodonosor- sabemos que ella conocía a Daniel como
un hombre que era capaz de "descifrar enigmas y de resolver dificultades" (cap.
5: 12, BJ). Las preguntas que se les hicieron pueden haber incluido la
explicación de un enigma, cosa que ha sido siempre una diversión favorita en
las cortes de los países del Cercano Oriente. Además, el examen puede haber
incluido resolver problemas matemáticos y astronómicos, en lo cual los
babilonios eran maestros, como lo revelan sus documentos, o una demostración de
habilidad para leer y escribir la difícil escritura cuneiforme.
La sabiduría superior de Daniel y de sus compañeros no fue el resultado del
azar o del destino, ni aun de un milagro, como generalmente se entiende esa
palabra. Los jóvenes se aplicaron diligente y concienzudamente a sus estudios,
y Dios bendijo sus esfuerzos. El verdadero éxito en cualquier empresa está
asegurado cuando se combinan el esfuerzo divino y el humano. El esfuerzo
humano solo de nada vale; de la misma manera el poder divino no hace
innecesaria la cooperación humana (ver PR 356-358; cf. PP 215).
Entre todos ellos.
Esto puede referirse a otros jóvenes israelitas (vers. 3) traídos a Babilonia
juntamente con Daniel y sus amigos, pero sin duda también se refiere a jóvenes
nobles tomados de otros países, que habían recibido la misma educación que los
hebreos.
Estuvieron delante del rey.
Compárese el vers. 5 con el cap. 2: 2. Es decir, entraron al servicio real.
Nótese el uso similar de las palabras "estar delante" en Gén. 41: 46; 1 Sam.
16: 21-22; 2 Crón. 9: 7; 10: 6, 8 (cf. Núm. 16: 9; 27: 21; Deut. 10: 8; 2
Crón. 29: 11).
20.
Sabiduría e inteligencia.
Literalmente:"sabiduría de inteligencia". RVR, junto con la mayor parte de las
traducciones, sigue a las versiones antiguas que tienen una conjunción entre
las palabras "sabiduría" e "inteligencia". Ciertos comentadores han explicado
que la construcción hebrea resulta del deseo de parte del autor de expresar la
forma más excelsa de inteligencia o ciencia, o de presentar ante sus lectores
la idea de que se quería significar una sabiduría regulada o determinada por el
entendimiento; es decir que no se trataba de una sabiduría mágica o ciencia
sobrenatural. Esto sugeriría que Daniel y sus amigos sobrepasaban a los
hombres de su profesión en asuntos de ciencias exactas, como astronomía y
matemáticas, y en estudios lingüísticos. Habían aprendido perfectamente la
escritura cuneiforme, los idiomas babilonio y arameo y la escritura cuadrada
aramea.
Magos.
Heb. jartom, palabra que sólo aparece en el Pentateuco (Gén. 41: 8, 24; Exo. 7:
11, 22; 8: 7, 18) y en Daniel (aquí y en el cap. 2: 2). Ha sido tomada de la
palabra egipcia jeri-dem, en la cual jeri significa "jefe" u "hombre destacado"
y dem "mencionar un nombre en magia". Por lo tanto, un jeri-dem es un "jefe de
magia" o "mago principal". De acuerdo con nuestro conocimiento actual, esta
palabra no se usaba en Babilonia y no se la encuentra en ninguna parte en los
documentos cuneiformes. Evidentemente Daniel había aprendido este término
mediante la lectura del Pentateuco, y no necesariamente estaba enterado de los
términos técnicos egipcios. Daniel conocía bien los escritos de Moisés y era un
ávido estudiante de los escritos sagrados de su pueblo (ver cap. 9: 2). El uso
de esta palabra hebrea tomada del egipcio es una ilustración de cómo su estilo
y selección de palabras habían recibido la influencia del vocabulario de la
porción de la Biblia que existía entonces.
Astrólogos.
Heb. 'ashshaf, vocablo tomado 791 de la palabra acadia ashipu, "exorcista".
La adivinación, la magia, el exorcismo y la astrología eran comunes entre los
pueblos antiguos, pero en algunos países como Babilonia eran practicados por
hombres de ciencia. Se pronosticaban los acontecimientos futuros buscando
indicios en las entrañas de animales sacrificados o en el vuelo de los pájaros.
La adivinación se practicaba especialmente mediante la inspección del hígado de
los animales sacrificados (hepatoscopía) y su comparación con hígados "modelos"
de arcilla, cubiertos de inscripciones. Estos modelos, como los modernos
manuales de quiromancia, contenían explicaciones detalladas de todas las
diferencias de forma e instrucciones para la interpretación. Numerosos modelos
de hígados hechos de arcilla han sido desenterrados en varios sitios de
Mesopotamia. Los antiguos adivinos tenían muchos métodos. Algunas veces
buscaban consejo vertiendo aceite sobre agua e interpretando la forma en que el
aceite se desparramaba (lecanomancia), o sacudiendo flechas dentro de la aljaba
y viendo luego la dirección en que caía la primera (belomancia). Ver Eze. 21:
21.
El adivino también interpretaba sueños, inventaba fórmulas de sortilegio por
las cuales pretendía poder alejar a los malos espíritus o a las enfermedades, y
pedía consejo a los supuestos espíritus de los muertos (necromancia). Cada
potentado tenía muchos adivinos y magos a su servicio. Estaban a su
disposición en toda oportunidad y seguían a su rey en las campañas militares,
expediciones de caza y visitas de Estado. Se buscaba su consejo antes de hacer
decisiones tales como la ruta que debía seguirse, o la fecha del ataque contra
el enemigo. La vida del rey era en gran medida regida y regulada por estos
hombres.
Es un error suponer que los sabios de Babilonia eran sólo adivinos y magos.
Aunque practicaban con destreza estas artes, eran también eruditos en el
verdadero sentido de la palabra. Así como en la Edad Media la alquimia era
practicada por hombres muy instruidos y la astrología era frecuentemente
practicada por astrónomos que tenían capacidad científica, también los
exorcistas y adivinos de los tiempos antiguos se ocupaban de estudios
estrictamente científicos. Su conocimiento astronómico había alcanzado un
grado sorprendente de desarrollo, aunque la astronomía babilónico llegó a su
culminación después de la conquista persa. Los astrónomos podían predecir
tanto eclipses lunares como solares por medio de cómputos. Su capacidad
matemática estaba muy desarrollada. Usaban fórmulas cuyo descubrimiento por lo
general se atribuye erróneamente a los matemáticos griegos. Además eran buenos
arquitectos, constructores y médicos aceptables que habían encontrado por
medios empíricos la manera de curar muchas enfermedades. Debe haber sido en
estos aspectos de la sabiduría donde Daniel y sus tres amigos sobrepasaron a
los magos, astrólogos y sabios de Babilonia.
21.
Hasta el año primero.
Algunos comentadores han sostenido que hay una aparente contradicción entre
este versículo y la declaración del cap. 10: 1, donde dice que Daniel recibió
una visión en el 3er año de Ciro. Pero el texto no implica necesariamente que
la vida de Daniel no se extendió más allá del 1er. año de Ciro. Daniel puede
haberse referido a esa fecha a causa de algún acontecimiento especial ocurrido
durante ese año. Algunos han sugerido que ese acontecimiento fue el decreto
del 1er año del rey Ciro que marcó el fin del exilio babilónico (2 Crón. 36:
22-23; Esd. 1: 1-4; 6: 3). Ese decreto significó el cumplimiento de una
importante profecía que Daniel había estudiado cuidadosamente, es decir la
profecía de Jeremías que anunciaba que el destierro duraría 70 años (Jer. 29:
10; Dan. 9: 2). Daniel vivió durante el destierro desde el primer cautiverio
en 605 a. C. hasta el tiempo cuando el decreto fue promulgado por Ciro,
probablemente en el verano [del hemisferio norte] de 537 a. C. (ver t. III, PP.
99-100). Daniel pudo haber deseado informar a sus lectores que aunque había
sido deportado en el primer cautiverio, estaba aún vivo cuando el destierro
terminó unos 70 años más tarde. Además parecería lógica la conclusión de que
el cap. 1, y quizá algunos de los otros capítulos no fueron escritos hasta el
1er año de Ciro. Una fecha tal explicaría el uso de palabras tomadas del persa.
Daniel nuevamente ocupó un cargo oficial durante el gobierno persa, poco
después de la caída de Babilonia (Dan. 6: 1-2), y su relación con los
magistrados de ese país sin duda le permitió añadir a su vocabulario algunas de
las palabras persas que usó en la composición de su libro. 792
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-21 Ed 51-52; FE 77-81; PR 351-360
1-2 PR 311
1-4 PR 315
2 Ed 51; PR 351
3-4 PR 352
3-5 ECFP 21
3-6 MC 106; PP 642
4 FE 77; PR 355
4-5 Te 240
5 CRA 33; PR 353; Te 189
6 PR 352
7 PR 352
8 CE (1949) 38; CH 50, 65; CM 366, 379; CN 152; CRA 32, 34, 97, 182; ECFP 23;
Ed 51; FE 78, 86, 227; 2JT 147; 3JT 358, 365; MeM 77, 123, 151, 262; MM 276; Te
32, 90, 134, 168, 210, 240
8-12 CH 64; PR 354
9 PR 401
10 ECFP 26
12 CRA 35; FE 79
12-20 ECFP 26-27
15-17 PR 355
15-20 CH 65; FE 80
17 CH 50, 65; CM 350; CRA 36, 182; FE 87, 225, 247 339, 358; MM 89; PVGM336
17-20 FE 193
18-20 CH 65
19 CRA 36; Te 241
19-20 Ed 52; MeM 151; MJ 239; PR 356
20 CH 50; FE 247, 358, 374; 2JT 478; MM 276; Te 169
CAPÍTULO 2
1 Nabucodonosor, que no puede recordar su sueño, se lo pide a los caldeos, con
promesas y amenazas. 10 Estos reconocen su inhabilidad y son sentenciados a
muerte. 14 Daniel logra obtener una tregua y se le revela el sueño. 19 Bendice
a Dios. 24 Haciendo detener el decreto, es traído ante el rey. 31 El sueño. 36
La interpretación. 46 Encumbramiento de Daniel.
1 EN EL segundo año del reinado de Nabucodonosor, tuvo Nabucodonosor sueños, y
se perturbó su espíritu, y se le fue el sueño
2 Hizo llamar el rey a magos, astrólogos, encantadores y caldeos, para que le
explicasen sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron delante del rey
3 Y el rey les dijo: He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por saber
el sueño
4 Entonces hablaron los caldeos al rey en lengua aramea: Rey, para siempre
vive; di el sueño a tus siervos, y te mostraremos la interpretación
5 Respondió el rey y dijo a los caldeos: El asunto lo olvidé; si no me mostráis
el sueño y su interpretación, seréis hechos pedazos, y vuestras casas serán
convertidas en muladares
6 Y si me mostrarais el sueño y su interpretación, recibiréis de mí dones y
favores y gran honra. Decidme, pues, el sueño y su interpretación
7 Respondieron por segunda vez, y dijeron: Diga el rey el sueño a sus siervos,
y le mostraremos la interpretación
8 El rey respondió y dijo: Yo conozco ciertamente que vosotros ponéis
dilaciones, porque veis que el asunto se me ha ido
9 Si no me mostráis el sueño, una sola sentencia hay para vosotros.
Ciertamente preparáis respuesta mentirosa y perversa que decir delante de mí,
entre tanto que pasa el tiempo. Decidme, pues, el sueño, para que yo sepa que
me podéis dar su interpretación
10 Los caldeos respondieron delante del rey, y dijeron: No hay hombre sobre la
tierra que pueda declarar el asunto del rey; además de esto, ningún rey,
príncipe ni señor preguntó cosa semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo
11 Porque el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay quien lo pueda
declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne
12 Por esto el rey con ira y con gran enojo mandó que matasen a todos los
sabios de Babilonia. 793
13 Y se publicó el edicto de que los sabios fueran llevados a la muerte; y
buscaron a Daniel y a sus compañeros para matarlos
14 Entonces Daniel habló sabia y prudentemente a Arioc, capitán de la guardia
del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia
15 Habló y dijo a Arioc capitán del rey: ¿Cuál es la causa de que este edicto
se publique de parte del rey tan apresuradamente? Entonces Arioc hizo saber a
Daniel lo que había.
16 Y Daniel entró y pidió al rey que le diese tiempo, y que él mostraría la
interpretación al rey.
17 Luego se fue Daniel a su casa e hizo saber lo que había a Ananías, Misael y
Azarías, sus compañeros
18 para que pidiesen misericordias del Dios del cielo sobre este misterio, a
fin de que Daniel y sus compañeros no pereciesen con los otros sabios de
Babilonia.
19 Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual
bendijo Daniel al Dios del cielo
20 Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos,
porque suyos son el poder y la sabiduría.
21 Él muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría
a los sabios, y la ciencia a los entendidos.
22 Él revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con
él mora la luz.
23 A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado
sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has
dado a conocer el asunto del rey.
24 Después de esto fue Daniel a Arioc, al cual el rey había puesto para matar a
los sabios de Babilonia, y le dijo así: No mates a los sabios de Babilonia;
llévame a la presencia del rey, y yo le mostraré la interpretación.
25 Entonces Arioc llevó prontamente a Daniel ante el rey, y le dijo así: He
hallado un varón de los deportados de Judá, el cual dará al rey la
interpretación.
26 Respondió el rey y dijo a Daniel, al cual llamaban Beltsasar: ¿Podrás tú
hacerme conocer el sueño que vi, y su interpretación?
27 Daniel respondió delante del rey, diciendo: El misterio que el rey demanda,
ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey.
28 Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho
saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He
aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama:
29 Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que
había de ser en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha
de ser.
30 Y a mí me ha sido revelado este misterio, no porque en mí haya más sabiduría
que en todos los vivientes, sino para que se dé a conocer al rey la
interpretación, y para que entiendas los pensamientos de tu corazón.
31 Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy
grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su
aspecto era terrible.
32 La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata;
su vientre y sus muslos, de bronce;
33 sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro
cocido.
34 Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la
imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó.
35 Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce,
la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el
viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la
imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra.
36 Este es el sueño; también la interpretación de él diremos en presencia del
rey.
37 Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino,
poder, fuerza y majestad.
38 Y dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del
cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; tú
eres aquella cabeza de oro.
39 Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer
reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra.
40 Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y
rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo. 794
41 Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero
y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza
del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido.
42 Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro
cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil.
43 Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de
alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se
mezcla con el barro.
44 Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no
será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y
consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre,
45 de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la
cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios
ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es
verdadero, y fiel su interpretación.
46 Entonces el rey Nabucodonosor se postró sobre su rostro y se humilló ante
Daniel, y mandó que le ofreciesen presentes e incienso.
47 El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses
y Señor de los reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este
misterio.
48 Entonces el rey engrandeció a Daniel, y le dio muchos honores y grandes
dones, y le hizo gobernador de toda la provincia de Babilonia, y jefe supremo
de todos los sabios de Babilonia.
49 Y Daniel solicitó del rey, y obtuvo que pusiera sobre los negocios de la
provincia de Babilonia a Sadrac, Mesac y Abed-nego; y Daniel estaba en la corte
del rey.
1.
Segundo año.
En cuanto a la identificación del 2.º año del reinado de Nabucodonosor y la
explicación de cómo los tres años del aprendizaje de Daniel (cap. 1: 5, 18)
habían concluido antes del fin del 2.º año del rey, ver com. cap. 1: 18.
Tuvo. . . sueños.
Quizá se usa el plural para indicar la pluralidad de sucesos vistos en el
sueño. El singular aparece en los vers. 3-6, etc. Los registros de la antigua
Mesopotamia cuentan de muchos sueños de reyes. En uno de ellos, Gudea
-sacerdote y rey de la ciudad mesopotámica de Lagash en el tercer milenio a,
C.- vio a un hombre que llevaba en la cabeza una corona real cuya estatura
alcanzaba desde la tierra hasta el cielo. Los antiguos consideraban los sueños
con temor; pensaban que eran revelaciones de sus deidades y procuraban
descubrir su verdadera interpretación.
El Señor en su providencia dio a Nabucodonosor este sueño. Dios tenía un
mensaje para el rey de Babilonia. Había representantes de Dios en los palacios
de Nabucodonosor mediante los cuales él podía comunicar un conocimiento de sí
mismo. Dios no hace acepción de personas ni de naciones. Su propósito es
salvar a tantos como lo deseen, de cualquier tribu o nación. Ansiaba tanto
salvar a la antigua Babilonia como anhelaba salvar a Israel.
El sueño tenía el propósito de revelar Nabucodonosor que el decurso de la
historia estaba ordenado por el Altísimo y sujeto a su voluntad. Al rey se le
mostró la responsabilidad que le cabía en el gran plan del cielo, fin de que
tuviese la oportunidad de cooperar voluntaria y eficazmente con el programa
divino.
Las lecciones de historia dadas a Nabucodonosor habrían de instruir a las
naciones y los hombres hasta el fin del tiempo. Otros cetros, además del de
Babilonia, han regido los pueblos a lo largo de los siglos. A cada nación de
la antigüedad Dios le asignó un lugar especial en su gran plan. Cuando los
gobernantes y el pueblo no aprovecharon su oportunidad, su gloria fue abatida
hasta el polvo. Las naciones de hoy debieran hacer caso de las lecciones de la
historia pasada. Por encima de las fluctuantes escenas de la diplomacia
internacional, el gran Dios del cielo está en su trono "silenciosa y
pacientemente" cumpliendo "los designios y la voluntad de él" (PR 366). Al fin
la estabilidad y la inmutabilidad vendrán cuando Dios mismo, al terminar el
tiempo, establezca su reino que nunca será destruido (vers. 44; ver com. cap.
4-17).
Dios se allegó al rey Nabucodonosor por 795 medio de un sueño porque,
evidentemente, ése era el medio más efectivo para impresionarlo con la
importancia del mensaje así impartido, para ganar su confianza y asegurar su
cooperación. Como todos los antiguos, Nabucodonosor creía en los sueños como
uno de los medios por los cuales los dioses revelaban su voluntad a los
hombres. La sabiduría divina siempre busca a las personas donde están. Al
comunicar hoy el conocimiento de su voluntad a los hombres, Dios puede usar
medios menos espectaculares, pero que igualmente sirven para cumplir sus
bondadosos propósitos. Siempre adapta sus métodos para influir sobre los
hombres de acuerdo con la capacidad de cada individuo y el ambiente de la época
en la cual vive cada uno (ver com. cap. 4: 10).
Se perturbó.
0, "estaba perturbado". El verbo hebreo que se traduce así se usa también en
Gén. 41: 8 y Sal. 77: 4. La vivencia de este sueño había impresionado
muchísimo a Nabucodonosor
2.
Magos.
Heb. jartom, palabra tomada del egipcio (ver com. cap. 1: 20).
Astrólogos.
Heb. 'ashshaf, palabra tomada del acadio (ver com. cap. 1: 20).
Encantadores.
Heb. mekashshefim, de una raíz que significa "usar encantamientos". Los
babilonios los denominaban con la palabra análoga kashshapu. El mekashshef
pretendía poder producir hechizos (ver com. Exo. 7: 11). La ley mosaica
castigaba con la pena de muerte a los que practicaban esta magia negra (Lev.
20: 27; cf. 1 Sam. 28: 9).
Caldeos.
Heb. kaÑdim (ver com. cap. 1: 4).
3.
Por saber el sueño.
Aunque el rey había sido hondamente impresionado por el sueño, cuando despertó
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp
Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

La división del reino
La división del reinoLa división del reino
La división del reinoCoke Neto
 
Fundamentos de-teologia-pentecostal
Fundamentos de-teologia-pentecostalFundamentos de-teologia-pentecostal
Fundamentos de-teologia-pentecostalezrisantos29
 
Los salmos
Los salmosLos salmos
Los salmoskareduf
 
Iglesia apostolica
Iglesia apostolicaIglesia apostolica
Iglesia apostolicagivari
 
CONF. JACOB LUCHA POR LA BENDICION DE DIOS EN PENIEL. GENESIS 32;22-32. (Gn. ...
CONF. JACOB LUCHA POR LA BENDICION DE DIOS EN PENIEL. GENESIS 32;22-32. (Gn. ...CONF. JACOB LUCHA POR LA BENDICION DE DIOS EN PENIEL. GENESIS 32;22-32. (Gn. ...
CONF. JACOB LUCHA POR LA BENDICION DE DIOS EN PENIEL. GENESIS 32;22-32. (Gn. ...CPV
 
G1 Estudio del Libro de Génesis: Capítulo 1
G1 Estudio del Libro de Génesis: Capítulo 1G1 Estudio del Libro de Génesis: Capítulo 1
G1 Estudio del Libro de Génesis: Capítulo 1Luis García Llerena
 
Antiguo testamento - El Pentateuco
Antiguo testamento - El PentateucoAntiguo testamento - El Pentateuco
Antiguo testamento - El PentateucoMontse de Paz
 
P19 Estudio Panorámico de la Biblia: Salmos
P19 Estudio Panorámico de la Biblia: SalmosP19 Estudio Panorámico de la Biblia: Salmos
P19 Estudio Panorámico de la Biblia: SalmosLuis García Llerena
 
Método de estudio sintético
Método de estudio sintéticoMétodo de estudio sintético
Método de estudio sintéticowillymoyab
 
Paralelismos Hebreos
Paralelismos HebreosParalelismos Hebreos
Paralelismos Hebreosantso
 
LA IGLESIA. COMPORTAMIENTOS DE LOS CRISTIANOS
LA IGLESIA. COMPORTAMIENTOS DE LOS CRISTIANOSLA IGLESIA. COMPORTAMIENTOS DE LOS CRISTIANOS
LA IGLESIA. COMPORTAMIENTOS DE LOS CRISTIANOSJORGE ALVITES
 

La actualidad más candente (20)

La división del reino
La división del reinoLa división del reino
La división del reino
 
Profeta hageo
Profeta hageoProfeta hageo
Profeta hageo
 
Clase Biblica de los Salmos
Clase Biblica de los SalmosClase Biblica de los Salmos
Clase Biblica de los Salmos
 
Apocalipsis 14
Apocalipsis 14Apocalipsis 14
Apocalipsis 14
 
Fundamentos de-teologia-pentecostal
Fundamentos de-teologia-pentecostalFundamentos de-teologia-pentecostal
Fundamentos de-teologia-pentecostal
 
Los salmos
Los salmosLos salmos
Los salmos
 
Reyes – buenos y malos
Reyes – buenos y malosReyes – buenos y malos
Reyes – buenos y malos
 
Iglesia apostolica
Iglesia apostolicaIglesia apostolica
Iglesia apostolica
 
INICIO DE LA GRAN TRIBULACION
INICIO DE LA GRAN TRIBULACIONINICIO DE LA GRAN TRIBULACION
INICIO DE LA GRAN TRIBULACION
 
CONF. JACOB LUCHA POR LA BENDICION DE DIOS EN PENIEL. GENESIS 32;22-32. (Gn. ...
CONF. JACOB LUCHA POR LA BENDICION DE DIOS EN PENIEL. GENESIS 32;22-32. (Gn. ...CONF. JACOB LUCHA POR LA BENDICION DE DIOS EN PENIEL. GENESIS 32;22-32. (Gn. ...
CONF. JACOB LUCHA POR LA BENDICION DE DIOS EN PENIEL. GENESIS 32;22-32. (Gn. ...
 
G1 Estudio del Libro de Génesis: Capítulo 1
G1 Estudio del Libro de Génesis: Capítulo 1G1 Estudio del Libro de Génesis: Capítulo 1
G1 Estudio del Libro de Génesis: Capítulo 1
 
Antiguo testamento - El Pentateuco
Antiguo testamento - El PentateucoAntiguo testamento - El Pentateuco
Antiguo testamento - El Pentateuco
 
Apocalipsis 6 al 8:5
Apocalipsis 6 al 8:5Apocalipsis 6 al 8:5
Apocalipsis 6 al 8:5
 
P19 Estudio Panorámico de la Biblia: Salmos
P19 Estudio Panorámico de la Biblia: SalmosP19 Estudio Panorámico de la Biblia: Salmos
P19 Estudio Panorámico de la Biblia: Salmos
 
75.20 Cronología de los Jueces 16.02.19
75.20 Cronología de los Jueces 16.02.1975.20 Cronología de los Jueces 16.02.19
75.20 Cronología de los Jueces 16.02.19
 
Método de estudio sintético
Método de estudio sintéticoMétodo de estudio sintético
Método de estudio sintético
 
Libro de Zacarias
Libro de ZacariasLibro de Zacarias
Libro de Zacarias
 
Paralelismos Hebreos
Paralelismos HebreosParalelismos Hebreos
Paralelismos Hebreos
 
Jezabel2
Jezabel2Jezabel2
Jezabel2
 
LA IGLESIA. COMPORTAMIENTOS DE LOS CRISTIANOS
LA IGLESIA. COMPORTAMIENTOS DE LOS CRISTIANOSLA IGLESIA. COMPORTAMIENTOS DE LOS CRISTIANOS
LA IGLESIA. COMPORTAMIENTOS DE LOS CRISTIANOS
 

Similar a Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp

Profetas Abdias, Joel y Jonás
Profetas Abdias, Joel y JonásProfetas Abdias, Joel y Jonás
Profetas Abdias, Joel y JonásRafael Sanz
 
Libros de las crónicas
Libros de las crónicasLibros de las crónicas
Libros de las crónicasFredy López
 
Canon bíblico
Canon bíblicoCanon bíblico
Canon bíblicokeomiguel
 
Los libros apócrifos resumen y errores
Los libros apócrifos resumen y erroresLos libros apócrifos resumen y errores
Los libros apócrifos resumen y erroresRafael Arevalo
 
Cuadro sinoptico libros historicos
Cuadro sinoptico libros historicosCuadro sinoptico libros historicos
Cuadro sinoptico libros historicosFUNBUENA
 
exp libro daniel.pptx,,,,,,,,,,,,,,nnnnj
exp libro daniel.pptx,,,,,,,,,,,,,,nnnnjexp libro daniel.pptx,,,,,,,,,,,,,,nnnnj
exp libro daniel.pptx,,,,,,,,,,,,,,nnnnjJosAlbertoRosarioSnc1
 
Rivas_Alcivar_Marìa_Fernanda_Pentateuco_Actividad_4.pdf
Rivas_Alcivar_Marìa_Fernanda_Pentateuco_Actividad_4.pdfRivas_Alcivar_Marìa_Fernanda_Pentateuco_Actividad_4.pdf
Rivas_Alcivar_Marìa_Fernanda_Pentateuco_Actividad_4.pdfFernandaRivas32
 
Reyes y cronicas
Reyes y cronicasReyes y cronicas
Reyes y cronicasjonmc1717
 
01 de leer a entender
01 de leer a entender01 de leer a entender
01 de leer a entenderchucho1943
 
Daniel y el_apocalipsis
Daniel y el_apocalipsisDaniel y el_apocalipsis
Daniel y el_apocalipsisJoseRojas528
 

Similar a Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp (20)

Profeta Daniel
Profeta DanielProfeta Daniel
Profeta Daniel
 
Profeta daniel
Profeta danielProfeta daniel
Profeta daniel
 
Profetas Abdias, Joel y Jonás
Profetas Abdias, Joel y JonásProfetas Abdias, Joel y Jonás
Profetas Abdias, Joel y Jonás
 
Comentario daniel
Comentario danielComentario daniel
Comentario daniel
 
LIBRO DE SAMUEL .pdf
LIBRO DE SAMUEL .pdfLIBRO DE SAMUEL .pdf
LIBRO DE SAMUEL .pdf
 
Libros de las crónicas
Libros de las crónicasLibros de las crónicas
Libros de las crónicas
 
Historiografía Cronista
Historiografía CronistaHistoriografía Cronista
Historiografía Cronista
 
Canon bíblico
Canon bíblicoCanon bíblico
Canon bíblico
 
Daniel 5 juan pablo tapia
Daniel 5  juan pablo tapiaDaniel 5  juan pablo tapia
Daniel 5 juan pablo tapia
 
Se han perdido algunos libros de la biblia
Se han perdido algunos libros de la bibliaSe han perdido algunos libros de la biblia
Se han perdido algunos libros de la biblia
 
Los libros apócrifos resumen y errores
Los libros apócrifos resumen y erroresLos libros apócrifos resumen y errores
Los libros apócrifos resumen y errores
 
Cuadro sinoptico libros historicos
Cuadro sinoptico libros historicosCuadro sinoptico libros historicos
Cuadro sinoptico libros historicos
 
Pentateuco
PentateucoPentateuco
Pentateuco
 
exp libro daniel.pptx,,,,,,,,,,,,,,nnnnj
exp libro daniel.pptx,,,,,,,,,,,,,,nnnnjexp libro daniel.pptx,,,,,,,,,,,,,,nnnnj
exp libro daniel.pptx,,,,,,,,,,,,,,nnnnj
 
la-biblia.pdf
la-biblia.pdfla-biblia.pdf
la-biblia.pdf
 
783 _profetas_menores
783  _profetas_menores783  _profetas_menores
783 _profetas_menores
 
Rivas_Alcivar_Marìa_Fernanda_Pentateuco_Actividad_4.pdf
Rivas_Alcivar_Marìa_Fernanda_Pentateuco_Actividad_4.pdfRivas_Alcivar_Marìa_Fernanda_Pentateuco_Actividad_4.pdf
Rivas_Alcivar_Marìa_Fernanda_Pentateuco_Actividad_4.pdf
 
Reyes y cronicas
Reyes y cronicasReyes y cronicas
Reyes y cronicas
 
01 de leer a entender
01 de leer a entender01 de leer a entender
01 de leer a entender
 
Daniel y el_apocalipsis
Daniel y el_apocalipsisDaniel y el_apocalipsis
Daniel y el_apocalipsis
 

Más de Compartiendo Esperanza

1. El plan de Dios para el matrimonio - Curso Prematrimonial
1. El plan de Dios para el matrimonio - Curso Prematrimonial 1. El plan de Dios para el matrimonio - Curso Prematrimonial
1. El plan de Dios para el matrimonio - Curso Prematrimonial Compartiendo Esperanza
 
12. preguntas que los novios deben responder antes de casarse
12. preguntas que los novios deben responder antes de casarse12. preguntas que los novios deben responder antes de casarse
12. preguntas que los novios deben responder antes de casarseCompartiendo Esperanza
 
11. matrimonio saludable y feliz - Curso Prematrimonial
11. matrimonio saludable y feliz - Curso Prematrimonial11. matrimonio saludable y feliz - Curso Prematrimonial
11. matrimonio saludable y feliz - Curso PrematrimonialCompartiendo Esperanza
 
10. mujeres hablando de sexo - Curso Prematrimonial
10. mujeres hablando de sexo - Curso Prematrimonial10. mujeres hablando de sexo - Curso Prematrimonial
10. mujeres hablando de sexo - Curso PrematrimonialCompartiendo Esperanza
 
9. hombres hablando de sexo - Curso Prematrimonial
9. hombres hablando de sexo - Curso Prematrimonial9. hombres hablando de sexo - Curso Prematrimonial
9. hombres hablando de sexo - Curso PrematrimonialCompartiendo Esperanza
 
7. finanzas familiares - Curso prematrimonial
7. finanzas familiares - Curso prematrimonial7. finanzas familiares - Curso prematrimonial
7. finanzas familiares - Curso prematrimonialCompartiendo Esperanza
 
5. solucionando conflictos - Curso Prematrimonial
5. solucionando conflictos - Curso Prematrimonial5. solucionando conflictos - Curso Prematrimonial
5. solucionando conflictos - Curso PrematrimonialCompartiendo Esperanza
 
3. para los que se van a casar - Curso Prematrimonial
3. para los que se van a casar - Curso Prematrimonial3. para los que se van a casar - Curso Prematrimonial
3. para los que se van a casar - Curso PrematrimonialCompartiendo Esperanza
 
Preguntas Concurso "Yo conozco mi historia"
Preguntas Concurso "Yo conozco mi historia"Preguntas Concurso "Yo conozco mi historia"
Preguntas Concurso "Yo conozco mi historia"Compartiendo Esperanza
 

Más de Compartiendo Esperanza (11)

1. El plan de Dios para el matrimonio - Curso Prematrimonial
1. El plan de Dios para el matrimonio - Curso Prematrimonial 1. El plan de Dios para el matrimonio - Curso Prematrimonial
1. El plan de Dios para el matrimonio - Curso Prematrimonial
 
12. preguntas que los novios deben responder antes de casarse
12. preguntas que los novios deben responder antes de casarse12. preguntas que los novios deben responder antes de casarse
12. preguntas que los novios deben responder antes de casarse
 
11. matrimonio saludable y feliz - Curso Prematrimonial
11. matrimonio saludable y feliz - Curso Prematrimonial11. matrimonio saludable y feliz - Curso Prematrimonial
11. matrimonio saludable y feliz - Curso Prematrimonial
 
10. mujeres hablando de sexo - Curso Prematrimonial
10. mujeres hablando de sexo - Curso Prematrimonial10. mujeres hablando de sexo - Curso Prematrimonial
10. mujeres hablando de sexo - Curso Prematrimonial
 
9. hombres hablando de sexo - Curso Prematrimonial
9. hombres hablando de sexo - Curso Prematrimonial9. hombres hablando de sexo - Curso Prematrimonial
9. hombres hablando de sexo - Curso Prematrimonial
 
8. sexualidad - Curso Prematrimonial
8. sexualidad - Curso Prematrimonial8. sexualidad - Curso Prematrimonial
8. sexualidad - Curso Prematrimonial
 
7. finanzas familiares - Curso prematrimonial
7. finanzas familiares - Curso prematrimonial7. finanzas familiares - Curso prematrimonial
7. finanzas familiares - Curso prematrimonial
 
5. solucionando conflictos - Curso Prematrimonial
5. solucionando conflictos - Curso Prematrimonial5. solucionando conflictos - Curso Prematrimonial
5. solucionando conflictos - Curso Prematrimonial
 
3. para los que se van a casar - Curso Prematrimonial
3. para los que se van a casar - Curso Prematrimonial3. para los que se van a casar - Curso Prematrimonial
3. para los que se van a casar - Curso Prematrimonial
 
Preguntas Concurso "Yo conozco mi historia"
Preguntas Concurso "Yo conozco mi historia"Preguntas Concurso "Yo conozco mi historia"
Preguntas Concurso "Yo conozco mi historia"
 
Patriarcas y profetas
Patriarcas y profetasPatriarcas y profetas
Patriarcas y profetas
 

Último

Programación Anual 2024 - CIENCIAS SOCIALES.docx
Programación Anual 2024  - CIENCIAS SOCIALES.docxProgramación Anual 2024  - CIENCIAS SOCIALES.docx
Programación Anual 2024 - CIENCIAS SOCIALES.docxJhordanBenitesSanche1
 
Herbert James Drape. Erotismo y sensualidad.pptx
Herbert James Drape. Erotismo y sensualidad.pptxHerbert James Drape. Erotismo y sensualidad.pptx
Herbert James Drape. Erotismo y sensualidad.pptxArs Erótica
 
Tecnología educativa en la era actual .pptx
Tecnología educativa en la era actual .pptxTecnología educativa en la era actual .pptx
Tecnología educativa en la era actual .pptxJulioSantin2
 
PSICOLOGÍA. UNA INTRODUCCIÓN. ALCIRA ORSINI Y LETICIA BOSSELLINI 3.pdf
PSICOLOGÍA. UNA INTRODUCCIÓN. ALCIRA ORSINI Y LETICIA BOSSELLINI 3.pdfPSICOLOGÍA. UNA INTRODUCCIÓN. ALCIRA ORSINI Y LETICIA BOSSELLINI 3.pdf
PSICOLOGÍA. UNA INTRODUCCIÓN. ALCIRA ORSINI Y LETICIA BOSSELLINI 3.pdfCarlosAntonio456574
 
1ro Programación Anual D.P.C.C ACTUALIZADO
1ro Programación Anual D.P.C.C ACTUALIZADO1ro Programación Anual D.P.C.C ACTUALIZADO
1ro Programación Anual D.P.C.C ACTUALIZADODJElvitt
 
Kirpi-el-erizo libro descargar pdf 1 link
Kirpi-el-erizo libro descargar pdf 1 linkKirpi-el-erizo libro descargar pdf 1 link
Kirpi-el-erizo libro descargar pdf 1 linkMaximilianoMaldonado17
 
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C2 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C2 Secundaria Ccesa007.pdfEvaluacion Diagnostica Matematica 2do C2 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C2 Secundaria Ccesa007.pdfDemetrio Ccesa Rayme
 
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C1 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C1 Secundaria Ccesa007.pdfEvaluacion Diagnostica Matematica 2do C1 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C1 Secundaria Ccesa007.pdfDemetrio Ccesa Rayme
 
sociales ciencias segundo trimestre tercero
sociales ciencias segundo trimestre tercerosociales ciencias segundo trimestre tercero
sociales ciencias segundo trimestre terceroCEIP TIERRA DE PINARES
 
21 MARZO DIA INTERNACIONAL DOS BOSQUES.pdf
21 MARZO DIA INTERNACIONAL DOS BOSQUES.pdf21 MARZO DIA INTERNACIONAL DOS BOSQUES.pdf
21 MARZO DIA INTERNACIONAL DOS BOSQUES.pdfceeabarcia
 
COMO SI EL RUIDO PUDIERA MOLESTAR 4TO SECUENCIA.docx
COMO SI EL RUIDO PUDIERA MOLESTAR 4TO SECUENCIA.docxCOMO SI EL RUIDO PUDIERA MOLESTAR 4TO SECUENCIA.docx
COMO SI EL RUIDO PUDIERA MOLESTAR 4TO SECUENCIA.docxAngeles Feu
 
Xardín de San Carlos (A Coruña) IES Monelos
Xardín de San Carlos (A Coruña) IES MonelosXardín de San Carlos (A Coruña) IES Monelos
Xardín de San Carlos (A Coruña) IES MonelosAgrela Elvixeo
 
La Gatera de la Villa nº 51. Revista cultural sobre Madrid..
La Gatera de la Villa nº 51. Revista cultural sobre Madrid..La Gatera de la Villa nº 51. Revista cultural sobre Madrid..
La Gatera de la Villa nº 51. Revista cultural sobre Madrid..La Gatera de la Villa
 
Anna Llenas Serra. El monstruo de colores. Doctor de emociones.pdf
Anna Llenas Serra. El monstruo de colores. Doctor de emociones.pdfAnna Llenas Serra. El monstruo de colores. Doctor de emociones.pdf
Anna Llenas Serra. El monstruo de colores. Doctor de emociones.pdfSaraGabrielaPrezPonc
 
CIENCIAS SOCIALES SEGUNDO TRIMESTRE TERCERO
CIENCIAS SOCIALES SEGUNDO TRIMESTRE TERCEROCIENCIAS SOCIALES SEGUNDO TRIMESTRE TERCERO
CIENCIAS SOCIALES SEGUNDO TRIMESTRE TERCEROCEIP TIERRA DE PINARES
 
Semana Santa en Popayán para el año 2024
Semana Santa en Popayán para el año 2024Semana Santa en Popayán para el año 2024
Semana Santa en Popayán para el año 2024yaco173
 
TECNOLOGÍA EDUCATIVA, USO DE LAS TIC.pptx
TECNOLOGÍA EDUCATIVA, USO DE LAS TIC.pptxTECNOLOGÍA EDUCATIVA, USO DE LAS TIC.pptx
TECNOLOGÍA EDUCATIVA, USO DE LAS TIC.pptxFranciscoCruz296518
 
Recursos Tecnológicos, página AIP-CRT 2 0 2 4.pdf
Recursos Tecnológicos, página  AIP-CRT 2 0 2 4.pdfRecursos Tecnológicos, página  AIP-CRT 2 0 2 4.pdf
Recursos Tecnológicos, página AIP-CRT 2 0 2 4.pdfNELLYKATTY
 

Último (20)

EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN CUALITATIVA. ENFERMERÍA
EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN CUALITATIVA. ENFERMERÍAEL PROCESO DE INVESTIGACIÓN CUALITATIVA. ENFERMERÍA
EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN CUALITATIVA. ENFERMERÍA
 
Programación Anual 2024 - CIENCIAS SOCIALES.docx
Programación Anual 2024  - CIENCIAS SOCIALES.docxProgramación Anual 2024  - CIENCIAS SOCIALES.docx
Programación Anual 2024 - CIENCIAS SOCIALES.docx
 
Herbert James Drape. Erotismo y sensualidad.pptx
Herbert James Drape. Erotismo y sensualidad.pptxHerbert James Drape. Erotismo y sensualidad.pptx
Herbert James Drape. Erotismo y sensualidad.pptx
 
Tecnología educativa en la era actual .pptx
Tecnología educativa en la era actual .pptxTecnología educativa en la era actual .pptx
Tecnología educativa en la era actual .pptx
 
PSICOLOGÍA. UNA INTRODUCCIÓN. ALCIRA ORSINI Y LETICIA BOSSELLINI 3.pdf
PSICOLOGÍA. UNA INTRODUCCIÓN. ALCIRA ORSINI Y LETICIA BOSSELLINI 3.pdfPSICOLOGÍA. UNA INTRODUCCIÓN. ALCIRA ORSINI Y LETICIA BOSSELLINI 3.pdf
PSICOLOGÍA. UNA INTRODUCCIÓN. ALCIRA ORSINI Y LETICIA BOSSELLINI 3.pdf
 
1ro Programación Anual D.P.C.C ACTUALIZADO
1ro Programación Anual D.P.C.C ACTUALIZADO1ro Programación Anual D.P.C.C ACTUALIZADO
1ro Programación Anual D.P.C.C ACTUALIZADO
 
Kirpi-el-erizo libro descargar pdf 1 link
Kirpi-el-erizo libro descargar pdf 1 linkKirpi-el-erizo libro descargar pdf 1 link
Kirpi-el-erizo libro descargar pdf 1 link
 
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C2 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C2 Secundaria Ccesa007.pdfEvaluacion Diagnostica Matematica 2do C2 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C2 Secundaria Ccesa007.pdf
 
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C1 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C1 Secundaria Ccesa007.pdfEvaluacion Diagnostica Matematica 2do C1 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C1 Secundaria Ccesa007.pdf
 
sociales ciencias segundo trimestre tercero
sociales ciencias segundo trimestre tercerosociales ciencias segundo trimestre tercero
sociales ciencias segundo trimestre tercero
 
21 MARZO DIA INTERNACIONAL DOS BOSQUES.pdf
21 MARZO DIA INTERNACIONAL DOS BOSQUES.pdf21 MARZO DIA INTERNACIONAL DOS BOSQUES.pdf
21 MARZO DIA INTERNACIONAL DOS BOSQUES.pdf
 
COMO SI EL RUIDO PUDIERA MOLESTAR 4TO SECUENCIA.docx
COMO SI EL RUIDO PUDIERA MOLESTAR 4TO SECUENCIA.docxCOMO SI EL RUIDO PUDIERA MOLESTAR 4TO SECUENCIA.docx
COMO SI EL RUIDO PUDIERA MOLESTAR 4TO SECUENCIA.docx
 
Xardín de San Carlos (A Coruña) IES Monelos
Xardín de San Carlos (A Coruña) IES MonelosXardín de San Carlos (A Coruña) IES Monelos
Xardín de San Carlos (A Coruña) IES Monelos
 
La Gatera de la Villa nº 51. Revista cultural sobre Madrid..
La Gatera de la Villa nº 51. Revista cultural sobre Madrid..La Gatera de la Villa nº 51. Revista cultural sobre Madrid..
La Gatera de la Villa nº 51. Revista cultural sobre Madrid..
 
Anna Llenas Serra. El monstruo de colores. Doctor de emociones.pdf
Anna Llenas Serra. El monstruo de colores. Doctor de emociones.pdfAnna Llenas Serra. El monstruo de colores. Doctor de emociones.pdf
Anna Llenas Serra. El monstruo de colores. Doctor de emociones.pdf
 
CIENCIAS SOCIALES SEGUNDO TRIMESTRE TERCERO
CIENCIAS SOCIALES SEGUNDO TRIMESTRE TERCEROCIENCIAS SOCIALES SEGUNDO TRIMESTRE TERCERO
CIENCIAS SOCIALES SEGUNDO TRIMESTRE TERCERO
 
Semana Santa en Popayán para el año 2024
Semana Santa en Popayán para el año 2024Semana Santa en Popayán para el año 2024
Semana Santa en Popayán para el año 2024
 
TECNOLOGÍA EDUCATIVA, USO DE LAS TIC.pptx
TECNOLOGÍA EDUCATIVA, USO DE LAS TIC.pptxTECNOLOGÍA EDUCATIVA, USO DE LAS TIC.pptx
TECNOLOGÍA EDUCATIVA, USO DE LAS TIC.pptx
 
Power Point E. Sab: Adoración sin fin...
Power Point E. Sab: Adoración sin fin...Power Point E. Sab: Adoración sin fin...
Power Point E. Sab: Adoración sin fin...
 
Recursos Tecnológicos, página AIP-CRT 2 0 2 4.pdf
Recursos Tecnológicos, página  AIP-CRT 2 0 2 4.pdfRecursos Tecnológicos, página  AIP-CRT 2 0 2 4.pdf
Recursos Tecnológicos, página AIP-CRT 2 0 2 4.pdf
 

Libro de Daniel - Comentario Bíblico Adventista - #Rpsp

  • 1. El Libro del Profeta DANIEL INTRODUCCIÓN 1. Título.- El libro lleva el nombre de su protagonista, Daniel. La costumbre de dar a varios libros del AT el nombre de su principal héroe puede verse en los libros de Josué, Samuel, Ester, Job, etc. Pero tal título no indica necesariamente que esa persona fue la autora del libro, aunque sí puede implicar eso, como es el caso del libro de Daniel. 2. Autor.- La opinión tradicional tanto de judíos como de cristianos es que el libro fue escrito en el siglo VI a. C., y que Daniel fue su autor. Las evidencias en favor de esa opinión son las siguientes: a. Lo que el mismo libro dice. El profeta Daniel habla en primera persona en muchos pasajes (cap. 8: 1-7, 13-19, 27; 9: 2-22; 10: 2-5; etc.). Afirma que recibió personalmente la orden divina de preservar el libro (cap. 12: 4). El hecho de que haya secciones en las cuales el autor se refiera a sí mismo en tercera persona (cap. 1: 6- 11, 17, 19, 21; 2: 14-20; etc.) no es extraño, ya que ese estilo es frecuente en obras antiguas (ver com. Esd. 7: 28). b. El autor conoce bien historia. Solamente un hombre del siglo VI a. C., bien versado en asuntos babilónicos, podría haber escrito en cuanto a algunos de los hechos históricos que se encuentran en el libro. El conocimiento de esos hechos se perdió después del siglo VI a. C., pues no se registró en otra literatura antigua posterior (ver p. 776). Descubrimientos arqueológicos más o menos recientes han traído estos hechos nuevamente a la luz. c. El testimonio de Jesucristo. Jesús un pasaje del libro y mencionó a Daniel como su autor (Mat. 24:15). Para todo creyente cristiano este testimonio debiera ser una evidencia convincente. El libro se divide en dos partes fáciles de distinguir. La primera (cap. 1-6) principalmente histórica, y la segunda (cap. 7-12) mayormente profético. A pesar de esto el libro constituye una unidad literaria. Para defender tal unidad pueden presentarse los siguientes argumentos: 1. Las diferentes partes del libro están mutuamente relacionadas entre sí. Se podrá comprender el uso de los vasos del templo en el festín de Belsasar si se tiene en cuenta cómo llegaron a Babilonia (cap. 5: 3; cf. cap. 1: 1-2). En el cap. 3: 12 se hace referencia a una medida administrativa de Nabucodonosor que se describe primero en el cap. 2: 49. En el cap. 9: 21 se hace referencia a
  • 2. una visión previa (cap. 8: 15-16). 2. La parte histórica contiene una profecía (cap. 2) estrechamente relacionada con el tema de las profecías que se encuentran en la última parte del libro (cap. 7-12). 772 El cap. 7 amplía el tema tratado en el cap. 2. Hay también una relación evidente entre elementos históricos y proféticos. La sección histórica (cap. 1-6) constituye una narración del trato de Dios con una nación, Babilonia, y el papel de ésta en el plan divino. Este relato tiene el propósito de ilustrar la forma en que Dios trata a todas las naciones (ver Ed 170-172). A semejanza de lo que ocurrió con Babilonia, cada uno de los imperios mundiales sucesivos que se describen gráficamente en la porción profético del libro, recibió una oportunidad de conocer la voluntad divina y de cooperar con ella, y cada uno habría de ser medido por la fidelidad con que cumplió el propósito divino. De esta manera el surgimiento y la caída de las naciones representadas en la parte profético deben comprenderse dentro del marco de los principios expuestos en la parte histórica, vistos en acción en el caso de Babilonia. Este hecho convierte a las dos secciones del libro en una unidad e ilumina el papel desempeñado por cada uno de los imperios mundiales. La unidad literaria del libro -demostrada en la composición del mismo, en la línea general de pensamiento y por las expresiones usadas en los dos idiomas (ver p. 776) es generalmente reconocida. Los argumentos usados en favor de la teoría de los dos autores no tienen el menor fundamento. En la cueva 1 de Qumran (ver PP. 128-129) había tres fragmentos del libro de Daniel, los cuales fueron publicados por D. Barthélemy y J. T. Milik, en Discoveries in the Judaean Desert I: Qumran Cave I (Descubrimientos en el desierto de Judea l: caverna 1 de Qumran), (Oxford, 1955), PP. 150-152. Los fragmentos provienen de dos rollos o de uno solo, en los cuales los cap. 1 y 2 fueron escritos por un escriba y el cap. 3 por otro; tenían partes de los cap. 1: 10- 1 7; 2: 2-6; 3: 22-30. Una comparación de este texto con el texto masorético muestra 16 variantes, ninguna de las cuales afecta el significado del pasaje. Nueve de estas 16 variantes son variaciones ortográficas que sólo afectan una letra: dos de ellas parecen ser errores de ortografía; las otras siete se escriben también de varias maneras en el texto masorético. Se encuentran cuatro adiciones: una, la conjunción "y", y una de la partícula "que" delante de "si"; dos palabras tienen una vocal agregada. En un caso, una vocal que aparece en el texto masorético no está en los fragmentos. Dos terminaciones verbales parecen ser error de los escribas. La lista muestra que las diferencias son tan insignificantes que no se notarían en una traducción. Este es un poderoso argumento para sostener que el texto hebreo de Daniel está ahora esencialmente en la misma forma en que estaba por lo menos en el tiempo de Cristo. También resulta interesante el hecho de que el cap. 2 incluye el pasaje en el cual ocurre el cambio del hebreo al arameo (ver com. cap. 2: 4). En ese punto hay un espacio en blanco entre la última palabra en hebreo y la primera en arameo, lo que hace una distinción clara entre las secciones de los dos idiomas. Es también digno de notar que, al igual que el texto masorético, estos fragmentos no contienen el canto apócrifo de los tres niños (ver com. cap. 3:23).
  • 3. La cueva 4 de Qumran ha producido fragmentos de cuero de tres manuscritos de Daniel (todavía no publicados en 1984), los cuales, según se ha informado, están en buen estado de conservación y representan porciones considerables del libro. F. M. Cross, en Biblical Archaeologist, 19 (1956), 85-86; en Revue Biblique, 63 (1956), p. 58. De la cueva 6 de Qumran proceden varios fragmentos de papiros de Daniel, los que representan los cap. 8: 20-21; 10: 8-16; y 11: 33-38 (contienen nueve variaciones ortográficas menores). Fueron publicados por M. Baillet en Discoveries in the Judaean Desert III: Les Petites rottes de Qumran (Descubrimientos en el desierto de Judea III: las pequeñas cuevas de Qumran), (Oxford, 1962), PP. 1 14-116. 3. Marco histórico.- El libro de Daniel contiene (1) un registro de ciertos incidentes 773 históricos de la vida de Daniel y de sus tres amigos, judíos deportados que estaban al servicio del gobierno de Babilonia, y (2) el registro de un sueño profético del rey Nabucodonosor, interpretado por Daniel, juntamente con el registro de visiones recibidas por el profeta mismo. Aunque el libro fue escrito en Babilonia durante el cautiverio y poco después de él, no tenía el propósito de proporcionar una historia del destierro de los judíos ni una biografía de Daniel. El libro relata las vicisitudes principales de la vida del estadista-profeta y de sus compañeros, y fue compilado con fines específicos. Ante todo Daniel presenta una breve información acerca de la razón por la cual él se hallaba al servicio del rey de Babilonia (cap. 1). Después de haber sido llevados a Babilonia en el primer cautiverio en el año 605 a. C., durante la primera campaña del rey Nabucodonosor contra Siria, Daniel y otros príncipes de sangre real fueron escogidos para ser preparados para el servicio gubernamental. Los primeros 19 años de la estada de Daniel en Babilonia fueron los últimos años de la existencia del reino de Judá, aunque estaba subyugado por Babilonia. La inútil política antibabilónica de los últimos reyes de Judá atrajo catástrofe tras catástrofe sobre la nación judía. El rey Joacim, durante cuyo reinado Daniel había sido llevado cautivo, permaneció leal a Babilonia durante algunos años. Sin embargo, más adelante cedió a la política del partido proegipcio de Judá, y se rebeló. Como resultado, el país sufrió invasiones militares; sus ciudadanos perdieron la libertad y fueron llevados al cautiverio, y el rey perdió la vida. Joaquín, su hijo y sucesor, después de un breve reinado de sólo tres meses, vio volver a los ejércitos babilonios para castigar la deslealtad de los judíos. El, junto con miles de los principales ciudadanos de Judá, fue llevado cautivo en el año 597 a. C. Su sucesor, Sedequías, evidentemente trató de permanecer leal a Babilonia. Sin embargo, debido a su debilidad y vacilación no pudo resistir durante mucho tiempo las propuestas de Egipto y los sentimientos antibabilónicos de sus principales consejeros. Como resultado de esto, Nabucodonosor cansado ya de las repetidas revueltas de Palestina, decidió acabar con el reino de Judá. Durante dos años y medio los ejércitos de Babilonia asolaron la tierra de Judá, tomaron y destruyeron las ciudades, incluso Jerusalén con su templo y sus palacios, y llevaron cautivos a la
  • 4. mayoría de los habitantes de Judá en el año 586 a. C. Daniel estuvo en Babilonia durante esos días agitados. Sin duda vio los ejércitos babilonios que se ponían en marcha para llevar a cabo sus campañas contra Judea y fue testigo de su regreso victorioso y de la llegada de los cautivos judíos. Entre los cautivos estuvo el joven rey Joaquín con su familia (2 Rey. 24: 10-16), y más tarde el rey Sedequías, a quien habían sacado los ojos (2 Rey. 25: 7). Durante esos años Daniel debe haber estado enterado de la agitación política que había entre los judíos deportados, la que hizo que el rey mandara quemar vivos a algunos de los principales instigadores. Fue esta agitación la que impulsó a Jeremías a enviar una carta a sus compatriotas exiliados en la que los instaba a llevar una vida sosegada y tranquila en Babilonia (Jer. 29). Durante esos años Daniel y sus tres amigos cumplieron lealmente y sin alardes sus deberes como funcionarios del rey y súbditos del reino. Después de su esmerada instrucción, llegaron a ser miembros de un grupo selecto llamado los sabios, los que servían al rey como consejeros. Fue entonces cuando Daniel tuvo excepcional oportunidad de explicar a Nabucodonosor el sueño de los imperios futuros (Dan. 2). Como resultado Daniel fue nombrado para un cargo sumamente importante, que al parecer retuvo durante muchos años. Ese cargo le dio la oportunidad de hacer que el rey conociera el poder del Dios del cielo y de la tierra, a quien servían Daniel y sus 774 amigos. No se sabe cuánto tiempo permaneció Daniel en ese importante cargo. Al parecer lo perdió antes del año 570 a. C. ya que su nombre no se encuentra en el "Almanaque de la Corte y el Estado", escrito en cuneiforme, que contiene la lista de los principales funcionarios del gobierno de Nabucodonosor en ese tiempo. No existen otros "Almanaques de la Corte y el Estado" que sean del tiempo del reinado de Nabucodonosor. En verdad, no se menciona a Daniel en ningún documento extrabíblico de la época. La ausencia del nombre de Daniel en este documento no es extraña, ya que no sabemos cuánto tiempo permaneció Daniel desempeñando un cargo público. Sólo se registran en el libro de Daniel cuatro acontecimientos principales del reinado de Nabucodonosor, y en tres de ellos figura Daniel: (1) La educación de los príncipes judíos durante los tres primeros años de su reinado, lo que incluye el año ascensional (cap. 1). (2) La interpretación del sueño de Nabucodonosor en el segundo año del reinado del monarca (cap. 2). (3) La dedicación de la imagen en la llanura de Dura y la liberación extraordinaria de los amigos de Daniel, en un año no especificado (cap. 3). (4) La interpretación del sueño de Nabucodonosor hecha por Daniel, quien anunció que el rey perdería la razón durante siete años, lo que probablemente ocurrió durante los últimos años del monarca (cap. 4). No se sabe nada de las actividades de Daniel durante los años cuando Nabucodonosor estuvo incapacitado. Tampoco sabemos lo que hizo Daniel después de que el rey recobró sus facultades y su trono, o si prestó servicios durante los reinados de los reyes posteriores: Amel-Marduk (Evil- Merodac en la Biblia), Nergal-sar-usur, Labasi-Marduk, y Nabonido. Sin embargo, se le permitió ver la decadencia moral y la corrupción del poderoso imperio de Nabucodonosor, gobernado por reyes que habían asesinado a sus predecesores. Daniel también debe haber observado con sumo interés el rápido encumbramiento
  • 5. del rey Ciro de Persia en el oriente, ya que un varón de ese nombre había sido mencionado en la profecía como libertador de Israel (Isa. 44: 28; 45: 1). Es también posible que en el año 553 a. C. (el año en que probablemente Ciro se adueñó del imperio de los medos) Daniel viera a Nabonido nombrar a su hijo Belsasar como rey de Babilonia mientras Nabonido mismo iba a la conquista de Tema, en Arabia. Fue durante los tres primeros años del reinado de Belsasar cuando Daniel recibió grandes visiones (cap. 7-8), y el hombre que hasta entonces había sido conocido sólo como intérprete de sueños y visiones se transformó en uno de los grandes profetas de todos los tiempos. Los babilonios pidieron nuevamente los servicios de Daniel durante la noche de la caída de Babilonia en el año 539 a. C., para que leyera e interpretara la escritura fatal en el muro de la sala de banquetes de Belsasar. Después de que los persas se adueñaron de Babilonia y de su imperio, los nuevos gobernadores aprovecharon de los talentos y de la experiencia del anciano estadista de la generación pasada. Otra vez Daniel llegó a ser el principal consejero de la corona. Quizá fue él quien mostró al rey las profecías de Isaías (ver PR 408), las cuales influyeron sobre el monarca persa para que promulgara el decreto que terminaba con el destierro de los judíos y les daba nuevamente una patria y un templo. Durante esta última parte de la actuación pública de Daniel hubo un atentado contra su vida promovido por sus colegas envidiosos, pero el Señor intervino maravillosamente y liberó a su siervo (cap. 6). Además recibió otras visiones importantes durante estos últimos años de su vida, primero durante el reinado de Darío el Medo (cap. 9; ver la Nota Adicional del cap. 6) y después durante el de Ciro (cap. 10-12). En cualquier estudio del libro de Daniel hay dos asuntos que requieren un examen cuidadoso: 775 a. La historicidad de Daniel. Desde que el filósofo neoplatónico Porfirio realizó los primeros grandes ataques contra la historicidad de Daniel (233-c. 304 d. C.), este libro ha estado expuesto a los embates de los críticos, al principio sólo de vez en cuando, pero durante los dos últimos siglos el ataque ha sido constante. Por eso muchísimos eruditos cristianos de hoy consideran que el libro de Daniel es obra de un autor anónimo que vivió en el siglo II a. C., más o menos en el tiempo de la revolución macabea. Estos eruditos dan dos razones principales para ubicar el libro de Daniel en ese siglo: (1) Siendo que entienden que algunas profecías se refieren a Antíoco IV Epífanes (175-c. 163 a. C.), y que la mayor parte de las profecías -por lo menos de aquéllas cuyo cumplimiento ha sido demostrado- habrían sido escritas después de ocurridos los acontecimientos descritos, las profecías de Daniel deben ubicarse con posterioridad al reinado de Antíoco IV. (2) Siendo que según sus argumentos, las secciones históricas de Daniel contienen el registro de ciertos sucesos que no concuerdan con los hechos históricos conocidos de acuerdo con los documentos disponibles, estas diferencias pueden explicarse si suponemos que el autor estaba tan alejado de dichos acontecimientos, tanto en el espacio como en el tiempo, que sólo poseía un conocimiento limitado de lo que había ocurrido 400 años antes, en los siglos VII y VI a. C. El primero de los dos argumentos no tiene validez para quien cree que los inspirados profetas de antaño realmente hacían predicciones precisas en cuanto
  • 6. al curso de la historia. El segundo argumento merece una mayor atención por la seriedad de la afirmación de que Daniel contiene errores históricos, anacronismos y conceptos errados. Por eso presentamos aquí un breve estudio acerca de la validez histórica del libro de Daniel. Es verdad que Daniel describe algunos acontecimientos que aún hoy no pueden ser verificados por medio de los documentos de que disponemos. Uno de esos acontecimientos es la locura de Nabucodonosor, que no se menciona en ningún registro babilónico que exista hoy. La ausencia de comprobación de una incapacidad temporaria del más grande rey del Imperio Neobabilónico no es un fenómeno extraño en un tiempo cuando los registros reales sólo contenían narraciones dignas de alabanza (ver com. Dan. 4:36). Darío el Medo, cuyo verdadero lugar en la historia no ha sido establecido por fuentes fidedignas ajenas a la Biblia, es también un enigma histórico. Se encuentran insinuaciones en cuanto a su identidad en los escritos de algunos autores griegos y en información fragmentaria de fuentes cuneiformes (ver Nota Adicional del cap. 6). Las otras supuestas dificultades históricas que confundían a los comentaristas conservadores de Daniel hace cien años, han sido resueltas por el aumento del conocimiento histórico que nos ha proporcionado la arqueología. Mencionaremos a continuación algunos de estos problemas más importantes que ya han sido resueltos: 1. La supuesta discrepancia cronológica entre Dan. 1: 1 y Jer. 25: 1. Jeremías, que según el criterio general de los eruditos es una fuente histórica digna de confianza, sincroniza el 4.º año de Joacim de Judá con el 1er año de Nabucodonosor de Babilonia. Sin embargo, Daniel habla de que la primera conquista de Jerusalén efectuada por Nabucodonosor ocurrió en el 3er año de Joacim, con lo que indudablemente afirma que el 1er año de Nabucodonosor coincide con el 3er año de Joacim. Antes del descubrimiento de registros de esa época que revelan los varios sistemas de computar los años de reinado de los antiguos monarcas, los comentaristas tenían dificultad para explicar esta aparente discrepancia. Trataban de resolver el problema suponiendo una corregencia de Nabucodonosor con su padre Nabopolasar (ver t. III, 776 PP. 93-94) o presuponiendo que Jeremías y Daniel ubicaban los acontecimientos según diferentes sistemas de cómputo: Jeremías según el sistema judío y Daniel según el babilónico. Ambas explicaciones ya no son válidas. Se ha resuelto la dificultad al descubrir que los reyes babilonios, como los de Judá de ese tiempo, contaban los años de sus reinados según el método del "año de ascensión" (ver t. II, p. 141). El año en el cual un rey babilonio ascendía al trono no se contaba oficialmente como su 1er año, sino sólo como el año cuando subía al trono, y su 1er año, es decir su 1er año calendario completo, no comenzaba hasta el próximo día de año nuevo, cuando, en una ceremonia religiosa, tomaba las manos del Dios babilónico Bel. También sabemos por Josefo y por la Crónica Babilónica (documento que narra los acontecimientos de los once primeros años de Nabucodonosor, descubierto en 1956) que Nabucodonosor estaba empeñado en una campaña militar en Palestina contra Egipto cuando su padre murió y él tomó el trono (ver p. 784; también t. II PP. 97-98, 164-165; t. III, PP. 93-94). Por lo tanto, Daniel y Jeremías
  • 7. concuerdan completamente. Jeremías sincronizó el 1er año del reinado de Nabucodonosor con el 4.º año de Joacim, mientras que Daniel fue tomado cautivo en el año cuando subió al trono Nabucodonosor, año que él identifica como el 3.º de Joacim. 2. Nabucodonosor como gran constructor de Babilonia. De acuerdo con los historiadores griegos, Nabucodonosor desempeñó un papel insignificante en la historia antigua. Nunca se refieren a él como a un gran constructor o como el creador de una nueva y más grande Babilonia. Todo lector de las historias clásicas griegas reconocerá que se le da este honor a la reina Semíramis, a quien se le adjudica un lugar importante en la historia de Babilonia. Sin embargo, los registros cuneiformes de esa época, descubiertos por arqueólogos durante los últimos cien años, han cambiado enteramente el cuadro presentado por los autores clásicos y han confirmado el relato del libro de Daniel que atribuye a Nabucodonosor la construcción en verdad reconstrucción- de "esta gran Babilonia" (cap. 4:30). Se ha descubierto ahora que Semíramis -llamada Sammu-ramat en las inscripciones cuneiformes- era reina madre en Asiria, regente de su hijo menor de edad Adad-nirari III (810-782 a. C.), y no reina de Babilonia como afirmaban las fuentes clásicas. Ias inscripciones han mostrado que ella no tuvo nada que ver con la construcción de Babilonia. Por otro lado, numerosas inscripciones de Nabucodonosor que han quedado en las construcciones prueban que él fue el creador de una nueva Babilonia, pues reedificó los palacios, templos y la torre-templo de la ciudad, y añadió nuevos edificios y fortificaciones (ver Nota Adicional del cap. 4). Puesto que esa información se había perdido completamente antes de la época helenística, ningún autor podría tenerla, salvo un neobabilónico. La presencia de tal información en el libro de Daniel es motivo de perplejidad para los eruditos críticos que no creen que el libro de Daniel fue escrito en el siglo VI, sino en el II. Un ejemplo típico de su dilema es la siguiente afirmación de R. H. Pfeiffer, de la Universidad de Harvard: "Probablemente nunca sabremos cómo supo nuestro autor que la nueva Babilonia era creación de Nabucodonosor... como lo han probado las excavaciones" (Introduction to the Old Testament [New York, 19411, PP. 758-759). 3. Belsasar, rey de Babilonia. Ver la Nota Adicional del cap. 5 referente al asombroso relato del descubrimiento hecho por orientalistas modernos acerca de la identidad de Belsasar. El hecho de que el nombre de este rey no se hubiese encontrado en fuentes antiguas ajenas a la Biblia, mientras que Nabonido siempre aparecía como el último rey de Babilonia antes de la conquista de los persas, se usaba comúnmente como uno de los más poderosos argumentos en contra de la historicidad del 777 libro de Daniel. Pero los descubrimientos efectuados desde mediados del siglo XIX han refutado a todos los críticos de Daniel en este respecto y han vindicado de manera impresionante el carácter fidedigno del relato histórico del profeta respecto a Belsasar. b. Los idiomas del libro. Como Esdras (ver t. III, 322), una parte del libro de Daniel fue escrita en hebreo y otra parte en arameo. Algunos han explicado este uso de dos idiomas suponiendo que en el caso de Esdras el autor tomó documentos arameos, acompañados con sus descripciones históricas, y los incorporó a su libro, que fuera de esos pasajes estaba escrito en hebreo, el
  • 8. idioma nacional de su pueblo. Pero tal interpretación no se acomoda con el libro de Daniel, donde la sección aramea comienza con el cap. 2: 4 y termina con el último versículo del cap. 7. A continuación hay una lista parcial de las muchas explicaciones que ofrecen los eruditos en cuanto a este problema, junto con algunas observaciones entre paréntesis que parecen contradecir la validez de esas explicaciones: 1. El autor escribió los relatos históricos para quienes hablaban arameo, y las profecías para los eruditos de habla hebrea. (Sin embargo, el que haya arameo en los cap. 2 y 7 -ambos contienen grandes profecías- indica que esta opinión no es correcta.) 2. Los dos idiomas muestran la existencia de dos fuentes. (Esta opinión no puede ser correcta porque el libro tiene una marcada unidad, cosa que aún algunos críticos radicales han reconocido; ver p. 771.) 3. El libro fue escrito originalmente en un idioma, ya fuera arameo o hebreo, y más tarde algunas partes fueron traducidas. (Este punto de vista deja sin contestar la pregunta en cuanto a la razón por la cual se tradujeron sólo algunas secciones al otro idioma y no todo el libro.) 4. El autor publicó el libro en dos ediciones, una en hebreo, otra en arameo, para que toda clase de gente pudiese leerlo; durante las persecuciones en el tiempo de los Macabeos, algunas partes del libro se perdieron, y las partes que se pudieron salvar de las dos ediciones fueron reunidas en un libro sin hacer cambios. (Esta idea tiene el defecto de no poder comprobarse y de basarse en demasiadas conjeturas.) 5. El autor empezó a escribir en arameo en el punto donde los caldeos se dirigieron "al rey en lengua aramea" (cap. 2: 4), y continuó en este idioma mientras escribía en ese tiempo; pero después, cuando volvió a escribir, usó el hebreo (cap. 8: 1). La última opinión aparentemente está bien orientada porque pareciera que las diferentes secciones del libro fueron escritas en distintas ocasiones. Por el hecho de ser un culto funcionario del gobierno, Daniel hablaba y escribía en varios idiomas. Probablemente escribió algunos de los relatos históricos y algunas de las visiones en hebreo, y otras en arameo. Partiendo de esta suposición, el cap. 1 habría sido escrito en hebreo, probablemente durante el 1er año de Ciro, y los relatos de los cap. 3 al 6 en arameo en distintas ocasiones. Las visiones proféticas fueron registradas mayormente en hebreo (cap. 8-12), aunque la visión del cap. 7 fue escrita en arameo. Por otra parte, el relato del sueño de Nabucodonosor concerniente a las monarquías futuras (cap. 2) fue escrito en hebreo hasta el punto en que se cita el discurso de los caldeos (cap. 2: 4); y desde este punto hasta el fin de la narración el autor usó el arameo. Al final de su vida, cuando Daniel reunió todos sus escritos para formar un solo libro, es posible que no hubiera considerado necesario traducir ciertas partes para dar al libro unidad lingüística, ya que sabía que la mayor parte de sus lectores entenderían los dos idiomas, hecho que resulta evidente según
  • 9. otras fuentes. También se podrá notar que la existencia de dos idiomas en el libro de Daniel no 778 puede usarse como argumento para asignar una fecha posterior al libro. Aquellos que fechan el origen de Daniel en el siglo II a. C. tienen también el problema de explicar por qué un autor hebreo del período macabeo escribió parte de un libro en hebreo y otra parte del mismo en arameo. Si bien las peculiaridades ortográficas de las secciones arameas del libro de Daniel son parecidas a las del arameo del Asia occidental de los siglos IV y III a. C., debido posiblemente a una modernización del idioma, hay diferencias notables. La ortografía no puede decirnos mucho en cuanto a la fecha cuando se escribió el libro, así como la última revisión del texto de la RVR no puede tomarse como prueba de que la Biblia fue originalmente escrita o traducida en el siglo XX d. C. A lo sumo, las peculiaridades ortográficas pueden indicar cuándo se hicieron las últimas revisiones de la ortografía. Entre los Rollos del Mar Muerto (ver t. I, PP. 35-38) hay varios fragmentos de Daniel que provienen del siglo 11 a. C. Por lo menos dos de ellos contienen la sección del cap. 2 donde se hace el cambio del hebreo al arameo y muestran claramente el carácter bilingüe del libro en esa fecha (ver p. 772). 4. Tema.- Con justicia podríamos llamar al libro de Daniel un manual de historia y de profecía. La profecía es una visión anticipada de la historia; la historia es un repaso retrospectivo de la profecía. El elemento predictivo permite que el pueblo de Dios vea las cosas transitorias a la luz de la eternidad, lo pone alerta para actuar con eficacia en determinados momentos, facilita la preparación personal para la crisis final y, al cumplirse la predicción, proporciona una base firme para la fe. Las cuatro principales profecías del libro de Daniel hacen resaltar en un breve bosquejo, y teniendo como marco de fondo la historia universal, el devenir del pueblo de Dios desde los días de Daniel hasta el fin del tiempo. "Se descorre el velo, y encima, detrás y a través de todo el juego y contra fuego de los humanos intereses, poder y pasiones, contemplamos a los agentes del que es todo misericordia, que cumplen silenciosa y pacientemente los designios y la voluntad de él" (PR 366). Cada una de las cuatro grandes profecías alcanza un pináculo cuando "el Dios del cielo" levanta "un reino que no será destruido" (cap. 2: 44), cuando el "hijo de hombre" recibe "dominio eterno" (cap. 7: 13-14), cuando la oposición al "Príncipe de los príncipes" será quebrantada "no por mano humana" (cap. 8: 25) y cuando el pueblo de Dios será librado para siempre de sus opresores (cap. 12: 1). Por lo tanto, las profecías constituyen un puente divinamente construido desde el abismo del tiempo hasta las riberas sin límites de la eternidad, un puente sobre el cual aquellos que, como Daniel proponen en su corazón amar y servir a Dios, por la fe podrán pasar desde la incertidumbre y la aflicción de la vida presente a la paz y la seguridad de la vida eterna. La sección histórica del libro de Daniel revela, en forma sorprendente, la verdadera filosofía de la historia (ver Ed 169-179). Esta sección sirve de
  • 10. prefacio a la sección profético. Al darnos un relato detallado del trato de Dios con Babilonia, el libro nos capacita para comprender el significado del surgimiento y de la caída de otras naciones cuyas historias están bosquejadas en la porción profético del libro. Sin una clara comprensión de la filosofía de la historia, tal como se la revela en la narración del papel que le cupo a Babilonia en el plan divino, la actuación de las otras naciones que siguieron a Babilonia en el telón de la visión profético no puede comprenderse o apreciarse completamente. Véase un resumen de la filosofía divina de la historia según la presenta la inspiración, en com. cap. 4: 17. En la sección histórica del libro encontramos a Daniel, el hombre de Dios de esa 779 hora, cara a cara ante Nabucodonosor, el genio del mundo pagano, para que el rey tuviera la oportunidad de conocer al Dios de Daniel, árbitro de la historia, y cooperara con él. Nabucodonosor no sólo era el monarca de la nación más grande de ese tiempo sino que era también muy sabio y tenía un sentido innato del derecho y de la justicia. En verdad, era la personalidad más sobresaliente del mundo gentil, el "poderoso de las naciones" (Eze. 31: 11), que había sido elevado al poder para desempeñar un papel específico en el plan divino. De él Dios dijo: "Ahora yo he puesto todas estas tierras en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo" (Jer. 27: 6). Al ir los judíos al cautiverio en Babilonia era deseable que estuvieran bajo una mano firme, pero que no fuese cruel, como eran las normas de aquel tiempo. La misión de Daniel en la corte de Nabucodonosor fue la de conseguir la sumisión de la voluntad del rey a la voluntad de Dios para que se realizaran los propósitos divinos. En uno de los momentos dramáticos de la historia, Dios hizo que estas dos grandes personalidades estuviesen juntas. Ver p. 599. Los primeros cuatro capítulos de Daniel describen los medios por los cuales Dios consiguió la obediencia de Nabucodonosor. En primer lugar, Dios necesitaba de un hombre que fuese un digno representante de los principios celestiales y del plan de acción divino en la corte de Nabucodonosor; por eso escogió a Daniel para que fuese su embajador personal ante Nabucodonosor. Los recursos que empleó Dios para atraer favorablemente la atención del monarca hacia el cautivo Daniel, y los medios por los cuales Nabucodonosor llegó a confiar primero en Daniel y luego en el Dios de Daniel, ilustran la manera en que el Altísimo usa a los hombres hoy para cumplir su voluntad en la tierra. Dios pudo usar a Daniel porque éste era un hombre de principios, un hombre que tenía un carácter genuino, un hombre cuyo principal propósito en la vida era vivir para Dios. Daniel "propuso en su corazón" (cap. 1: 8) vivir en armonía con toda la voluntad revelada de Dios. Primero, Dios lo puso "en gracia y en buena voluntad" con los funcionarios de Babilonia (vers. 9). Esto preparó el camino para un segundo paso, la demostración de la superioridad física de Daniel y de sus compañeros (vers. 12-15). Después siguió una demostración de superioridad intelectual. "Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias" (vers. 17), con el resultado de que se los consideró "diez veces mejores" que a sus competidores más cercanos (vers. 20). De esa manera, tanto en su personalidad como en el aspecto físico e intelectual Daniel demostró ser muy superior a sus compañeros; y fue así como ganó la confianza y el respeto de Nabucodonosor.
  • 11. Estos acontecimientos prepararon al monarca para que conociera al Dios de Daniel. Una serie de sucesos dramáticos: el sueño del cap. 2, la maravillosa liberación del horno ardiente (cap. 3) y el sueño del cap. 4 le mostraron al rey la sabiduría, el poder y la autoridad del Dios de Daniel. La inferioridad de la sabiduría humana, exhibida en la vicisitud del cap. 2, hizo que Nabucodonosor admitiera ante Daniel: "Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los reyes, y el que revela los misterios" (cap. 2: 47). Reconoció espontáneamente que la sabiduría divina era superior, no sólo a la sabiduría humana, sino aun a la supuesta sabiduría de sus propios dioses. El suceso de la imagen de oro y del horno de fuego ardiente hizo que Nabucodonosor admitiera que el Dios de los cielos "libró a sus siervos" (cap. 3: 28). Su conclusión fue que nadie en todo su reino debería decir "blasfemia contra el Dios" de los hebreos, en vista de que "no hay dios que pueda librar como éste" (vers. 29). Entonces Nabucodonosor reconoció que el Dios del cielo no era sólo sabio sino poderoso, que no sólo era omnisciente sino omnipotente. El tercer suceso, los siete años durante los cuales su decantada sabiduría y poder le fueron transitoriamente 780 quitados, enseñaron al rey no sólo que "el Altísimo" es sabio y poderoso sino que ejerce esa sabiduría y poder para regir los asuntos humanos (cap. 4: 32). Tiene sabiduría, poder y autoridad. Es notable que el primer acto de Nabucodonosor después de que recuperara la razón fue alabar, engrandecer y glorificar al "Rey del cielo" y reconocer que Dios "puede humillar" a "los que andan con soberbia" (vers. 37), como lo había hecho él durante tantos años. Pero las lecciones que Nabucodonosor aprendió personalmente durante un período de muchos años no beneficiaron a sus sucesores en el trono de Babilonia. El último rey de Babilonia, Belsasar, desafió abiertamente al Dios del cielo (cap. 5: 23) a pesar de que conocía lo que le había sucedido a Nabucodonosor (vers. 22). En lugar de obrar en armonía con el plan divino, "Babilonia se convirtió en orgullosa y cruel opresora" (Ed 171) y al rechazar los principios celestiales forjó su propia ruina (Ed 172). La nación fue pesada y fue hallada falta (cap. 5: 25-28), y el dominio mundial pasó a los persas. Al librar a Daniel del foso de los leones, Dios demostró su poder y autoridad ante los gobernantes del Imperio Persa (cap. 6: 20-23; PR 408) como lo había hecho anteriormente ante los de Babilonia. Un edicto de Darío de Media reconocía al "Dios viviente" y admitía que él "permanece por todos los siglos" (vers. 26). Aun "la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada" (vers. 8) debió ceder ante los decretos del "Altísimo" que "tiene el dominio en el reino de los hombres" (cap. 4: 32). Ciro fue favorablemente impresionado por la milagrosa prueba del poder divino exhibida en la liberación de Daniel del foso de los leones (PR 408). Las profecías que bosquejaban su papel en la restauración de Jerusalén y del templo (Isa. 44: 26 a 45: 13) también lo impresionaron grandemente. "Su corazón quedó profundamente conmovido y resolvió cumplir la misión que Dios le había asignado" (PR 409). Así es como el libro de Daniel expone los principios de acuerdo con los cuales operan la sabiduría, el poder y la autoridad de Dios a través de la historia de las naciones, para el cumplimiento final del propósito divino. "Dios ensalzó a Babilonia para que pudiese cumplir su propósito" (Ed 171). Ella tuvo su período de prueba, "fracasó, su gloria se marchitó, perdió su poder, y su lugar fue ocupado por otra [nación]" (Ed 172; ver com. cap. 4: 17).
  • 12. Las cuatro visiones del libro de Daniel tratan de la lucha entre las fuerzas del bien y del mal en esta tierra, desde el tiempo de Daniel hasta el establecimiento del eterno reino de Cristo. Puesto que Satanás usa los poderes terrenales en sus esfuerzos para frustrar el plan de Dios y destruir su pueblo, estas visiones presentan aquellos poderes a través de los cuales el maligno ha actuado con mucho empeño. La primera visión (cap. 2) trata principalmente de cambios políticos. Su propósito primordial era revelar a Nabucodonosor su papel como rey de Babilonia y hacerle saber "lo que había de ser en lo porvenir" (vers. 29). Como si fuera un suplemento de la primera visión, la segunda (cap. 7) destaca las vicisitudes del pueblo de Dios durante la hegemonía de los poderes mencionados en la primera visión, y predice la victoria final de los santos y el juicio de Dios sobre sus enemigos (vers. 14, 18, 26-27). La tercera visión (cap. 8-9) complementa a la segunda y hace resaltar los esfuerzos de Satanás por destruir la religión y el pueblo de Cristo. La cuarta visión (cap. 10-12) resume las visiones precedentes y trata el tema en forma más detallada que cualquiera de las otras. Amplía el tema de la segunda visión y el de la tercera. Pone especial énfasis en "lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días" (cap. 10: 14), y el "tiempo fijado era largo" (vers. 1, RVA). La narración bosquejada de la historia que se encuentra en 781 el cap. 11: 2-39 lleva a "los postreros días" (cap. 10: 14) y los acontecimientos "al cabo del tiempo" (cap. 11: 40). Las profecías de Daniel están estrechamente relacionadas con las del libro del Apocalipsis. En gran medida el Apocalipsis trata del mismo tema, pero hace resaltar en forma especial el papel de la iglesia cristiana como pueblo escogido de Dios. En consecuencia, algunos detalles que pueden parecer oscuros en el libro de Daniel con frecuencia pueden aclararse al compararlos con el libro del Apocalipsis. Daniel recibió instrucciones de cerrar y sellar aquella parte de su profecía referente a los últimos días hasta que, mediante un estudio diligente del libro, aumentase el conocimiento de su contenido y de su importancia (CS 405; cap. 12: 4). Aunque la porción de la profecía de Daniel relacionada con los últimos días fue sellada (cap. 12: 4; HAp 467), Juan recibió instrucciones específicas de no sellar "las palabras de la profecía" de su libro, "porque el tiempo está cerca" (Apoc. 22: 10). De modo que para obtener una interpretación más clara de cualquier porción del libro de Daniel que sea difícil de entender, debiéramos estudiar cuidadosamente el libro del Apocalipsis en busca de luz para disipar las tinieblas. 5. Bosquejo.- I. Sección histórica, 1: 1 a 6:28. A. La educación de Daniel y sus compañeros, 1: 1-21. 1. La primera deportación de cautivos de Judá a Babilonia, 1:
  • 13. 1-2. 2. La elección de Daniel y sus compañeros para recibir educación para el servicio real, 1: 3-7. 3. Daniel consigue permiso para vivir de acuerdo con su ley, 1: 8-16. 4. Una educación exitosa y el ingreso al servicio real, 1: 17-21. B. El sueño de Nabucodonosor sobre la gran imagen, 2: 1-49. 1. Nabucodonosor afligido por un sueño, 2: 1-11. 2. La ejecución de los sabios ordenada y anulada, 2: 12-16. 3. Daniel recibe sabiduría y expresa gratitud, 2: 17-23. 4. Daniel comunica el sueño al rey, 2: 24-35. 5. Daniel interpreta el sueño, 2: 36-45. 6. Nabucodonosor reconoce la grandeza de Dios, 2: 46-49. C. Liberación de los amigos de Daniel del horno de fuego ardiente, 3:1-30. 1. Nabucodonosor erige una imagen y ordena su adoración, 3: 1-7. 2. Los tres hebreos fieles se niegan a adorarla, 3: 8-18. 3. La Liberación del horno por intervención divina, 3: 19-25. 4. La confesión y el decreto de Nabucodonosor; los hebreos son promovidos, 3 :26-30. D. El segundo sueño de Nabucodonosor, su humillación y restauración, 4: 1-37. 1. La confesión de Nabucodonosor acerca de la sabiduría y el poder
  • 14. de Dios, 4: 1-9. 2. Descripción del sueño, 4: 10-18. 3. Daniel interpreta el sueño, 4: 19-27. 4. La caída y restauración de Nabucodonosor, 4: 28-36. 5. Nabucodonosor alaba al Dios del cielo, 4: 37. E. El banquete de Belsasar y la pérdida de la monarquía, 5: 1-31. 1. Belsasar profana los vasos del templo, 5: 1-4. 2. La misteriosa escritura en la pared, 5: 5-12. 782 3. La interpretación de Daniel, 5: 13-28. 4. Daniel recibe honores, cae Babilonia, 5: 29-31. F. La liberación de Daniel del foso de los leones, 6: 1-28. 1. Ensalzamiento de Daniel y los celos de sus colegas, 6: 1-5. 2. El decreto de Darío que restringía las oraciones, 6: 6-9. 3. La transgresión de Daniel y su condenación, 6: 10-17. 4. La liberación de Daniel y el castigo de sus acusadores, 6:18-24. 5. Reconocimiento público de la grandeza del Dios de Daniel, 6: 25-28. II. Sección profética, 7: 1 a 12: 13. A. El segundo mensaje profético de Daniel, 7: 1-28. 1. Las cuatro bestias y el cuerno pequeño, 7: 1-8. 2. juicio y reino eterno del Hijo de hombre, 7: 9-14. 3. Un ángel interpreta la visión, 7: 15-27. 4. Impresión sobre Daniel, 7: 28. B. El tercer mensaje profético de Daniel, 8: 1 a 9:27. 1. El carnero, el macho cabrío y los cuernos, 8:1-8. 2. El cuerno pequeño y su maldad, 8: 9-12.
  • 15. 3. La profecía -con implicación de tiempo- de la purificación del santuario, 8: 13-14. 4. Gabriel interpreta la primera parte de la visión, 8: 15-26. 5. La enfermedad de Daniel como resultado de la visión, 8: 27. 6. Daniel ora pidiendo la restauración y confiesa los pecados de su pueblo, 9:1-19. 7. Gabriel interpreta la parte restante de la visión, 9:20-27. C. El cuarto mensaje profético de Daniel, 10: 1 a 12:13. 1. El ayuno de Daniel, 10: 1-3. 2. La aparición de "un varón" y el efecto que tuvo sobre Daniel, 10:4- 10. 3. La conversación preliminar del "varón" con Daniel, 10: 11 a 11: 1. 4. Visión concerniente a sucesos históricos futuros, 11: 2 a 12:3. 5. La duración de las "maravillas"; promesas personales a Daniel, 12:4-13. CAPÍTULO 1 1 La cautividad de Joacim. 3 Aspenaz trae a Daniel, Ananías, Misael y Azarías. 8 Rehúsan la comida del rey y les va bien con legumbres y agua. 17 Se destacan en sabiduría. 1 EN EL año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió. 2 Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios. 3 Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que los trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes, 4 muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos. 5 Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey
  • 16. 6 Entre éstos estaban Daniel, Ananías, 783 Misael y Azarías, de los hijos de Judá. 7 A éstos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego 8 Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse 9 Y puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe de los eunucos 10 y dijo el jefe de los eunucos a Daniel: Temo a mi señor el rey, que señaló vuestra comida y vuestra bebida; pues luego que él vea vuestros rostros más pálidos que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis para con el rey mi cabeza 11 Entonces dijo Daniel a Melsar, que estaba puesto por el jefe de los eunucos sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías 12 Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a comer, y agua a beber 13 Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida del rey, y haz después con tus siervos según veas 14 Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días 15 Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que el de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey 16 Así, pues, Melsar se llevaba la porción de la comida de ellos y el vino que habían de beber, y les daba legumbres 17 A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños 18 Pasados, pues, los días al fin de los cuales había dicho el rey que los trajesen, el jefe de los eunucos los trajo delante de Nabucodonosor 19 Y el rey habló con ellos, y no fueron hallados entre todos ellos otros como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; así, pues, estuvieron delante del rey 20 En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino 21 Y continuó Daniel hasta el año primero del rey Ciro 1.
  • 17. El año tercero. Sobre la base de sincronismos bíblicos que relacionan los reinados de varios reyes de Judá con el de Nabucodonosor, cuyos años babilónicos de reinado han sido astronómicamente establecidos, el tercer año de Joacim duró, según el calendario judío, desde el otoño (septiembre-octubre en el hemisferio norte) del 606 a. C. hasta el otoño del 605 (ver t. II, p. 164; t. III, PP. 93-94). Por lo tanto los acontecimientos registrados en este versículo y en los siguientes deben haber ocurrido durante el año civil judío que comenzó en el otoño del 606 y terminó en el otoño del 605 a. C. Antes de que se entendieran los antiguos sistemas de computar los años de reinado, este versículo presentaba a los comentadores un problema insuperable por la aparente contradicción con Jer. 25: 1. Como resultado de descubrimientos arqueológicos modernos todas las dificultades históricas y cronológicas sobre este punto han desaparecido, y las evidencias presentan un cuadro completamente armonioso (ver p. 775). Una vez más ha sido vindicada la integridad del Registro Sagrado (ver p. 774). Joacim era el segundo hijo de Josías. Cuando Josías perdió la vida en Meguido el pueblo puso como rey en su lugar a Joacaz, cuarto hijo de Josías (ver com. 1 Crón. 3: 15). Después que Joacaz había reinado durante tres meses, Necao, rey de Egipto, de vuelta de su primera campaña en el norte de Mesopotamia, lo depuso y puso a Joacim en el trono (2 Rey. 23: 29-34). El nuevo rey de Judá, cuyo nombre fue cambiado por el rey egipcio de Eliaquim, "Mi Dios levanta", a Joacim, "Jehová levanta", fue obligado a pagar fuertes tributos a Egipto (2 Rey. 23: 34-35), pero parece haber estado conforme con mantenerse leal a su señor egipcio. Nabucodonosor. Heb. Nebukadne'tstsar, la transliteración hebrea corriente del babilonio Nabu-kuduri-utsur, significa "Que [el dios] Nabu proteja a mi hijo" o "Nabú proteja a mi piedra de límite". También aparece algunas veces en la Biblia hebrea el nombre escrito Nebukadre'tstsar (Jer. 21: 2; Eze. 26:7; etc.). En la LXX aparece como Naboujodonosor; pero en las obras de Estrabón y como variante en un manuscrito de Josefo, se escribe Nabokodrosoros. La presencia de Nabucodonosor en Palestina en 605 a. C., como lo indica Dan. 1: 1, está confirmada por dos relatos babilonios: (1) una narración del historiador Beroso, 784 cuya obra perdida ha sido citada por Josefo -en lo que atañe a este acontecimiento- en Contra Apión i. 19, y (2) una parte de la Crónica Babilónica hasta ahora desconocida (su editor es D. J. Wiseman, Chronicles of Chaldean Kings, 1956), que abarca todo el reinado de Nabopolasar y los primeros once años de su hijo Nabucodonosor. Beroso, tal como lo cita Josefo, relata que Nabucodonosor recibió la orden de su padre Nabopolasar de sofocar una rebelión en Egipto, Fenicia y Celesiria. Habiendo completado su misión pero estando todavía en el oeste, recibió la noticia de la muerte de su padre. Dejó a los cautivos en manos de sus generales, y se apresuró a regresar a Babilonia por el camino más corto del desierto. Sin duda esa prisa se debió al deseo de impedir que un usurpador tomara el trono. Beroso dice que Nabucodonosor dejó a cautivos judíos con sus
  • 18. generales cuando se apresuró a volver a Babilonia. Daniel y sus amigos deben haber estado entre esos cautivos. La afirmación de Dan. 1: 1-2 y la de Beroso eran los únicos registros antiguos conocidos que se referían a esta campaña de Nabucodonosor hasta que se descubrió en 1956 la Crónica Babilónica: un relato qué por primera vez presenta -año tras año- las fechas exactas de la ascensión al trono de Nabopolasar y de su muerte, la entronización de Nabucodonosor y la captura de un rey de Judá - indudablemente Joaquín- ocho años más tarde. También ubica la muerte de Josías en 609 y la batalla de Carquemis en 605. Anteriormente la entronización de Nabucodonosor había sido ubicada por agosto de 605 mediante el registro de fechas que aparece en las tablillas de arcilla de documentos comerciales de Babilonia (ver t. III, PP. 88-89), puesto que el último de esos documentos del año 21 de Nabopolasar corresponde con el 8 de agosto, y el primero del nuevo reinado fue escrito en septiembre. Sin embargo, la crónica da el día preciso. Narra la forma en que Nabucodonosor en el año 21 de su padre- derrotó decisivamente a los egipcios en Carquemis y subyugó la tierra de Hatti (Siria-Palestina). Después, al saber de la muerte de su padre el 8 de Ab (aproximadamente el 15 de agosto), volvió rápidamente a Babilonia y ocupó el trono el 1º de Elul (aproximadamente el 7 de septiembre). Posteriormente en el año de su entronización y otra vez en su año 1 (que comenzó en la primavera de 604), volvió al oeste y recibió tributo de los reyes vasallos. Esto explica cómo Daniel pudo ser llevado cautivo en el 3er año de Joacim, el año anterior al 1 de Nabucodonosor (ver p. 775). Rey de Babilonia. Cuando Nabucodonosor vino contra Jerusalén en el 3er año de Joacim, pocas semanas antes de la muerte de su padre, o a lo sumo pocos meses, no era aún rey. Pero Daniel, al registrar estos acontecimientos, probablemente durante el 1er. año de Ciro (vers. 21), unos 70 años después de ocurridos los sucesos descritos, llama a Nabucodonosor "rey de Babilonia". Cuando Daniel llegó a Babilonia siendo un joven cautivo, Nabucodonosor ya era rey. Desde entonces vio a Nabucodonosor reinar durante 43 años. De ahí que parezca enteramente natural que Daniel se refiera a él como "rey". Por otra parte es posible, aunque difícil, que Daniel fuera tomado durante el corto intervalo entre la muerte de Nabopolasar y el regreso de Nabucodonosor a Babilonia. 2. Parte de los utensilios. Sin duda Nabucodonosor tomó los más finos y valiosos vasos del templo para usarlos en el servicio de su dios Marduk. Naturalmente no dejó más que lo absolutamente indispensable para que continuara llevándose a cabo el ritual diario en el templo de Jerusalén. Los caldeos se llevaron vasos sagrados a Babilonia en tres ocasiones: (1) durante la campaña registrada en este pasaje, (2) cuando Jerusalén fue tomada al final del reinado de Joaquín en el 597 a. C. (2 Rey. 24: 13), y (3) al final del reinado de Sedequías, cuando después de un largo asedio Jerusalén fue tomada y destruida en 586 a. C. (2 Rey. 25: 8-15).
  • 19. El saqueo de los tesoros de Jerusalén por las fuerzas babilónicas cumplía la profecía de Isaías pronunciada casi un siglo antes (Isa. 39: 6). Sobre la suerte del arca ver com. Jer. 37: 10. Tierra de Sinar. Los primeros comentadores identificaban este término con mat Sumeri, "la tierra de Sumer", o la Babilonia meridional, pero por lo general esta interpretación ha sido descartada. En la mayor parte de las referencias del AT Sinar es sólo otro nombre de Babilonia. El origen de la palabra "Sinar" todavía no es claro (ver com. Gén. 10: 10). Sin embargo, en Gén. 14: 1, 9, Sinar parece ser el nombre de una región del norte de la Mesopotamia llamada Sanhar en los textos cuneiformes. Así como en Gén. 11: 2, Isa. 785 11: 11 y Zac. 5: 11, la Sinar mencionada en Daniel es indiscutiblemente Babilonia. Su dios. El dios principal de Babilonia era Marduk, que desde el tiempo de la primera dinastía, más de mil años antes, había sido llamado comúnmente Bel, "señor'. Su templo principal, llamado Esagila, en cuyo patio estaba la gran torre templo, Etemenanki, estaba en el corazón de Babilonia (ver Nota Adicional del cap. 4; también el mapa de la p. 823). Casa del tesoro. Los documentos cuneiformes babilónicos mencionan frecuentemente los tesoros del Esagila, el gran templo de Marduk. No se sabe cuál de los muchos edificios secundarios que pertenecían al conjunto del templo pudo haber albergado esos tesoros. Sin embargo, se ha excavado una casa del tesoro de orden secular dentro del recinto del palacio. Los excavadores han llamado a este edificio Museo del Palacio porque encontraron allí coleccionadas muchas esculturas e inscripciones de las ciudades conquistadas. Como en un museo moderno, se exhibían también objetos de distintas partes del imperio. Aunque el edificio estaba abierto al público, se prohibía la entrada a "personas malvadas", según una inscripción de la época. No sería imposible que muchos tesoros de Jerusalén, especialmente los que provenían de la tesorería real, fueran expuestos en este museo del palacio y fueran vistos por muchos visitantes. 3. Aspenaz. Un nombre que aparece en los textos cuneiformes de Nipur del siglo V a. C. en la forma un poco diferente de Ashpazanda, pero que aparece en los textos arameos de sortilegios, también de Nipur, en la forma de Aspenaz. Aunque su significado todavía es oscuro, se ha pensado que el nombre podría ser de origen persa, procedencia probable de este funcionario. Muchos extranjeros llegaban a elevados cargos y recibían honores al servicio de los caldeos. Jefe de sus eunucos. El título hebreo rabsaris, "eunuco principal", aparece también en un texto
  • 20. arameo del año 682 a. C. En las inscripciones babilónicas encontramos como su equivalente el título rab sha reshi, literalmente, "el jefe del que está sobre la cabeza [del rey]". El título se aplicaba al hombre de confianza del rey. Se ha discutido frecuentemente si el término saris sólo se usaba para designar a los funcionarios que eran eunucos en el sentido literal y físico de la palabra, es decir, que habían sido castrados, o si saris se usaba de una manera general para designar cualquier tipo de funcionario real. No puede darse una respuesta categórica a esta pregunta. Sin embargo, representaciones gráficas asirias de la vida cotidiana de la corte indican claramente, mostrando una distinción de rasgos faciales como la ausencia o presencia de barba, que el rey estaba rodeado tanto de funcionarios que eran literalmente eunucos como de los que no lo eran. Aún más, dichas representaciones indican que los eunucos literales parecen haber sido mayoría. Algunos de los más grandes hombres de la historia asiria pertenecieron a esta categoría, como por ejemplo, Dai>n-Ashshur, el gran visir de Salmanasar III, junto con muchos comandantes militares y otros funcionarios encumbrados. Isaías profetizó que algunos de los descendientes de Ezequías serían eunucos en el palacio del rey de Babilonia (Isa. 39:7).Algunos comentadores han sostenido que Daniel y sus tres compañeros estaban incluidos en esta profecía. Israel. Después de la destrucción de Samaria en el 723/722 a. C., cuando las diez tribus del norte dejaron de existir como nación separada, el reino de Judá quedó como único representante de los descendientes de Jacob o Israel. De ahí que el nombre Israel se usara frecuentemente durante el destierro y en el período postexílico para designar a los representantes del reino del sur (ver Eze. 14: 1; 17: 2; etc.; Esd. 3: 1,11; etc.). Linaje real. Cuando Nabucodonosor conquistó Jerusalén en el año 605 a. C., tomó rehenes de la casa real de Judá como también de las principales familias de aquella desdichada nación. Los conquistadores de la antigüedad tenían la costumbre de llevarse nobles como rehenes para asegurarse la lealtad de los enemigos vencidos. Tal práctica se registra en los anales de Tutmosis III de Egipto, quien, después de derrotar a una coalición de gobernantes sirios y palestinos en la batalla de Meguido en el siglo XV a. C., permitió a los reyes derrotados que siguiesen ocupando el trono, pero llevó a Egipto a un príncipe de cada uno de sus enemigos vencidos. En Egipto fueron educados a la manera egipcia y cuando uno de los reyes satélites de Palestina o Siria moría, uno de los hijos del difunto, educado en Egipto y simpatizante 786 del Faraón, era puesto en el trono vacante. Príncipes. Heb. partemim, una palabra tomada del antiguo persa, fratama, "nobles", que básicamente significa 'principales". Fuera de este pasaje, la palabra partemim se usa sólo en Ester (cap. 1: 3; 6: 9). La presencia en el libro de Daniel de ésta y otras palabras tomadas del persa puede explicarse fácilmente si suponemos con razón que el primer capítulo de Daniel fue escrito durante el 1er
  • 21. año de Ciro, cuando la influencia persa ya era fuerte (ver Dan. 1: 21). 4. Muchachos. Heb. yéled, es un término cuyas acepciones indican distintas edades. Aquí designa a "jóvenes", "hombres jóvenes". Los jóvenes consejeros que habían sido criados con el rey Roboam son llamados yéled (1 Rey. 12: 8). La palabra se traduce: "jóvenes" (RVR); el mismo término se aplica a Benjamín cuando tenía alrededor de 30 años, poco antes de ir a Egipto, cuando ya era padre de 10 hijos (Gén. 44: 20; cf. cap. 46: 21). No es entonces extraño que una palabra que puede significar "muchachos" se aplique a jóvenes, de los cuales uno de ellos, Daniel, tenía ya 18 años (4T 570). En relación con esto, cabe mencionar que en época posterior el historiador Jenofonte dice que ningún joven podía ingresar en el servicio de los reyes persas antes de cumplir los 17 años (Ciropedia i. 2). No hubiese tacha alguna. La salud física y una apariencia hermosa eran consideradas cualidades indispensables para un magistrado de alta alcurnia entre los antiguos, y aún hoy estas características son muy bien cotizadas en el Cercano Oriente. Caldeos. Este término (acadio, kaldu) designa a los miembros de una tribu aramea que primero se establecieron en la Baja Mesopotamia y que tomaron el gobierno de Babilonia cuando Nabopolasar fundó la dinastía neobabilónica. La palabra puede aplicarse también a una clase de eruditos de la corte babilónico que eran los principales astrónomos de su tiempo. Estos sabios eran igualmente expertos en otras ciencias exactas, como matemáticas, aunque incluían en sus actividades magia y astrología. Los comentadores no han estado de acuerdo en sus interpretaciones de la frase "las letras y la lengua de los caldeos". El punto de vista más antiguo, encontrado entre los padres de la iglesia, interpreta esta frase como un estudio del idioma y la literatura de los arameos, mientras que muchos de los comentadores modernos piensan que significa la combinación del conocimiento científico y lingüístico de los caldeos. Todos los escritos científicos conocidos de esa época fueron inscritos en tablillas de arcilla en escritura cuneiforme, en el idioma babilonio. Por lo tanto, debe deducirse que "las letras y la lengua de los caldeos" incluían una educación a fondo en el idioma clásico y la escritura del país -vale decir del idioma babilonio y escritura cuneiforme- además del arameo familiar y común. Ya que no era fácil llegar a ser experto en el uso de la escritura cuneiforme con sus centenares de caracteres, una buena base cultural, una habilidad natural para aprender fácilmente y el don de captar rápidamente un nuevo idioma eran considerados prerrequisitos deseables para ser aceptado en la escuela real de los futuros cortesanos (ver PR 351-352). 5. Les señaló.
  • 22. Por el hecho de ser alumnos de la escuela real de cortesanos, los jóvenes recibían raciones de la casa real. Esta costumbre también se seguía en el último período persa, del cual tenemos mayor número de registros de la época que del período neobabilónico. Ración... de la comida. Heb. pathbag, una palabra tomada del antiguo persa patibaga, "porción" o "manjares". Sobre el uso de tales palabras de otros idiomas ver com. vers. 3. Pathbag se usa 6 veces en Daniel (cap. 1: 5, 8, 13, 15-16; 11: 26). Tres años. Esto es, contando el primer año y el último (o cómputo inclusivo; ver t. 11, PP. 139-140), desde el año en que Nabucodonosor ascendió al trono, cuando Daniel fue tomado cautivo (ver com. vers. 1), hasta el 2º año de su reinado (ver com. vers. 18). 6. Entre éstos. Esta expresión muestra que otros jóvenes habían sido elegidos para recibir instrucción además de los cuatro que se mencionan por nombre. Sin duda se nombra a estos cuatro por su singular actuación. Su firme lealtad a Dios les ganó grandes recompensas en forma de honor mundanal y bendiciones espirituales (cap. 2: 49; 3: 30; 6: 2; 10: 11). Daniel. Significa "Dios es mi juez". En el AT el nombre aparece primeramente como el de uno de los hijos de David (1 Crón. 3: 1), y después como nombre de un sacerdote del siglo V (Esd. 8: 2; Neh. 10: 6). Sin embargo, el nombre ya se conocía en Ugarit (Ras Samra) a mediados del segundo milenio a. C. como 787 nombre de un legendario rey justo, a quien algunos eruditos han identificado erróneamente con el Daniel que menciona Ezequiel (Eze. 14: 14; 28: 3). Es evidente que el nombre Daniel era muy común entre los pueblos semitas porque se lo encuentra entre los babilonios, los sabeos del sur de Arabia, así como entre los nabateos -los sucesores de los idumeos- y entre los palmireños del norte de Arabia. Ananías. Significa "Yahweh es misericordioso". Ananías era un nombre común entre los hebreos que corresponde por lo menos con 14 individuos diferentes mencionados en el AT. El nombre también se encuentra en la transliteración acadia, Hananiyama, como nombre de un judío que vivía en Nipur en el siglo V. En otro documento cuneiforme de Nipur, el nombre está grabado en arcilla en escritura aramea. También se lo encuentra en inscripciones judías posteriores y en los papiros arameos de Elefantina. Misael.
  • 23. Probablemente signifique "¿Quién pertenece a Dios?" El nombre corresponde con varios personajes bíblicos tanto antes como después del destierro (Exo. 6: 22; Neh. 8: 4). Azarías. Significa: "Yahweh ayuda". El nombre aparece frecuentemente en la Biblia. Fuera de la Biblia se lo encuentra inscrito en asas de jarros hallados en excavaciones de Palestina y también está en documentos cuneiformes con la forma Azriau. 7. Puso nombres. Los nuevos nombres dados a los jóvenes hebreos significaban su adopción en la corte babilónico, costumbre que tiene ejemplos similares en la historia bíblica. José recibió un nombre egipcio al ingresar en la vida cortesana egipcia (Gén. 41: 45), y el nombre de Hadasa fue cambiado por Ester (Est. 2: 7), probablemente cuando llegó a ser reina. Los documentos antiguos también atestiguan que existía esta costumbre entre los babilonios. El rey asirio Tiglat-Pileser III tomó el nombre de Pulu (Pul en la Biblia) cuando llegó a ser rey de Babilonia (ver com. 1 Crón. 5: 26; t. II, PP. 159-161), y parece que Salmanasar V usó el nombre Ululai al desempeñar el mismo cargo. Beltsasar. La transliteración hebrea y aramea representan la pronunciación masorética posterior de un nombre babilonio. Aunque los eruditos han sugerido varias identificaciones con formas babilónicas, ninguna es completamente satisfactoria. En vista del comentario de Nabucodonosor hecho muchos años más tarde, de que el nombre babilonio de Daniel significaba "como el nombre de mi dios" (cap. 4: 8), parece evidente que la primera sílaba, "Bel", se refiere a Bel, el nombre popular del dios principal de Babilonia, Marduk. Por esta razón debe rechazarse la identificación del nuevo nombre de Daniel con Balat-sharri-usur, "proteja la vida del rey" o Balatsu-usur, "proteja su vida", aunque ambas interpretaciones han hallado fuerte apoyo entre los asiriólogos quienes dicen que esos son los equivalentes más cercanos a la forma hebrea. La sugestión de R. D. Wilson de identificar a Beltsasar con Bel-lit-shar-usur, "Bel proteja al rehén del rey", difícilmente puede ser acertada, siendo sumamente improbable que los babilonios hubiesen puesto un nombre tal a un cautivo, si juzgamos de acuerdo con los miles de nombres babilonios encontrados en los documentos cuneiformes. La mejor identificación parece ser aún aquella dada por Delitzsch que toma este nombre como abreviatura de BLl-bal>tsu-usur, "Bel proteja su vida [la del rey]". Sadrac. Este nombre no puede explicarse en babilonio. Algunos eruditos han pensado que el nombre es una alteración de Marduk, mientras otros han tratado de explicarlo con la ayuda de palabras sumerias. Jensen ha sugerido que es el nombre del dios
  • 24. elamita Shutruk, pero es difícil explicar por qué los babilonios habrían usado un nombre elamita. Mesac. No se ha encontrado aún una explicación satisfactoria acerca de este nombre. Como ya se ha dicho de Sadrac, Mesac no es nombre babilónico. Abed-nego. Generalmente se acepta que este nombre corresponde a Abed-nebo, "siervo de [el dios] Nabu", nombre que se encuentra en un papiro arameo hallado en Egipto. 8. No contaminarse. Había varias razones por las cuales un judío piadoso evitaría comer de la comida real: (1) los babilonios, como otras naciones paganas, comían carnes inmundas (ver CRA 33-34); (2) los animales no habían sido muertos de acuerdo con la ley levítica (Lev. 17: 14-15); (3) una porción de los animales destinados al alimento era ofrecida primeramente como sacrificio a los dioses paganos (ver Hech. 15: 29); (4) el consumo de alimentos y bebidas sibaríticos y malsanos estaba en contra de los principios de estricta temperancia: (5) por todas estas razones 788 Daniel y sus compañeros prefirieron abstenerse de comer carnes (ver Material Suplementario de EGW com. Dan. 1: 8). Los jóvenes hebreos decidieron no hacer nada que perjudicara su desarrollo físico, mental y espiritual. 9. En gracia. Compárese con el caso de José (Gén. 39: 4, 21), de Esdras (Esd. 7: 28), y de Nehemías (Neh. 2:8). Indudablemente la cortesía, la gentileza y la fidelidad demostradas por estos hombres les conquistaron la gracia de sus superiores (ver PP 216; CRA 35). Al mismo tiempo ellos atribuyeron su éxito a la bendición de Dios. Dios obra con los que cooperan con él. Ver p. 778. 10. Condenaréis... mi cabeza. Esta declaración dice literalmente: "Hacéis culpable mi cabeza para el rey". Esta expresión podría implicar la pena capital, pero sencillamente podría significar que el jefe de los eunucos sería responsable si los que habían sido puestos bajo su cuidado decaían físicamente. 11. Melsar.
  • 25. Heb. meltsar, que según registros cuneiformes babilónicos era una palabra derivada del acadio, matstsaru, que significa "guardián" o "custodio". La presencia del artículo definido en hebreo también indica que no se trata de un nombre propio. De ahí que no sepamos el nombre del funcionario subalterno que actuaba como tutor inmediato de los aprendices hebreos. Aunque Aspenaz se había mostrado amigable y comprensivo ante el pedido de Daniel, vaciló antes de ayudar al joven cautivo. De ahí que Daniel fuera al funcionario que era su tutor inmediato y le presentó un pedido específico. 12. Diez días. Este parece ser un período demasiado corto para que se notara un cambio apreciable de apariencia y vigor físico. Sin embargo, gracias a sus hábitos de estricta temperancia, Daniel y sus compañeros ya disfrutaban de organismos sanos (ver PR 353), que respondieron a los beneficios de un régimen apropiado. Sin duda, su restablecimiento de los rigores de la larga marcha desde Judea fue más marcado que el de otros cautivos que no cultivaban hábitos de sobriedad. En el caso de Daniel y de sus tres compañeros, el poder divino se unió con el esfuerzo humano y el resultado fue verdaderamente notable (cf. PP 215). La bendición de Dios acompañó la noble resolución de los jóvenes de no contaminarse con los manjares del rey. Sabían que la complacencia en alimentos y bebidas estimulantes no les permitiría alcanzar el mejor desarrollo físico y mental. Melsar estaba seguro de que "un régimen abstemio haría que estos jóvenes tuvieran una apariencia demacrada y enfermiza... en tanto que la lujosa comida proveniente de la mesa del rey los haría rubicundos y hermosos, y les impartiría una actividad física superior" (CRA 35), y se sorprendió al ver que los resultados eran completamente opuestos a su suposición. Dios honró a esos jóvenes debido a su invariable propósito de hacer lo recto. La aprobación de Dios les era de más valor que el favor del más poderoso potentado de la tierra, aun de más valor que la vida misma (ver CRA 35). Esta firme resolución no había nacido bajo la presión de las circunstancias inmediatas. Desde la niñez estos jóvenes habían sido educados en estrictos hábitos de temperancia. Conocían en cuanto a los efectos degenerativos de un régimen alimentarlo intoxicante, y hacía mucho que habían determinado no debilitar sus facultades mentales y físicas por la complacencia del apetito. El fin del período de prueba los encontró con mejor apariencia, actividad física y vigor mental. Daniel no rechazó las viandas del rey para aparecer como raro. Muchos podrían razonar que en tales circunstancias había una excusa plausible para apartarse del estricto apego a los principios y que en consecuencia Daniel era de mente estrecha, fanático y demasiado puntilloso. Daniel procuraba vivir en paz con todos y cooperar al máximo con sus superiores, mientras tal cooperación no le exigiera sacrificar sus principios. Estaba dispuesto a sacrificar honores mundanos, riqueza y posición, sí, aun la vida misma en todo donde entrase en juego la lealtad a Jehová. Legumbres.
  • 26. Heb. zero'im, de la raíz zera', "semilla"; alimentos vegetales, de plantas que producen semillas. De acuerdo con la tradición judía, las bayas y los dátiles estaban también comprendidos en este término. Ya que los dátiles son parte del régimen básico en Mesopotamia, es probable que se los hubiera incluido aquí. Ver com. vers. 8. 17. Estos cuatro muchachos. Ver com. vers. 4. Conocimiento e inteligencia. La instrucción que Daniel y sus tres amigos recibieron fue también para ellos una prueba de fe. La sabiduría de los caldeos estaba unida a la idolatría y prácticas paganas, y mezclaba brujería 789 con ciencia y sabiduría con superstición. Los estudiantes hebreos se mantuvieron alejados de estas cosas. No se nos dice cómo evitaron los conflictos, pero a pesar de las influencias corruptoras se mantuvieron fieles a la fe de sus padres, como podemos claramente apreciar por pruebas posteriores de su lealtad. Los cuatro jóvenes aprendieron la pericia y las ciencias de los caldeos sin adoptar los elementos paganos mezclados en ellas. Entre las razones por las cuales estos hebreos preservaron su fe sin tacha pueden notarse las siguientes: (1) Su firme resolución de permanecer fieles a Dios. Tenían más que un deseo o una esperanza de ser buenos. Tenían la voluntad de hacer lo recto y apartarse del mal. La victoria es posible sólo por el correcto ejercicio de la voluntad (ver CC 4748). (2) Su dependencia del poder de Dios. Aunque valoraban las aptitudes humanas y reconocían la necesidad del esfuerzo humano, sabían que estas cosas por sí mismas no les garantizarían el éxito. Reconocían que además de esto debe haber una humilde dependencia y completa confianza en el poder de Dios (ver CRA 182). (3) Se negaron a dañar su naturaleza espiritual y moral mediante la complacencia del apetito. Se daban cuenta de que el dejar de lado los principios una sola vez habría debilitado su sentido del bien y del mal, lo que a su vez probablemente los habría llevado a otros malos actos y finalmente a la apostasía completa (ver CRA 183).(4)Su consecuente vida de oración. Daniel y sus jóvenes compañeros se daban cuenta de que la oración era una necesidad, en especial por la atmósfera de mal que continuamente los rodeaba (ver SL 20). Toda visión y sueños. Mientras que los tres amigos de Daniel, al igual que él, estaban dotados de cualidades mentales excepcionales y le igualaban en lealtad a su Dios, él fue escogido como mensajero especial del cielo. Algunos eruditos modernos que niegan que exista un genuino don de profecía han sugerido que este versículo indica que Daniel tenía dotes especiales para aprender la manera caldea de interpretar sueños y visiones, y que en los concursos escolares en esta materia, sobrepasaba a sus condiscípulos. Daniel no perteneció a esa clase de intérpretes de sueños. Su don profético no era producto de una educación exitosa en la escuela real de adivinos, hechiceros y magos. Fue llamado por
  • 27. Dios para hacer una obra especial y se convirtió en el receptáculo de algunas de las profecías más importantes de todos los tiempos (cap. 7-12). 18. Pasados. . . los días. Algunos expositores han pensado que cuando el rey, en su 2º año, exigió de sus sabios que interpretaran su sueño (cap. 2: 1), Daniel no fue llamado a la reunión porque no había aún completado su educación, y que él y sus amigos fueron condenados a compartir la suerte de los magos porque pertenecían a la profesión aunque no eran aún miembros plenos de ella. No podemos considerar como correcta esta hipótesis. Los jóvenes aprendices debían ser educados durante tres años para que "se presentasen delante del rey" (cap. 1: 5); y eran "pasados... los días" especificados cuando se los trajo delante del rey para ser examinados. Fue entonces cuando "estuvieron delante del rey" (ver com. vers. 19). Esta declaración indica que el período de tres años había concluido antes de que el rey los examinara y hallara que Daniel y sus tres amigos eran mejores que todos los otros candidatos. Esto difícilmente podría haber ocurrido después de que uno de ellos, es decir Daniel, hubiera ya recibido grandes honores y hubiera sido nombrado como gobernador de la provincia y supervisor de todos los magos, y después de que los otros tres hubieran recibido cargos encumbrados (cap. 2: 46-49). La secuencia lógica de acontecimientos, al igual que el orden del relato, requieren que el curso de tres años que siguió Daniel hubiera ya terminado antes del famoso sueño de Nabucodonosor, en su 2º año de reinado. Todo esto lleva a la conclusión de que estos tres años no fueron un período de 36 meses, sino que deben contarse en forma inclusivo. Representan (1) el año cuando Nabucodonosor ascendió al trono (ver com. vers. 2) y en el cual los cautivos hebreos llegaron a Babilonia e iniciaron su educación; (2) el 1er año de Nabucodonosor, que era el año calendario que empezó el primer día de año nuevo, después de su ascensión al trono; y (3) el 2º año de Nabucodonosor durante el cual Daniel terminó sus estudios y estuvo "delante del rey", y en el que también interpretó el sueño (ver cap. 2: 1; también PR 361). Aplicando el antiguo método de cómputo inclusivo (por numerosos casos sabemos que ésta era la forma común de contar el tiempo; ver t. II, PP. 139-140), no hay necesidad de asegurar, como lo han hecho algunos comentadores 790 que el cap. 1 contradice cronológicamente al cap. 2, ni de buscar explicaciones complicadas o forzadas como las que se encuentran en muchos comentarios. Por ejemplo, Jerónimo dijo que el 2º año del cap. 2: 1 se refiere al 2º año después de la conquista de Egipto; y el erudito judío, lbn Ezra, pensaba que el sueño acaeció en el 2º año después de la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor. Posteriormente algunos conjeturaron que Nabucodonosor reinó con su padre durante dos años (ver el t. III, PP. 93-94). 19. Habló con ellos. Cuando el eunuco principal presentó a sus graduandos ante el rey al final de su
  • 28. período de preparación, un examen hecho personalmente por Nabucodonosor demostró que los cuatro jóvenes hebreos eran superiores a todos los otros. "En fuerza y belleza física, en vigor mental y realizaciones literarias, no tenían rival" (PR 356). No se indica la forma del examen. Por una descripción posterior de las habilidades de Daniel, dada por la madre de Belsasar -que probablemente era hija de Nabucodonosor- sabemos que ella conocía a Daniel como un hombre que era capaz de "descifrar enigmas y de resolver dificultades" (cap. 5: 12, BJ). Las preguntas que se les hicieron pueden haber incluido la explicación de un enigma, cosa que ha sido siempre una diversión favorita en las cortes de los países del Cercano Oriente. Además, el examen puede haber incluido resolver problemas matemáticos y astronómicos, en lo cual los babilonios eran maestros, como lo revelan sus documentos, o una demostración de habilidad para leer y escribir la difícil escritura cuneiforme. La sabiduría superior de Daniel y de sus compañeros no fue el resultado del azar o del destino, ni aun de un milagro, como generalmente se entiende esa palabra. Los jóvenes se aplicaron diligente y concienzudamente a sus estudios, y Dios bendijo sus esfuerzos. El verdadero éxito en cualquier empresa está asegurado cuando se combinan el esfuerzo divino y el humano. El esfuerzo humano solo de nada vale; de la misma manera el poder divino no hace innecesaria la cooperación humana (ver PR 356-358; cf. PP 215). Entre todos ellos. Esto puede referirse a otros jóvenes israelitas (vers. 3) traídos a Babilonia juntamente con Daniel y sus amigos, pero sin duda también se refiere a jóvenes nobles tomados de otros países, que habían recibido la misma educación que los hebreos. Estuvieron delante del rey. Compárese el vers. 5 con el cap. 2: 2. Es decir, entraron al servicio real. Nótese el uso similar de las palabras "estar delante" en Gén. 41: 46; 1 Sam. 16: 21-22; 2 Crón. 9: 7; 10: 6, 8 (cf. Núm. 16: 9; 27: 21; Deut. 10: 8; 2 Crón. 29: 11). 20. Sabiduría e inteligencia. Literalmente:"sabiduría de inteligencia". RVR, junto con la mayor parte de las traducciones, sigue a las versiones antiguas que tienen una conjunción entre las palabras "sabiduría" e "inteligencia". Ciertos comentadores han explicado que la construcción hebrea resulta del deseo de parte del autor de expresar la forma más excelsa de inteligencia o ciencia, o de presentar ante sus lectores la idea de que se quería significar una sabiduría regulada o determinada por el entendimiento; es decir que no se trataba de una sabiduría mágica o ciencia sobrenatural. Esto sugeriría que Daniel y sus amigos sobrepasaban a los hombres de su profesión en asuntos de ciencias exactas, como astronomía y matemáticas, y en estudios lingüísticos. Habían aprendido perfectamente la escritura cuneiforme, los idiomas babilonio y arameo y la escritura cuadrada aramea.
  • 29. Magos. Heb. jartom, palabra que sólo aparece en el Pentateuco (Gén. 41: 8, 24; Exo. 7: 11, 22; 8: 7, 18) y en Daniel (aquí y en el cap. 2: 2). Ha sido tomada de la palabra egipcia jeri-dem, en la cual jeri significa "jefe" u "hombre destacado" y dem "mencionar un nombre en magia". Por lo tanto, un jeri-dem es un "jefe de magia" o "mago principal". De acuerdo con nuestro conocimiento actual, esta palabra no se usaba en Babilonia y no se la encuentra en ninguna parte en los documentos cuneiformes. Evidentemente Daniel había aprendido este término mediante la lectura del Pentateuco, y no necesariamente estaba enterado de los términos técnicos egipcios. Daniel conocía bien los escritos de Moisés y era un ávido estudiante de los escritos sagrados de su pueblo (ver cap. 9: 2). El uso de esta palabra hebrea tomada del egipcio es una ilustración de cómo su estilo y selección de palabras habían recibido la influencia del vocabulario de la porción de la Biblia que existía entonces. Astrólogos. Heb. 'ashshaf, vocablo tomado 791 de la palabra acadia ashipu, "exorcista". La adivinación, la magia, el exorcismo y la astrología eran comunes entre los pueblos antiguos, pero en algunos países como Babilonia eran practicados por hombres de ciencia. Se pronosticaban los acontecimientos futuros buscando indicios en las entrañas de animales sacrificados o en el vuelo de los pájaros. La adivinación se practicaba especialmente mediante la inspección del hígado de los animales sacrificados (hepatoscopía) y su comparación con hígados "modelos" de arcilla, cubiertos de inscripciones. Estos modelos, como los modernos manuales de quiromancia, contenían explicaciones detalladas de todas las diferencias de forma e instrucciones para la interpretación. Numerosos modelos de hígados hechos de arcilla han sido desenterrados en varios sitios de Mesopotamia. Los antiguos adivinos tenían muchos métodos. Algunas veces buscaban consejo vertiendo aceite sobre agua e interpretando la forma en que el aceite se desparramaba (lecanomancia), o sacudiendo flechas dentro de la aljaba y viendo luego la dirección en que caía la primera (belomancia). Ver Eze. 21: 21. El adivino también interpretaba sueños, inventaba fórmulas de sortilegio por las cuales pretendía poder alejar a los malos espíritus o a las enfermedades, y pedía consejo a los supuestos espíritus de los muertos (necromancia). Cada potentado tenía muchos adivinos y magos a su servicio. Estaban a su disposición en toda oportunidad y seguían a su rey en las campañas militares, expediciones de caza y visitas de Estado. Se buscaba su consejo antes de hacer decisiones tales como la ruta que debía seguirse, o la fecha del ataque contra el enemigo. La vida del rey era en gran medida regida y regulada por estos hombres. Es un error suponer que los sabios de Babilonia eran sólo adivinos y magos. Aunque practicaban con destreza estas artes, eran también eruditos en el verdadero sentido de la palabra. Así como en la Edad Media la alquimia era practicada por hombres muy instruidos y la astrología era frecuentemente practicada por astrónomos que tenían capacidad científica, también los
  • 30. exorcistas y adivinos de los tiempos antiguos se ocupaban de estudios estrictamente científicos. Su conocimiento astronómico había alcanzado un grado sorprendente de desarrollo, aunque la astronomía babilónico llegó a su culminación después de la conquista persa. Los astrónomos podían predecir tanto eclipses lunares como solares por medio de cómputos. Su capacidad matemática estaba muy desarrollada. Usaban fórmulas cuyo descubrimiento por lo general se atribuye erróneamente a los matemáticos griegos. Además eran buenos arquitectos, constructores y médicos aceptables que habían encontrado por medios empíricos la manera de curar muchas enfermedades. Debe haber sido en estos aspectos de la sabiduría donde Daniel y sus tres amigos sobrepasaron a los magos, astrólogos y sabios de Babilonia. 21. Hasta el año primero. Algunos comentadores han sostenido que hay una aparente contradicción entre este versículo y la declaración del cap. 10: 1, donde dice que Daniel recibió una visión en el 3er año de Ciro. Pero el texto no implica necesariamente que la vida de Daniel no se extendió más allá del 1er. año de Ciro. Daniel puede haberse referido a esa fecha a causa de algún acontecimiento especial ocurrido durante ese año. Algunos han sugerido que ese acontecimiento fue el decreto del 1er año del rey Ciro que marcó el fin del exilio babilónico (2 Crón. 36: 22-23; Esd. 1: 1-4; 6: 3). Ese decreto significó el cumplimiento de una importante profecía que Daniel había estudiado cuidadosamente, es decir la profecía de Jeremías que anunciaba que el destierro duraría 70 años (Jer. 29: 10; Dan. 9: 2). Daniel vivió durante el destierro desde el primer cautiverio en 605 a. C. hasta el tiempo cuando el decreto fue promulgado por Ciro, probablemente en el verano [del hemisferio norte] de 537 a. C. (ver t. III, PP. 99-100). Daniel pudo haber deseado informar a sus lectores que aunque había sido deportado en el primer cautiverio, estaba aún vivo cuando el destierro terminó unos 70 años más tarde. Además parecería lógica la conclusión de que el cap. 1, y quizá algunos de los otros capítulos no fueron escritos hasta el 1er año de Ciro. Una fecha tal explicaría el uso de palabras tomadas del persa. Daniel nuevamente ocupó un cargo oficial durante el gobierno persa, poco después de la caída de Babilonia (Dan. 6: 1-2), y su relación con los magistrados de ese país sin duda le permitió añadir a su vocabulario algunas de las palabras persas que usó en la composición de su libro. 792 COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE 1-21 Ed 51-52; FE 77-81; PR 351-360 1-2 PR 311 1-4 PR 315 2 Ed 51; PR 351 3-4 PR 352 3-5 ECFP 21
  • 31. 3-6 MC 106; PP 642 4 FE 77; PR 355 4-5 Te 240 5 CRA 33; PR 353; Te 189 6 PR 352 7 PR 352 8 CE (1949) 38; CH 50, 65; CM 366, 379; CN 152; CRA 32, 34, 97, 182; ECFP 23; Ed 51; FE 78, 86, 227; 2JT 147; 3JT 358, 365; MeM 77, 123, 151, 262; MM 276; Te 32, 90, 134, 168, 210, 240 8-12 CH 64; PR 354 9 PR 401 10 ECFP 26 12 CRA 35; FE 79 12-20 ECFP 26-27 15-17 PR 355 15-20 CH 65; FE 80 17 CH 50, 65; CM 350; CRA 36, 182; FE 87, 225, 247 339, 358; MM 89; PVGM336 17-20 FE 193 18-20 CH 65 19 CRA 36; Te 241 19-20 Ed 52; MeM 151; MJ 239; PR 356 20 CH 50; FE 247, 358, 374; 2JT 478; MM 276; Te 169 CAPÍTULO 2 1 Nabucodonosor, que no puede recordar su sueño, se lo pide a los caldeos, con promesas y amenazas. 10 Estos reconocen su inhabilidad y son sentenciados a muerte. 14 Daniel logra obtener una tregua y se le revela el sueño. 19 Bendice a Dios. 24 Haciendo detener el decreto, es traído ante el rey. 31 El sueño. 36 La interpretación. 46 Encumbramiento de Daniel. 1 EN EL segundo año del reinado de Nabucodonosor, tuvo Nabucodonosor sueños, y
  • 32. se perturbó su espíritu, y se le fue el sueño 2 Hizo llamar el rey a magos, astrólogos, encantadores y caldeos, para que le explicasen sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron delante del rey 3 Y el rey les dijo: He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por saber el sueño 4 Entonces hablaron los caldeos al rey en lengua aramea: Rey, para siempre vive; di el sueño a tus siervos, y te mostraremos la interpretación 5 Respondió el rey y dijo a los caldeos: El asunto lo olvidé; si no me mostráis el sueño y su interpretación, seréis hechos pedazos, y vuestras casas serán convertidas en muladares 6 Y si me mostrarais el sueño y su interpretación, recibiréis de mí dones y favores y gran honra. Decidme, pues, el sueño y su interpretación 7 Respondieron por segunda vez, y dijeron: Diga el rey el sueño a sus siervos, y le mostraremos la interpretación 8 El rey respondió y dijo: Yo conozco ciertamente que vosotros ponéis dilaciones, porque veis que el asunto se me ha ido 9 Si no me mostráis el sueño, una sola sentencia hay para vosotros. Ciertamente preparáis respuesta mentirosa y perversa que decir delante de mí, entre tanto que pasa el tiempo. Decidme, pues, el sueño, para que yo sepa que me podéis dar su interpretación 10 Los caldeos respondieron delante del rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey; además de esto, ningún rey, príncipe ni señor preguntó cosa semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo 11 Porque el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne 12 Por esto el rey con ira y con gran enojo mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia. 793 13 Y se publicó el edicto de que los sabios fueran llevados a la muerte; y buscaron a Daniel y a sus compañeros para matarlos 14 Entonces Daniel habló sabia y prudentemente a Arioc, capitán de la guardia del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia 15 Habló y dijo a Arioc capitán del rey: ¿Cuál es la causa de que este edicto se publique de parte del rey tan apresuradamente? Entonces Arioc hizo saber a Daniel lo que había. 16 Y Daniel entró y pidió al rey que le diese tiempo, y que él mostraría la interpretación al rey.
  • 33. 17 Luego se fue Daniel a su casa e hizo saber lo que había a Ananías, Misael y Azarías, sus compañeros 18 para que pidiesen misericordias del Dios del cielo sobre este misterio, a fin de que Daniel y sus compañeros no pereciesen con los otros sabios de Babilonia. 19 Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo 20 Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría. 21 Él muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. 22 Él revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz. 23 A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey. 24 Después de esto fue Daniel a Arioc, al cual el rey había puesto para matar a los sabios de Babilonia, y le dijo así: No mates a los sabios de Babilonia; llévame a la presencia del rey, y yo le mostraré la interpretación. 25 Entonces Arioc llevó prontamente a Daniel ante el rey, y le dijo así: He hallado un varón de los deportados de Judá, el cual dará al rey la interpretación. 26 Respondió el rey y dijo a Daniel, al cual llamaban Beltsasar: ¿Podrás tú hacerme conocer el sueño que vi, y su interpretación? 27 Daniel respondió delante del rey, diciendo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey. 28 Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama: 29 Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser. 30 Y a mí me ha sido revelado este misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en todos los vivientes, sino para que se dé a conocer al rey la interpretación, y para que entiendas los pensamientos de tu corazón. 31 Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible.
  • 34. 32 La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; 33 sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido. 34 Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. 35 Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra. 36 Este es el sueño; también la interpretación de él diremos en presencia del rey. 37 Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad. 38 Y dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro. 39 Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. 40 Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo. 794 41 Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido. 42 Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil. 43 Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro. 44 Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, 45 de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación. 46 Entonces el rey Nabucodonosor se postró sobre su rostro y se humilló ante
  • 35. Daniel, y mandó que le ofreciesen presentes e incienso. 47 El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses y Señor de los reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio. 48 Entonces el rey engrandeció a Daniel, y le dio muchos honores y grandes dones, y le hizo gobernador de toda la provincia de Babilonia, y jefe supremo de todos los sabios de Babilonia. 49 Y Daniel solicitó del rey, y obtuvo que pusiera sobre los negocios de la provincia de Babilonia a Sadrac, Mesac y Abed-nego; y Daniel estaba en la corte del rey. 1. Segundo año. En cuanto a la identificación del 2.º año del reinado de Nabucodonosor y la explicación de cómo los tres años del aprendizaje de Daniel (cap. 1: 5, 18) habían concluido antes del fin del 2.º año del rey, ver com. cap. 1: 18. Tuvo. . . sueños. Quizá se usa el plural para indicar la pluralidad de sucesos vistos en el sueño. El singular aparece en los vers. 3-6, etc. Los registros de la antigua Mesopotamia cuentan de muchos sueños de reyes. En uno de ellos, Gudea -sacerdote y rey de la ciudad mesopotámica de Lagash en el tercer milenio a, C.- vio a un hombre que llevaba en la cabeza una corona real cuya estatura alcanzaba desde la tierra hasta el cielo. Los antiguos consideraban los sueños con temor; pensaban que eran revelaciones de sus deidades y procuraban descubrir su verdadera interpretación. El Señor en su providencia dio a Nabucodonosor este sueño. Dios tenía un mensaje para el rey de Babilonia. Había representantes de Dios en los palacios de Nabucodonosor mediante los cuales él podía comunicar un conocimiento de sí mismo. Dios no hace acepción de personas ni de naciones. Su propósito es salvar a tantos como lo deseen, de cualquier tribu o nación. Ansiaba tanto salvar a la antigua Babilonia como anhelaba salvar a Israel. El sueño tenía el propósito de revelar Nabucodonosor que el decurso de la historia estaba ordenado por el Altísimo y sujeto a su voluntad. Al rey se le mostró la responsabilidad que le cabía en el gran plan del cielo, fin de que tuviese la oportunidad de cooperar voluntaria y eficazmente con el programa divino. Las lecciones de historia dadas a Nabucodonosor habrían de instruir a las naciones y los hombres hasta el fin del tiempo. Otros cetros, además del de Babilonia, han regido los pueblos a lo largo de los siglos. A cada nación de la antigüedad Dios le asignó un lugar especial en su gran plan. Cuando los gobernantes y el pueblo no aprovecharon su oportunidad, su gloria fue abatida hasta el polvo. Las naciones de hoy debieran hacer caso de las lecciones de la
  • 36. historia pasada. Por encima de las fluctuantes escenas de la diplomacia internacional, el gran Dios del cielo está en su trono "silenciosa y pacientemente" cumpliendo "los designios y la voluntad de él" (PR 366). Al fin la estabilidad y la inmutabilidad vendrán cuando Dios mismo, al terminar el tiempo, establezca su reino que nunca será destruido (vers. 44; ver com. cap. 4-17). Dios se allegó al rey Nabucodonosor por 795 medio de un sueño porque, evidentemente, ése era el medio más efectivo para impresionarlo con la importancia del mensaje así impartido, para ganar su confianza y asegurar su cooperación. Como todos los antiguos, Nabucodonosor creía en los sueños como uno de los medios por los cuales los dioses revelaban su voluntad a los hombres. La sabiduría divina siempre busca a las personas donde están. Al comunicar hoy el conocimiento de su voluntad a los hombres, Dios puede usar medios menos espectaculares, pero que igualmente sirven para cumplir sus bondadosos propósitos. Siempre adapta sus métodos para influir sobre los hombres de acuerdo con la capacidad de cada individuo y el ambiente de la época en la cual vive cada uno (ver com. cap. 4: 10). Se perturbó. 0, "estaba perturbado". El verbo hebreo que se traduce así se usa también en Gén. 41: 8 y Sal. 77: 4. La vivencia de este sueño había impresionado muchísimo a Nabucodonosor 2. Magos. Heb. jartom, palabra tomada del egipcio (ver com. cap. 1: 20). Astrólogos. Heb. 'ashshaf, palabra tomada del acadio (ver com. cap. 1: 20). Encantadores. Heb. mekashshefim, de una raíz que significa "usar encantamientos". Los babilonios los denominaban con la palabra análoga kashshapu. El mekashshef pretendía poder producir hechizos (ver com. Exo. 7: 11). La ley mosaica castigaba con la pena de muerte a los que practicaban esta magia negra (Lev. 20: 27; cf. 1 Sam. 28: 9). Caldeos. Heb. kaÑdim (ver com. cap. 1: 4). 3. Por saber el sueño. Aunque el rey había sido hondamente impresionado por el sueño, cuando despertó